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El deporte, un arma de doble filo con el polen

La primavera es una de las peores épocas para los alérgicos, ya que sufren unos síntomas irritantes que disminuyen su rendimiento

-S. I. BELLED

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Publicado por
Sara I. Belled
Soria

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Sales con la bici, bajas por el río y, de repente... ¡achís! ¡achís, achís! Y no hay Jesús que valga. La primavera nos trae una de las mejores épocas para disfrutar de la naturaleza. Temperaturas más o menos cálidas que no solo hacen proclive la salida de esa especie común de deportista que parece despertar del letargo del invierno, si no que pone en marcha la fiesta del polen. Una celebración a la que no todos están invitados. Los deportistas, además, tienen un dresscode especial.

«Los deportistas, por su preparación, consiguen una mejor capacidad respiratoria que les permite tolerar mejor los síntomas de la alergia durante su vida cotidiana», explica Jónatan Vicente, jefe de servicio de alergología en Soria. Pero, claro, «el nivel que necesitan durante la realización del deporte hace que el rendimiento disminuya al ver mermadas sus capacidades físicas». Ahí está el problema. Los síntomas de la alergia al polen van del picor de ojos a la tos, los mareos o la pérdida de conciencia. Por eso hay que andarse con ojo en esta época del año. Aunque no solo en esta época.

«Aunque pensamos que solo hay pólenes en primavera, no es así», apunta Vicente. Pues todavía se pone mejor la cosa. «En Soria tenemos alta concentración de polen de cupresáceas (arizónica, ciprés, sabinas, thujas...) desde enero hasta mayo». Y dependiendo de a qué es alérgica una persona, esta puede presentar sintomatologías en diferentes épocas. Eso sí, es en primavera, ahora, cuando polinizan las gramíneas, árboles como plátanos de sombra, encinas y robles y malezas.

La sintomatología de la alergía al polen, que algunos lectores conocerán bien, incluye afectación en ojos, nariz y/o pulmones. En el caso de quienes practican deporte, se entiende que en el exterior, los pacientes que presentan conjuntivitis aisladas, a pesar de que los síntomas son bastante molestos, no sufren una gran repercusión general. Son los síntomas nasales y, sobre todo, pulmonares, los que revierten mayor riesgo. «El deportista puede ver alterado su patrón respiratorio al no poder respirar bien por la nariz», apunta el doctor.

Sin duda, haciendo deporte hay una mayor exposición, por ese nivel de exigencia del que habla Vicente, y los síntomas que se presentan son como los generales de la alergia, «pero más intensos». A saber: conjuntivitis, que incluye picor de ojos, inyección conjuntival, lagrimeo o edema palpebral; rinitis, con prurito nasal, nariz taponada, mucosidad clara constante o salvas de estornudos; y asma, que incluye fatiga, tos, presión torácica, sibilancias pulmonares, mareos o pérdida de conciencia.

Es este último síntoma el más complicado. «Si el paciente es asmático sí que es peligroso», zanja el doctor. «Durante la realización de ejercicio físico el aumento del flujo respiratorio y el esfuerzo que está realizando puede provocar crisis más intensas». Destaca que incluso está reconocido «el asma por esfuerzo físico». No todos los pacientes tienen el mismo grado de asma, pero pueden presentar «desde tos hasta crisis muy intensas de asma con pérdida de conciencia e incluso desenlace fatal».

Ya se dice: prevenir es curar. En este caso, «lo primero es tener un diagnóstico alergológico concreto, saber qué pólenes producen los síntomas». El objetivo es prever las épocas de mayor riesgo. Y el tratamiento se realiza sobre tres pilares: evitar del alérgeno, el tratamiento sintomático, a través de la medicación pautada por el alergólogo, y las vacunas, que son las únicas que varían la evolución de la enfermedad, ya que se actúa sobre el sistema inmunológico.

Mejor dentro

Parece lógico, aunque en determinados deportes parece imposible, que en estas épocas se cambie el entrenamiento al aire libre por el indoor. El doctor recomienda además utilizar gafas de sol o mascarillas.

En cualquier caso, apunta, «el mejor consejo es conocer bien la enfermedad y utilizar la medicación pautada por el alergólogo». No queda al margen la posibilidad de que algunos de estos fármacos pueden dar positivo en control antidoping en deportistas de competición. Por ello, y dependiendo del nivel en el que cada cual lo practique, es necesario presentar el correspondiente informe del especialista para poder utilizarlos.

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