Heraldo-Diario de Soria

FÓRMULA UNO

Mercedes los aburre

La escudería alemana decidió que Hamilton se asegurase el Mundial al inicio de la temporada y que Rosberg ganase los últimos grandes premios demostrando un poder total

-EFE / ALBERTO ESTÉVEZ

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Publicado por
MIGUEL MARTÍNEZ OVIEDO
Soria

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Les ha ido muy bien. Han sumado todos los títulos en las dos últimas temporadas, tanto en lo que hace referencia a pilotos y a constructores, pero la falta de lucha entre sus dos pilotos aburre. Y mucho. Demasiado. Las audiencias de televisión, el seguimiento de los medios de comunicación, se desploman. No es la primera vez que un equipo domina el Mundial de F-1, pero la forma en que Mercedes decide si gana el piloto británico Lewis Hamilton o lo hace el alemán Nico Rosberg ha desnaturalizado un deporte que no sabe cómo recuperar interés y audiencia.

Hamilton abandonaba el paddock en una barca, mientras una parte de ingenieros se reunía encima del box y otros, en el hospitality. La imagen de división y desconcierto del equipo Mercedes tras la carrera de Mónaco supuso -como el choque de sus dos pilotos el año anterior en Spa— un punto y aparte en la política de la escudería: adiós a la opción de sus pilotos de luchar con total libertad, pactando y escogiendo cada uno la estrategia con su ingeniero.

Dos carreras después, en Hungría, las ansias de Hamilton y Rosbergacabaron en errores en la pista, con la amenaza latente de la regularidad del alemán Sebastian Vettel y su Ferrari. La victoria de la Scudería en Hungaroring —la tercera (y última) de la temporada— hizo saltar la alarma en el equipo de la estrella plateada, lo único alemán de esa escudería. Y el dinero, claro.

 

PRIORIDAD A HAMILTON

A partir de entonces, Hamilton superó con facilidad a Rosberg hasta que Mercedes aseguró el título de constructores, y el inglés, su tercer cetro de pilotos: 2008, 2014 y 2015. Fue en el Gran Premio de EEUU. Y desde esa carrera, Mercedes decidió que ganara Rosberg, y así lo hizo en las tres últimas pruebas, México, Brasil y Abu Dhabi, ante las permanentes quejas que Hamilton expresaba por radio y a los medios sobre su estrategia perdedora.

Fue la manera del equipo de decirle a Hamilton que el team, perdón, Mercedes, puede ganar con el piloto que quiera. Es una manera de recordarle que puede apelar a la mística para explicar su tercer título mundial de pilotos, pero la realidad es que ha sumado los dos últimos gracias a un coche un segundo más rápido que ningún otro y un equipo que apostó por él como piloto nº 1, como el special one del equipo en los momentos importantes. Es una manera de advertirle de que hay por ahí media docena de pilotos que podrían ser, perfectamente, campeones del mundo como él con ese coche, pero Mercedes lo ha escogido a él.

«Luchamos para ganar carreras los domingos y siempre tenemos a un piloto molesto», asegura Toto Wolff, el jefe del equipo de F-1. «Y esto se nota en el equipo. Es algo que tiene que acabarse», añade. «Tomamos la decisión de tener a dos pilotos igualados con el fin de hacer progresar al equipo más rápido y mejor. Fue una decisión muy consciente hace tres años. En el futuro, vamos a considerar si es lo mejor para el equipo. La personalidad y el carácter dentro de la escudería es un ingrediente crucial para el éxito. Si sentimos que no está alineado con el consenso general, podríamos considerar tomar una decisión y cambiar parte de la alineación. Creo que es importante contar con pilotos de talento y rápidos con el coche, pero nosotros también queremos trabajar con buenos chicos», afirma, dejando claras las intenciones de la dirección.

 

LAS QUEJAS DE LEWIS

«Bueno. Hay dos campeonatos. Los dos pilotos trabajamos para el de constructores, pero el de pilotos es una lucha individual. Ya sabes, Nico se está quejando todo el día, pero quizá se deba a sus orígenes de familia acomodada», dice Hamilton. Sin embargo, ha sido el inglés quien más se ha quejado públicamente en las últimas carreras, sobre todo, de la estrategia. «Creo que había una estrategia para que yo pudiera ganar, al menos luchar por la victoria, creo que es lo que el público quiere, pero no se lo dan», agregaba irónico Hamilton.

Y nada de esto gusta a los jefes. El contrato de Rosberg expira a finales del próximo año, mientras que Hamilton firmó una ampliación de tres años a principios del 2015, para permanecer en el equipo hasta finales del 2018. Mercedes decide quién gana y no está dispuesto a tolerar quejas entre sus conductores. Roberto Merhi, piloto de Manor, acertó el ganador de cada carrera en Mercedes al comienzo de cada fin de semana durante las ocho últimas pruebas, una muestra de la previsibilidad y conocimiento de lo que se cuece en el paddock. «Conozco bien Mercedes, sé cómo piensan en esa casa. Fui piloto de Mercedes en el DTM y sé cómo es su política. El equipo está por encima de todo y ellos deciden quién gana», dice Merhi.

 

CURIOSA DEBILIDAD

Así que Wolff lo tiene muy claro. «Hay mucho que hacer a puerta cerrada. Siento que el equipo es más fuerte que nunca. Estamos teniendo una gran unidad, pero la difícil relación de los pilotos es una de nuestras debilidades. Y eso no es bueno. Si tuviera que analizar cuáles son las mayores fortalezas y la mayor debilidad del equipo, yo diría que la mayor fortaleza es la calidad y el carácter de las personas que componen la escudería. La mayor debilidad es la dinámica de la relación entre los pilotos y, a veces, entre los pilotos y el equipo», sentencia Wolff, que comparte el mando de la escudería campeona con el expiloto Niky Lauda.

Cierto, la debilidad del equipo bicampeón es el único aliciente del Mundial. Y pinta mal para el 2016 si, como parece, ya impone su disciplina desde la primera carrera del campeonato.

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