Heraldo-Diario de Soria

CD NUMANCIA

Cede el muro numantino

El Numancia pierde su primer partido en Los Pajaritos / El conjunto soriano no puede con el Granada , superior durante todo el enfrentamiento

Marc Mateu le intenta quitar el balón a Alberto Martín, ayer, en el partido en Los Pajaritos.-VALENTÍN GUISANDE

Marc Mateu le intenta quitar el balón a Alberto Martín, ayer, en el partido en Los Pajaritos.-VALENTÍN GUISANDE

Publicado por
LUIS HDEZ. CASADO
Soria

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Cuestión de tiempo. El idilio entre la victoria y el Numancia de Los Pajaritos se rompió ayer. El equipo soriano no alargó su buena racha en casa otra jornada más y el Granada acabó con el mejor equipo de local, capaz de sumar todos los puntos en sus primeras cinco apariciones. En la sexta, todo quedó en el intento. El Granada aprovechó en los albores del enfrentamiento un pase en largo para ganar la espalda de Ripa y marcar un gol que condicionó todo el enfrentamiento. Pedro superó a Aitor de fuerte disparo por alto y ahí comenzó la agonía del grupo de Arrasate, maniatado de tal forma por el rival y por su propia falta de recursos combinativos para acercarse a los dominios de Javi Varas. Hasta veinte minutos después de encajar el tanto no consiguió asomarse al área rival con un disparo entre los tres palos. Y casi media hora después de ese gol hilvanó una jugada con más de cuatro pases con sentido. Pere Milla la culminó con un remate fuera. Hasta ahí, los pases en largo hacia los puntas o los intentos de profundizar por las bandas también con balones prolongados desde posiciones defensivas no supusieron ningún peligro para la ordenada zaga del Granada, cómodo en su papel de aguantar y defender, pero sin renunciar al ataque.

El segundo golpe del partido llegó cuando el Numancia parecía dominar el partido y había encontrado en la combinación una vía para atacar la defensa rival. Joselu aprovechó un rechace de Aitor para marcar el segundo y aumentar las distancias en el marcador, algo que ya ocurría en el terreno de juego. Con varios pases por la banda izquierda, Machís y luego Joselu superaron la defensa rojilla para ampliar el resultado e iniciar el derribo del muro numantino. El Granada se asomó poco a los dominios de Aitor pero con una gran eficacia. Una pegada suficiente para marcar las diferencias. Bien asentado desactivó la mayoría de las acciones numantinas, inoperante en el juego combinativo y únicamente inspirado cuando el partido se abrió por momentos o intentó llegar al área rival a través de rápidas transiciones. El juego vertical es su mejor arma, pero ayer el Granada lo frenó con un gol tempranero que dejó la iniciativa al grupo de Arrasate, con muchos problemas para crear peligro desde el juego estático.

A la vuelta de los vestuarios, al Numancia se le complicó mucho más el partido. Markel sujetó a Machís cuando enfilaba en solitario hacia Aitor y el colegiado interpretó con una roja directa que la jugada era prometedora. Ese concepto utilizado para designar que tenía opción de marcar de continuar la acción. Con un futbolista menos, la banda derecha del equipo soriano se convirtió en una autopista con libertad de circulación para Machís. Dani Calvo sufrió de lo lindo. La velocidad del venezolano no la frenó ni él ni nadie con una camiseta roja. La presencia de Nacho, que entró para poblar el costado diestro, tampoco paró un recurso que el Granada explotó hasta conseguir su resultado. El tercer gol visitante llegó con una jugada de Machís y un remate de Rei Manaj, que había entrado por Joselu en la recta final del partido. Para entonces, habían desperdiciado varias llegadas del velocista venezolano, que puso a varios de sus compañeros la oportunidad de sentenciar el choque.

El Numancia tiró de orgullo y con uno menos lo intentó de todas las formas. Durante varios minutos se aprovechó del descontrol del partido. Con acciones de ida y vuelta, algo que al Granada no le benefició, el grupo de Arrasate intentó recortar las distancias. Íñigo Pérez lo probó desde el balón parado y desde fuera del área, sin éxito. Manu del Moral tampoco encontró portería y sí a Javi Varas, muy seguro en todas sus intervenciones. Lo mismo que Pablo Valcarce. En el área contraria, entre Pedro, Joselu y Machís pusieron a prueba a Aitor que sostuvo al equipo una vez más. Guillermo abrió la esperanza al marcar de penalti, tercero que mete, señalado sobre Milla. Un espejismo porque Machís, un minuto después, por fin encontró a un compañero para derribar el muro numantino.

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