Heraldo-Diario de Soria

AÚPA NUMANCIA

El influjo de Los Pajaritos

El Numancia vence al Albacete con un gol de Escassi en una acción a balón parado en el saque de un córner y repite victoria en casa una semana después de haber ganado al Lugo

Escassi celebra su gol con sus compañeros, ayer, en Los Pajaritos.-VALENTÍN GUISANDE

Escassi celebra su gol con sus compañeros, ayer, en Los Pajaritos.-VALENTÍN GUISANDE

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LUIS HDEZ. CASADO
Soria

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Al abrigo de Los Pajaritos, el Numancia crece y progresa. Segunda cita consecutiva en casa y segunda victoria seguida tras la del sábado pasado ante el Lugo. Bajo el influjo de su campo, el grupo de Luis Carrión se impuso ayer al Albacete, un equipo de jerarquía al que una acción a balón parado tumbó y frenó en su intento de discutir con los conjuntos principales de la categoría. En ese grupo se ha asomado momentáneamente el Numancia, que ya llega a 21 puntos, una vez computados los seis de la última tacada. Una gran noticia por la igualdad existente y por la dificultad de sorprender a los rivales de turno. En esta oportunidad, el matiz diferencial se presentó en forma de acción a balón parado. Escassi aprovechó el rechace de un remate de Guillermo al palo para marcar y desanudar un enfrentamiento que no había encontrado hasta ese instante otras vías hacia el gol. Otra vez la estrategia en un saque de esquina permite la victoria y saca de apuros a un equipo que contó anteriormente con ocasiones para adelantarse sin resolverlas en los últimos metros. Buena parte de ellas en rápidas transiciones nacidas en la fase defensiva. Contragolpes veloces y ligeros hasta el área contraria, pero mal gestionados en el último pase o a la hora de finalizarlos. El gol encontró en la estrategia el mejor camino y antes del tanto de Escassi ya avisó con un remate de Gus Ledes en otro saque de esquina. Por esa suerte, el Numancia casi siempre acumula alguna oportunidad y ya son varios los puntos registrados a través del recurso a balón parado.

El enfrentamiento nació con el Numancia muy volcado en el área rival. Antes de los primeros cinco minutos ya había contabilizado un saque de falta lateral y dos córners. Al Albacete le costó soltar el dominio local y asomarse al área de Dani Barrio, que intervino por primera vez con una sencilla parada a los diez minutos del arranque. Sacudido el dominio rojillo inicial, el partido giró a una alternancia de posesiones sin una derivación clara de oportunidades. El conjunto soriano se asomó de manera más eficaz al área de Tomeu Nadal en contragolpes. Taponadas las bandas, los dos laterales rojillos no encontraron la manera de percutir sobre la defensa del Albacete. En otras ocasiones, el papel de los laterales resultó determinante para armar el ataque y ayer no hallaron la forma de superar a sus oponentes por los costados. Tampoco lo consiguió Moha, mucho más resolutivo en su faceta defensiva que a la hora de atacar con apenas desborde en su intentos por profundizar. Curro generó más peligro, pero siempre partiendo de fuera hacia dentro o conduciendo las agitadas transiciones hacia el área rival, bien apoyado por Noguera, que cuenta con la virtud de leer y ejecutar casi siempre bien la mejor opción de pase. El gol, sin embargo, no llegó en estas acciones por la falta de definición en los metros finales. La primera parte finalizó con la sensación de que ambos conjuntos se asomaron al área rival sin mayores consecuencias y sin exigir demasiado a los porteros.

En la reanudación, tras una fase inicial de imprecisiones y de cierto sopor, el Numancia asumió el protagonismo con varias jugadas al contragolpe y diferentes acciones a balón parado. Los cambios de Carrión buscaron un salto ofensivo. Otegui, Albiach y Guillermo se incorporaron para buscar el gol que se resistía. El delantero bilbaíno remató un córner botado por Curro y el balón se estrelló en el palo de la portería de Tomeu Nadal. El rechace le cayó a Escassi que empujó el balón para adelantar al Numancia en el marcador. La jugada a balón parado desatascó el partido y refrendó una vez más la importancia de este recurso para ganar partidos y sumar puntos. El trabajo de laboratorio y su buena ejecución abrieron la vía de la victoria.

El Albacete reaccionó rápidamente. En un saque de esquina, Silvestre se adelantó a la defensa rojilla para rematar de cabeza y mandar el balón cerca del marco de Dani Barrio, que se vio sorprendido en una posterior acción de Acuña con un centro desde la banda derecha. El balón se envenenó y golpeó en la parte superior del larguero ante la mirada del portero numantino, completamente superado. Este lanzamiento al palo espoleó en los últimos minutos al Albacete, que buscó de manera desesperada el empate. Acuña lo intentó de nuevo desde el balcón del área en una acción posterior. Su lanzamiento lo taponó la defensa rojilla y el rechace activó una nueva contra. La transición veloz llevó a varios efectivos hacia los dominios del Tomeu Nadal, pero una vez más, la finalización no encontró la respuesta del gol, que hubiera acabado con el partido. Curro cruzó en exceso el balón y se marchó fuera. Lo que no consiguió matar con un gol lo hizo el cronómetro. Sin más tiempo para insistir en una agónica victoria, el colegiado señaló el final del partido justo después de amonestar por segunda vez a Olabe y expulsarlo.

El Numancia consumó la victoria, segunda consecutiva en casa, logrando asentar la intención de afianzar Los Pajaritos como un destino complicado para sus rivales y como su mejor escenario para progresar y crecer en la competición. Con la dificultad que entraña no ser sorprendido en casa en dos jornadas consecutivas, los seis puntos sumados permiten al conjunto soriano asomarse a la zona alta de la clasificación para atacar su nuevo reto: ganar también lejos de Los Pajaritos.

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