Heraldo-Diario de Soria

C.D. NUMANCIA

El Numancia se pega un tiro en el pie

Los rojillos se dejan remontar un 2-0 por sus propios errores y Julio Álvarez falla un penalti lanzado al centro del arco

Mateu presiona a Rober ante la mirada de Luis Valcarce y de Pedro.-Álvaro Martínez

Mateu presiona a Rober ante la mirada de Luis Valcarce y de Pedro.-Álvaro Martínez

Publicado por
Félix Tello
Soria

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El C.D. Numancia se superaba ayer a sí mismo. Si en jornadas anteriores ya había ofrecido dos caras bien diferentes, ante el Elche acrecentaba estas diferencias protagonizando una buena primera parte y pecando de descontrol y de desgobierno en la segunda. Tras el descanso, el equipo de Jagoba Arrasate se pegaba varios tiros en el pie al dejarse remontar un 2-0 por su propios errores y al fallar un penalti Julio Álvarez que a buen seguro aparecerá como destacado en los resúmenes de la jornada.

El capitán rojillo lanzaba la pena máxima al centro de la portería y el meta Juan Carlos sólo tenía que quedarse quieto para que el balón fuera dulcemente a sus manos. Una acción surrealista como lo fue la jugada que significaba el empate a dos. Albacar lanzaba una falta, el Numancia tiraba mal el fuera de juego al engancharse Regalón y el defensa José Ángel batía a Munir de vaselina. Los de Arrasate jugaron a la ruleta rusa en la segunda mitad y lo acabaron pagando con un empate que incluso llegó a peligrar en los instantes finales de un choque que en sus segundos 45 minutos rayó la esquizofrenia. Un punto con sabor a derrota que deja a los sorianos en posiciones de descenso a Segunda B.

El numantinismo se las prometía muy felices cuando a los diez minutos del pitido inicial el marcador ya reflejaba un 2-0 a su favor. Dos goles de Pablo Valcarce que allanaban el camino y que tenían un efecto balsámico para un equipo que necesitaba la victoria después de más de un mes sin ganar. Los rojillos estrenaban el marcador nada más empezar tras un envío desde la izquierda de Marc Mateu que remataba a placer el de Ponferrada en el segundo palo. El Elche era una caricatura de equipo en unos primeros minutos en los que el Numancia hacía más sangre en la herida con el segundo gol del berciano. Falta lateral que ejecutaba Julio Álvarez y el mellizo se anticipaba a la defensa ilicitana para rematar de cabeza al fondo de la red.

El encuentro parecía sentenciado por lo que reflejaba el marcador y por el juego de uno y otro conjunto. El Elche estaba perdido en el césped de Los Pajaritos y el Numancia, sin desplegar un juego demasiado vistoso, pisaba una y otra vez el área de su rival. Íñigo Pérez, Julio Álvarez en dos ocasiones y Luis Valcarce tuvieron oportunidades para ampliar las distancias.

Con el buen sabor de boca y con la tranquilidad del 2-0 se llegaba al tiempo de descanso. En el intermedio la consigna en el vestuario rojillo fue frenar los primeros minutos del Elche para que poco a poco fuera su moral se quedara por los suelos. Pues ni por esas. Comenzaba a rodar el balón y en la primera acción de la segunda parte un error de Galarreta era penalizado con el 2-1. Rápida transición ilicitana y centro desde la derecha de Pedro para que Nino fusilase a Munir desde la frontal del área. A temblar.

Los planes locales habían saltado por los aires y a partir de ahí el nerviosismo iba a ser la constante de un Numancia que no supo parar un partido que se iba a convertir en un correcalles. Los males numantinos se recrudecían a los diez minutos de la reanudación cuando una falta lanzada por Albacar sin demasiado peligro iba a significar el empate. La defensa soriana tira mal el fuera de juego con un Regalón que habilita a los atacantes y José Ángel, casi sin querer y sin creer, anotaba la igualada.

Desde entonces el partido fue una jaula de grillos con un Numancia al que la ansiedad por sumar los tres puntos le jugaba una y otra vez malas pasadas. Aun así y a pesar del descontrol el cuadro de Arrasate tuvo en sus botas la oportunidad de ponerse de nuevo por delante en el marcador. Pelegrín comete un claro e inocente penalti sobre Pablo Valcarce que iba a lanzar Julio Álvarez. La locura y el surrealismo tenían un nuevo episodio cuando el ‘diez’ chutaba desde los once metros a las manos de Juan Carlos. Era el minuto 60 y hasta el pitido final el Numancia pudo ganar pero también pudo perder. Fue un manojo de nervios y con los cambios y con el tiempo ya cumplido parte de la grada del fondo sur pedía la cabeza de Arrasate al frente del banquillo. Fue una tarde de pasillo de psiquiátrico en la que el Numancia fue el gran perjudicado.

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