Las cinco lesiones más comunes de los futbolistas (también del Numancia)

El deporte rey es practicado por millones de personas en todo el mundo. Un deporte que en el ámbito profesional exige el mas alto nivel de preparación para tratar de prevenir las temidas lesiones, en especial las más graves. Son muchas las lesiones que puede sufrir un jugador de fútbol y los tiempo de se recuperación varían en función de la afectación (muscular, ligamentosa u osea) así como la gravedad de la misma. En los últimos años varios jugadores del C.D. Numancia han sufrido la más grave de todas las que puede padecer un futbolista, la rotura del ligamento cruzado anterior.

Aquí te presentamos cuáles son las más comunes:

Es la lesión más común en el fútbol y en otros muchos deportes. Tanto la rodilla como el tobillo cuentan con elementos ligamentosos cuya función es mantener unidos los diferentes huesos que forma la articulación. El esguince se produce cuando doblas, tuerces o giras de forma extraña una de estas articulaciones estando ésta por regla general apoyada en el suelo. En el caso del esguince de rodilla, en ocasiones, la personas afectada puede oír o notar un chasquido en la rodilla en el momento de la lesión, un sonido que puede indicar el desgarro de un ligamento. Inflamación y enrojecimiento o dolor continuo al caminar o al tacto son otros síntomas de un esguince de rodilla. Los tiempos de recuperación de un esguince dependerán de la gravedad del mismo y de la respuesta de la persona lesionada al tratamiento. En líneas general, un esguince de grado uno se puede reparar en unas pocas semanas; el de grado dos entre cuatro y seis semanas y los de grado tres pueden dilatarse durante dos meses o más.

El grupo de músculos ubicados en la parte trasera del muslo es una de las lesiones que más afecta a los futbolistas. Se estima que suponen el 17% de las lesiones en el fútbol europeo. Este grupo muscular es el encargado de aportar potencia a la piernas, algo que sucede de forma habitual en esprints o cambios de ritmo. El síntoma más destacable de un desgarro en los isquiotibiales es la aparición de un dolor punzante e intenso en la parte trasera del muslo. En caso de una lesión grave, los movimientos de rodilla y cadera pueden verse limitados. Al dolor viene acompañado de hinchazón y hematoma en la zona afectada. Se trata de lesiones musculares que no necesitan cirugía para su reparación pero que sí pueden provocar periodos largos de inactividad. El plazo de recuperación dependerá de la gravedad de la lesión, rotura muscular, y de la respuesta de la persona lesionada. Los plazos varían entre una y dos semanas y seis u ocho en función de esa gravedad.

El tendón es el tejido encargado de unir el músculo y el hueso y la tendinitis puede ser causada por lesiones repentinas pero lo más habitual es que aparezca debido a la repetición de un mismo movimiento a lo largo del tiempo. Se trata de una lesión muy asociada a ciertas prácticas deportivas hasta el punto de que se conocen diferentes tipos de tendinitis en función del deporte practicado. De esta forma se habla de 'codo de tenista' y de 'hombro de nadador'. En el caso del fútbol se estima de uno de cada 40 jugadores de élite se perderán algún encuentro como consecuencia de una tendinitis rotuliana, o 'rodilla de saltador', que afecta especialmente a deportes como el voleibol o baloncesto. Un estudio liderado por el Departamento de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Linkoping (Suecia) y financiado por la UEFA analiza la epidemiología de la tendinopatía rotuliana en 2.299 futbolistas pertenecientes a 51 clubs de élite europeos, además de identificar posibles factores de riesgo. En el periodo de estudio comprendido entre 2001 y 2009 se produjeron 139 lesiones del tendón rotuliano. En el caso del fútbol el tendón se encuentra sometido a traumas repetitivos y de intensidad muy elevados como son acciones de golpeo, cambios de dirección, saltos, aceleraciones y desaceleraciones que tienen lugar durante el juego. La gravedad de la misma depende de la intensidad del dolor pero en uno de los casos más graves el jugador no puede entrenar con normalidad. El caso más grave es la rotura del tendón. El tratamiento dependerá de la gravedad de la dolencia así como las características del jugador. Un caso grave fue el del portero del F.C. Barcelona, Marc-AndreTer Stegen, quien ha tenido que ser intervenido en dos ocasiones de esa molestia, tardando tres meses en volver a entrenar en el grupo tras una de ellas. Otra tendinitis que afecta mucho a los futbolistas es la tendinitis aquilea que afecta al tendón de Aquiles.

Durante la práctica futbolística es habitual que los jugadores sufran calambres y contracturas musculares. El calambre es una contracción muscular intensa y dolorosa de un grupo de fibras. Suele ser un dolor corto, va desde unos segundos a un par de minutos. Por su parte, la contractura es un aumento en el 'tono' de un grupo de fibras y aparece como un molestia muscular sin ningún tipo de golpe de por medio. Se sienten como un 'bulto' o 'pelota' dándose con más frecuencia en el cuádriceps, isquiotibiales, o gemelos. Puede doler el músculo de forma parcial o completa.

Otro clásico de las lesiones futbolísticas frecuentes es la pubalgia, una dolencia que han sufrido jugadores de primer nivel y que, en algún caso, ha obligado a pasar por el quirófano. La pubalgia se genera por lesiones en los múculos y articulaciones de la zona inguinal, localizando el la zona del pubis. El origen de la lesión está en la sobrecarga de los tendones así como en movimientos que se realizan de forma repetitiva: golpeo del balón, cambios de dirección en el regate, los movimientos forzados, los saltos con caídas descompensada, los cambios de velocidad, las constantes frenadas o el exceso de partidos pueden ser el origen de esta lesión. El tratamiento más habitual es reposo así como antiflamatorios para reducir el dolor y la inflamación de los tendones. En los casos más extremos el futbolista debe pasar por el quirófano. Los plazos de recuperación varían entre un mes o un año en función de la gravedad y de la respuesta de la persona que sufre la dolencia.

No es de las más comunes en el fútbol pero sí esa habitual todas las temporadas siendo además, junto a la de fractura de tibia y peroné, de las más graves dado que muchos han sido los jugadores que se han visto obligados a dejar el fútbol por culpa de esta dolencia. El ligamento cruzado anterior de la rodilla tiene el objetivo de estabilizar la tibia para que mantenga su posición sin adelantar al fémur. De este modo, una torsión brusca de la rodilla puede romper de manera total o parcial al ligamento ya mencionado. El plazo de recuperación de esta lesión es de ocho a diez meses. 

En las últimas temporadas varios integrantes del C.D. Numancia han sufrido en sus carnes esta grave lesión de rodilla. Uno de ellos es el hoy capitán rojillo, Jesús Tamayo, quien se lesionaba de forma fortuita en un entrenamiento en diciembre de 2022. El jugador pasaba por el quirófano en Madrid y se perdía lo que quedaba de temporada.  Unos meses antes, en abril, Mateo Arellano, un jugador importante en el esquema del equipo, sufría esa misma lesión y se perdía lo que restaba de temporada. Unos meses antes el centrocampista había tenido una toma de contacto para hablar de su continuidad en el equipo. En noviembre de 2022 era David González, jugador cedido por el Real Madrid, quien sufría esta misma lesión en el mes de noviembre durante la visita al estadio Johan Cruyff para enfrentarse al Barça Atlétic. El Numancia perdía así para lo que restaba de temporada a un jugador que estaba siendo importante durante el curso.