Heraldo-Diario de Soria

SALAMANCA

Buscador de lugares sin obstáculos

El grupo Bisite de la USALdesarrolla una plataforma social para romper las barreras arquitectónicas de las ciudades

Investigadores del grupo Bisite de la USAL con la aplicación Spaces4All.-ENRIQUE CARRASCAL

Investigadores del grupo Bisite de la USAL con la aplicación Spaces4All.-ENRIQUE CARRASCAL

Publicado por
E. Lera
Soria

Creado:

Actualizado:

Pedro es un joven de una localidad del norte de España que padece atrofia muscular espinal, una enfermedad genética que, entre otras cosas, le obliga a desplazarse en una silla de ruedas eléctrica. Para él, no es ningún problema. No supone un impedimento para hacer una vida normal. Sin embargo, no puede disfrutar de su principal pasatiempo: el teatro. La entrada al establecimiento tiene seis escalones. Media docena de peldaños que le separan de su pasión.

La solución pasaría por hacer accesible este lugar. Pero si los presupuestos aprietan en la empresa gestora, existen otros métodos para poder ver ¿Por qué lloras, Marie? en vivo y en directo. La solución la tiene el grupo Bisite de la Universidad de Salamanca (USAL). Este equipo ha desarrollado una plataforma social cuyo objetivo es romper las barreras arquitectónicas existentes en las ciudades. Para tal fin facilita a los usuarios información relevante (por ejemplo, la accesibilidad) de los distintos establecimientos e instituciones que tiene a su alrededor.

Con Spaces4All –así se llama el proyecto– Pedro ya no tendrá que esperar a que su obra favorita se convierta en película y llegue a las tiendas, sino que podrá buscar el teatro que esté adaptado para personas con discapacidad física. «Es la primera plataforma que nos informa de una forma clara y concisa de las características que tienen los establecimientos de nuestro entorno», explica la investigadora Raquel Jimeno. «No solo aporta información y comentarios como otros sistemas del mercado, sino que expone la accesibilidad», añade.

Una de las peculiaridades de esta idea es que se trata de una herramienta colaborativa, la persona no solo se beneficia de los datos que puede encontrar en ella, también puede dejar comentarios, valoraciones y fotografías de los lugares accesibles. Todo se guarda en la base de datos de la plataforma.

La accesibilidad de los lugares públicos se muestra en cuatro colores: el verde se aplica para locales que disponen de rampa o no tienen escalones en la entrada; el naranja es para aquellos que cuentan con un obstáculo que no supera los siete centímetros; el rojo es para lugares no habilitados para sillas de ruedas en su acceso o con habitaciones no accesibles y el azul para enclaves que no han sido calificados todavía y en los que se puede dar una opinión como usuario responsable.

De momento, cuenta Jimeno, el proyecto consta de una página web –spaces4all.org– activa y una aplicación para Android en las últimas fases de construcción. La app se basa en tecnología Geofencing (ofrece también anuncios a los usuarios en función de su ubicación exacta), lo que permite que se puedan valorar sitios públicos por los que se pasa sin necesidad de tener la aplicación abierta consumiendo batería. Los datos para la realización de la plataforma han sido extraídos de OpenStreetMap –proyecto colaborativo dirigido a crear un mapa del planeta con datos geográficos libres y ofrecerlo a cualquiera que lo desee–, apunta la investigadora. «Te ofrece la posibilidad de buscar 38 tipos de locales: farmacias, bares, restaurantes, bancos o teatros».

La voluntad de este equipo es crear un ranking de las ciudades más adaptadas y accesibles. De igual forma, dice la investigadora de la USAL, se explota la posibilidad de colaborar con distintas organizaciones sin ánimo de lucro e instituciones para catalogar los distintos parámetros en dicha clasificación. La intención es instaurar un «sello de accesibilidad» denominado Spaces4All.

Pero lo más interesante de esta plataforma, según cuentan sus creadores, es que es única. Sí, han leído bien, no existe nada parecido en el mercado. «Nuestra información abarca aspectos que en plataformas similares no están detallados. Eso nos da un canon de especialización y servicio público», puntualiza Raquel Jimeno.

El problema es que las ciudades son como una carrera de fondo. Necesitan rampas, espacios libres de obstáculos, pavimentos conductores y eliminación de las barreras arquitectónicas. No obstante, a muchos les parece que preparar una instalación para que todos puedan usarla impide la excelencia arquitectónica. Por ello, esta plataforma quiere destacar aquellos lugares que han hecho los deberes para adaptarse a las necesidades de las personas con discapacidad.

El proyecto surgió en HackForGood Salamanca, un maratón de desarrollo de aplicaciones creativas y dispositivos inteligentes, cuyo principal objetivo es poner la tecnología al servicio de las necesidades sociales y la innovación en la ciudad del Tormes.

Es verdad, admite, que no surgió en el seno del grupo Bisite de la USAL, sino que fue la organización de este evento, que dura 48 horas, la que se puso en contacto con ellos para que la llevaran a cabo esta iniciativa anónima. Y no han defraudado.

«Nuestro objetivo es proporcionar una visión general del nivel de accesibilidad de los sitios públicos a nivel mundial y que además permita al usuario colaborar valorando los sitios e incluso añadiendo fotografías. La aplicación más que nada es un compromiso de mejora social que hace partícipe a todos los ciudadanos», concluyen los investigadores de la Universidad de Salamanca.

tracking