Heraldo-Diario de Soria

C.D. NUMANCIA

Diferencia en la pegada

Los rojillos merecen mejor suerte en su visita a la cancha del Levante / Tuvieron más ocasiones pero menos acierto que los locales

Julio Álvarez en un lance con Pedro López.-ÁREA 11

Julio Álvarez en un lance con Pedro López.-ÁREA 11

Publicado por
CÉSAR G. AZNAR
Soria

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La máxima futbolística de perdonar y pagar volvió a cumplirse a rajatabla en el inicio de la segunda vuelta para el Numancia, que cayó derrotado en la cancha del líder Levante pese a ser superior en el cómputo global de los noventa minutos. El conjunto de Jagoba Arrasate causó una buena imagen pese al resultado final en un encuentro en el que fue valiente. Tuvo más posesión y más ocasiones que el conjunto granota, que aprovechó su única oportunidad clara para adelantarse en el marcador. Fue esa diferencia de pegada lo que causó que el Numancia volviera de vacío en un encuentro en el que mereció al menos el empate.

Salieron valientes los sorianos en el campo del primer clasificado, y apenas a los veinte segundos de juego tuvieron cerca el cero a uno en una buena jugada trenzada que culminó Jairo Morillas con un disparo raso, algo flojo para la intervención del meta Raúl. Un portero protagonista poco después, cuando en una contra numantina derribó a Marc Mateu fuera del área, siendo sancionado sólo con amarilla.

Los visitantes movían, tocaban y dominaban ante un Levante replegado, pero un líder es un líder por algo y en su primera llegada, los granotas harían el gol decisivo. Estupenda combinación al cuarto de hora entre Roger y Jason, que el coruñés convertía de tiro raso y cruzado ante Aitor Fernández.

Tocaba remar contra la corriente cuando menos lo merecían los numantinos, un equipo que volcaba casi todos sus intentos por el costado zurdo, donde Marc Mateu monopolizaba las atenciones.

Llegaban los de Arrasate pero les faltaba claridad en sus opciones, como un testarazo de Valcarce o un intento de gol olímpico de Julio Álvarez que sacó de puños y con apuros el arquero granota.

En el cuarto de hora final del primer periodo perdieron algo de frescura los castellanos mientras el Levante trataba de tocar un poco más en la medular. Morales por los locales e Íñigo Pérez en los sorianos disponían de las últimas oportunidades de gol, ambos con el punto de mira bastante desviado en sus lejanos disparos. Con ese uno a cero y cierta sensación de marcador injusto se retiraban los veintidós en una lluviosa matinal valenciana.

Los primeros minutos de la reanudación fueron los peores del Numancia en el encuentro. Algo desubicado, el equipo de Arrasate no tocaba con tanta fluidez como en el primer acto, atascado ante la presión alta de un Levante que salió a sentenciar. La velocidad de Morales traía en jaque a la defensa castellana, pero Roger no pudo aprovechar la buena asistencia de su compañero apenas al minuto y medio de juego.

El encuentro estaba más trabado, menos pases verticales y pocas llegadas a las áreas, hasta que Íñigo Pérez rompía la gélida dinámica ya sobrepasado el cuarto de hora culminando una buena jugada trenzada por la izquierda con un disparo raso al palo corto que atajaba con apuros el portero del Levante.

El Numancia volvía a crecer en su fútbol, poco a poco y sin prisas llegando desde atrás con más efectivo. Destacaba Orfila, mucho más activo y explorando nuevas vías por el costado diestro del ataque. Por el otro lado también se destacaba Ripa, convertido casi en extremo y forzando riesgos en cada subida.

Una clara opción llegaba a balón parado, del guante que tiene en su pie Julio Álvarez, poniendo un balón perfecto en la testa de Jairo quien, desmarcado, picó en exceso el remate facilitando la parada de un Raúl Fernández con mucho más trabajo que su colega.

El Levante sólo llegaba en esporádicas contras pero muy claras, como una de Roger donde el ariete fue individualista y vio cómo Ripa le taponaba el disparo in extremis. De ahí al final, restaban quince para el noventa, el encuentro fue nuevamente un monólogo para los de Arrasate, únicamente a falta de la guinda del gol. Marc Mateu y Ruiz de Galarreta probaban desde fuera del área sin encontrar los tres palos de la meta granota, y poco después, minuto 83, Ripa disparaba desde lejos buscando la colocación cerca de la escuadra pero sin llegar a sorprender al portero local.

Jagoba Arrasate quemaba sus naves ubicando a Capilla y dejando zaga de tres, pero ni por esas. A los 88, Íñigo Pérez disparaba fuera desde el vértice del área chica tras la enésima combinación soriana por la izquierda, muriendo el encuentro ya en el 93´ con un saque de esquina donde Aitor Fernández se incorporaba al remate pero quien lo conectaba, y con serio peligro, era Acuña, sustituto antes de Jairo Morillas. El testarazo del nueve se marchó rozando el palo diestro de la portería del Levante y así acababa un encuentro donde un único factor, la eficacia, distinguía al equipo que va líder de otro que navega en las posiciones del ecuador de la tabla.

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