El primer escalón del Numancia

El C.D. Numancia recordará 2022 como el año del ascenso a Primera Federación, en la que fue una temporada muy difícil para un club que había caído a los infiernos del fútbol modesto después de muchos años en la élite. El ascenso logrado ante el Ebro el 8 de mayo en Los Pajaritos gracias a los goles de Carrillo y Lupu ya queda grabado en la memoria del numantinismo. Era la primera piedra para regresar al tan añorado fútbol profesional. Un año con el cese de Diego Martínez en noviembre tras caer goleados en el feudo del Atlético Baleares y la llegada de Iñaki Bea con el objetivo de volver a celebrar un salto de categoría.

El C.D. Numancia subía el segundo domingo de mayo a Primera RFEF y ponía el colofón a una temporada complicada y exigente en la que el equipo estuvo líder únicamente en cuatro de las 34 jornadas, pero suficientes para dar el salto de categoría y poco a poco ir recuperando el terreno perdido en los dos últimos años. El objetivo de la entidad numantina, reconocido por su presidente, Santiago Morales, es regresar cuanto antes al fútbol profesional, un escenario para nada desconocido para un club que ha ascendido tres veces a Primera División, dos a Segunda. El Numancia tenía que esperar 14 años para celebrar un nuevo ascenso.

Fin a dos años de sin sabores 

La temporada 2021-2022 supuso el fin a dos años de malas noticias al subir a Primera RFEF. En julio de 2020 el Numancia ponía fin a más de dos décadas en el fútbol profesional con el descenso s Segunda B. Dos años de sufrimiento que finalizaban con la victoria ante el Ebro que, favorecidos por la derrota del Espanyol B, suponía el ascenso a la Primera RFEF. El Numancia de Diego Martínez lograba matemáticamente el salto de categoría a falta de una jornada y del aplazado ante el Lleida. Un Numancia con trayectoria ascendente que acumulaba nada menos que seis victorias seguidas. La segunda vuelta de los rojillos fue sobresaliente con ya 21 jornadas sin conocer la derrota. Después de 14 años Soria y el Numancia celebraban un nuevo ascenso.

Fue una labor de equipo en la que el bloque fue fundamental, aunque que duda cabe que hubo individualidades que jugaron un papel muy importante, especialmente los refuerzos de invierno con Fer Román, Carrillo y Lupu a la cabeza. El crecimiento de jugadores como Isma Gil o la regularidad de Jaume Pol también fueron básicos para que el Numancia se proclamase campeón.

Isma Gil fue discutido en la primera parte del campeonato pero no le han temblado las piernas para ser uno de los baluartes del equipo en los últimos meses de competición. Sólo hay que recordar su gran actuación ante el Ibiza Islas Pitiusas en el feudo insular al ser el salvador del equipo con grandes intervenciones.  Jaume Pol fue la regularidad por bandera del dueño del lateral izquierdo del Numancia. El balear también colaboró con goles. Sus llegadas por la banda le dieron mucho al Numancia, que también ha encontró en él a una pieza importante en el juego aéreo.

La llegada de Fer Román en el mercado de enero dio al Numancia un salto de calidad en defensa y ahí están los resultados desde que se hizo con un puesto en el eje de la zaga. El madrileño dio aplomo y seguridad, especialmente en las acciones por alto, a un equipo rojillo que no acababa de encontrar el nivel en el apartado defensivo.

Refuerzos de enero

Carrillo marcó las diferencias con su pierna izquierda. Otro de los refuerzos de enero que dieron un plus al Numancia. Con la grave lesión que sufría Jesús Tamayo se necesitaba un futbolista de calidad para guiar a los rojillos en su juego ofensivo. El rendimiento de Carrillo no se hizo esperar y a las primeras de cambio se echo al equipo a sus espaldas en lo que al juego creativo se refiere. De mediapunta o arrancando desde la derecha para hacer diagonales, el murciano fue fundamental en los planes de Diego Martínez.  

Lupu fue el lobo del Numancia de cara al área rival. Y es que en una quincena de encuentros desde que aterrizó cedido por el Nástic de Tarragona el rumano de Logroño sumaba nada más y nada menos que nueve goles para convertirse en el pichichi numantino. Lupo fue otro de los fichajes de Rubén Andrés en la ventana de invierno y desde su llegada el Numancia fue otro. Un Numancia con gol y con agresividad en la punta del ataque. 

Un Numancia basado en el bloque y que también tuvo otros actores importantes como por ejemplo Diego Cervero. El asturiano supo saber llevar su papel de revulsivo desde el banquillo y los dos goles que marcaba la daban al Numancia seis puntos con dos victorias ante el Brea y el Tarazona. Dos encuentros abocados al empate y que resolvía el ariete ovetense con sendos remates de cabeza.

Apuesta por el ascenso

Expiraba el curso y el Numancia sacaba nota, aunque sin tiempo para muchas celebraciones había que pensar en la siguiente campaña para competir en una exigente y competitiva Primera Federación. Diego Martínez continuaba al frente de la nave, pero en la plantilla hubo muchas novedades con la llegada de una quince de futbolistas nuevos. El presidente Santiago Morales había apostado por el ascenso, pero el campeonato no arrancaba con buen pie.

El Numancia perdía sus dos primeros partidos en Los Pajaritos ante el Intercity y el Alcoyano y fuera únicamente ‘rascaba’ dos empates en Elda y Murcia. Diego Martínez empezaba a estar cuestionado y hasta la quinta jornada ante La Nucía no llegaba la primera victoria y los primeros goles.

Los sorianos lograban tres victorias seguidas ante La Nucia, Amorebieta y Real Sociedad B y parecía que se enderezaba el rumbo. Sin embargo, cuatro jornadas después Diego Martínez era cesado e Iñaki Bea tomaba el timón. Mejoraron los resultados y, a pesar de las lesiones como la de gravedad de David González, el viento empezaba a soplar de cara para los rojillos.

Un presupuesto para regresar a la élite

Mirando hacia el fútbol profesional al que aspira ascender próximamente, la Junta General de Accionistas del CD Numancia aprobaba un presupuesto para la campaña 2022-23 de ingresos (1.975.500 euros) y gastos (4.399.048) con unas pérdidas iniciales de más de dos millones. El motivo de estos números negativos se debe al interés del Consejo de Administración del club soriano de mantener la estructura para competir en el fútbol profesional en breve espacio de tiempo. La falta de ingresos por los derechos de televisión lastran a la entidad numantina, razón por la que se mueve en números negativos cuando solo la partida de gastos en sueldos y salarios del primer equipo llega hasta los 2.237.000 euros. El salto de calidad se encuentra en el paso al fútbol profesional.  Después de una temporada exitosa, la 2021-22, con el ascenso a Primera Federación, el club cerró el ejercicio con un resultado negativo de 1.263.866,86 euros. Cifras que se acumularán a las de años precedentes y que se intentarán amortizar en los siguientes ejercicios. La Junta General de Accionistas, con una representación del 77,59% del capital social, aprobó las cuentas del ejercicio cerrado a 30 de junio de 2022 y el presupuesto de ingresos y gastos para el ejercicio 2022-23.