El División de Honor merece el triunfo en Bilbao

En una tarde primaveral el Numancia consiguió tres puntos de oro y una gran victoria en Mallona. Tras dos derrotas y dos empates, no ganaban desde el seis de diciembre, ayer dieron una lección de fútbol en Bilbao, donde perdonaron varias ocasiones de gol y demostraron siempre la categoría el oficio que atesoran sus jugadores, así como que el puesto que ocupan en la clasdificatoria no se lo ha regalado nadie.

Muy bien colocados los sorianos, que llegaban a Bilbao sin bajas, controlaron un esférico que botaba en demasía al estar muy seco el terreno de juego. Ander y Diego Ruiz enlazaban defensa y ataque y así llegaron sus primeras oportunidades. La primera la detuvo sin problemas el guardameta local tras un disparo raso de Guillermo desde el borde del área. Pero con la segunda no pudo, un balón por arriba con mucha intención de Diego Ruiz lo paró y orientó el citado Guillermo, que dejó sentado a Arceo y colocó la pelota a media altura lejos del alacance de Jagoba y consiguiendo un gran gol que abría el marcador.

Despertaron los de Mallona y se pusieron el mono de trabajo para intentar una igualada ante la férrera defensa visitante, el tercer conjutno menos goleado del grupo. Lo cierto es que sólo se acercaron con peligro en los cinco saques de esquina que botaron en el primer periodo. Tampoco Gaizka encontraría el portal de Fernando en un remate desde unos veinte metros de distancia que se marchó muy desviado. Mientras, las peligrosas contras del Numancia pudieron aumentar la diferencia en el marcador, pero el siempre presente Guillermo en una rápida escapada mandó el cuero ligeramente por encima del larguero. Al filo del descanso en una estrategia, Checa remataría flojo de cabeza ya que pareció que fue desequilibrado en el salto, más el colegiado no apreció nada y así moría la primera parte.

Tras la reanudación y sin haber consumido cuarenta segundos los de Huerta volvieron a perdonar, Álvaro llevó con velocidad veinte y cinco metros el balón y su asistencia a Jesús Torres la envió éste entre los tres palos, pero una mano prodigiosa de Jagoba vovía a evitar un tanto cantado. Ocho minutos más tarde despejaría, esta vez con el pié, otro disparo de un solitario Guillermo.

Los bilbaínos, con más fe que acierto, empujaban y pudieron empatar por medio de Xabi, pero Fernando también quiso demostrar por qué había venido a Bilbao y desvió lo justo. Luego Madariaga conseguía otro córner, cuatro en este periodo, pero sin efectividad ninguna. Por contra, el miedo que generaban las contras sorianas iba a tener su premio. Guilllermo y Álvaro hicieron nuevas diabluras y Jesús Torres, con la zurda desde el borde del área, chutaba pegado al poste para conseguir el segundo y definitivo tanto de la tarde.

La reacción del Danok Bat no se hizo esperar y su entrenador Garai movió su banquillo. Xabi y Maduro, que acaba de saltar al campo, tuvieron sendas ocasiones para recortar distancias, más fallaron incomprensiblemente. Huerta también refrescó a sus hombres y éstos aguantaron en el tramo final para dejar su portería a cero y lograr una merecida victoria que les coloca entre los mejores del grupo.