El filial se suma a la fiesta

El Numancia B suma tres puntos tras remontar un partido que comenzó perdiendo con el gol del local Adri. Sin embargo, fue a partir de este gol local cuando los visitantes fueron a más dándole la vuelta al marcador. El derbi soriano se tiñó de color rojillo en el día grande de las fiestas de Almazán.

El filial numantino comenzó el partido con un despiste notable que le puso en apuros durante los primeros compases del partido. Aparentemente, todo parecía indicar que los de Soria se harían con el ritmo y el control del juego, pero un fuerte Almazán aprovechó la desconcentración de los visitantes para abrir el marcador con el 1-0. Adrián, la principal arma en ataque de los locales, adelantaba al Almazán a un filial numantino que no conseguía entrar en el partido y ponía en serios aprietos a un Numancia desconocido.

Sin embargo, bastó que el conjunto numantino recibiera el gol en contra para encontrar sensaciones y comenzar a sentirse cómodo sobre el terreno de juego. De esta manera, el filial comenzaba a hacerse con el control del juego y, con el paso de los minutos, la posesión era suyo y controlaba el ritmo del partido. El marcador, a pesar de todo, era favorable a un Almazán que comenzaba a ceder la pelota en favor de los numantinos y, estos, comenzaban a acercarse al área una y otra vez. El premio llegó y, en el minuto 30, David Sanz igualaba el partido con el que podría ser, probablemente, uno de los goles de la temporada en el grupo 8 de la Tercera División. Sanz se hacía con el control del balón y, desde el lateral en el centro del campo, a unos 45 metros de la portería que defendía Andreas, se sacaba un gran disparo colocado en la cruceta contraria y se colaba hasta el fondo de las mallas ante el asombro de los 500 espectadores que se encontraban en La Arboleda.

El gol de David Sanz supuso un duro golpe para un Almazán que, no solo veía cómo el partido se equilibraba, sino que perdía con claridad el control del partido y, además, de semejante manera.

El golpe anímico para los locales era evidente, así como la superioridad física del filial del Numancia. Con el 1-1 en el marcador, parecía mucho más cercano el segundo gol de los visitantes y, como fruto de la presión visitante, Abad conseguía establecer el 1-2 en el marcador con un disparo corto que hizo quedar en nada la buena estirada de Andreas. Amos y señores del juego, los numantinos mandaban sobre el terreno de juego y marchaban a los vestuarios con la sensación de haber encarrilado el encuentro.

Ya en la segunda parte, el filial numantino continuó dominando el partido sobre un Almazán que no ofreció más resistencia que en la primera parte. De esta manera, con el resultado a favor, los visitantes se encontraron muy cómodos con un partido que quedó resuelto en los primeros 45 minutos.

Si bien los numantinos eran superiores y tenían el partido bien controlado, Madrigal fue quien sentenció el encuentro con un gol en el minuto 78, pocos minutos después de saltar al campo en substitución de un Roberto con mucha presencia en líneas atacantes.

El Almazán, tras el tercer gol, dejó pasar los minutos hasta el pitido final, dando un triunfo más que merecido para un filial que fue de más a menos a lo largo de todo el partido y que supo reaccionar al gol inicial de Adri.