Heraldo-Diario de Soria

VALLADOLID

Gestos faciales que se convierten en palabras

La UEMC crea un asistente de comunicación para personas con movilidad reducida y así favorecer su integración.

Alberto Rasillo, estudiante de Ingeniería Informática de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, muestra el asistente de comunicación.-PABLO REQUEJO

Alberto Rasillo, estudiante de Ingeniería Informática de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, muestra el asistente de comunicación.-PABLO REQUEJO

Publicado por
E.LERA
Soria

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En terreno de nadie. Lejos de lo que se esperaba de ella. La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Ha saltado de las escenas de ciencia ficción a la realidad de nuestros días. Sin querer ha educado a los ordenadores para, por ejemplo, reconocer las matrículas, nuestro acento, qué plato queremos pedir en el restaurante, o qué vamos a contestar en el último correo electrónico.

Es un aprendizaje preciso y efectivo que hace más fácil la vida al común de los mortales. Pero aún va más allá, salta barreras y facilita el día a día a personas con movilidad reducida y con problemas a la hora de comunicarse verbalmente con otras. Ante este panorama, Alberto Rasillo, estudiante de ingeniería informática de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), ha creado un asistente de comunicación para favorecer la integración de personas con movilidad reducida. El sistema se sustenta sobre tecnología de visión artificial con reconocimiento gestual de las expresiones faciales, lo que facilita la comunicación textual de la persona con el entorno, explica.

El programa se instala en un ordenador con cámara web y el funcionamiento es el siguiente: la persona se coloca delante y la cámara reconoce sus ojos y en la pantalla aparece un teclado visual.

En él se empiezan a iluminar las letras de izquierda a derecha y de arriba a abajo, cuando el usuario quiere seleccionar una guiña el ojo y entonces el software selecciona la letra y la coloca y así con el resto hasta que forme palabras, y después frases. De esta manera, las personas que se encuentran con él pueden leer lo que está escribiendo y saber si el plan de ir al cine le apetece o prefiere cambiar la película. «En principio está creado para hacerlo con un gesto del ojo, pero el sistema se adapta a las necesidades de los usuarios», señala Rasillo.

La diferencia de esta herramienta made in Valladolid con otras que existen en el mercado es que no requiere de una cámara especial, ya que con la misma webcam, sin hacer inversión, se puede disponer de este asistente.

El proyecto arrancó en marzo de este año. Este palentino, tras trabajar durante dos años en la Confederación Española de Personas Con Discapacidad Física y Organica, se dio cuenta de que muchos de sus alumnos no podían acceder a los cursos de informática que impartía porque no podían comunicarse con él. Así que reflexionó y llegó a la conclusión de que tenía que hacer algo para solucionar la vida de estas personas. Por este motivo, creó este software que terminó el pasado mes de septiembre.

La tecnología se basa en un sistema de visión artificial que detecta tanto la cámara como los ojos cuando realizan un movimiento muscular. «Es un vídeo en tiempo real. Tú le das al ordenador una imagen y éste la procesa e identifica los elementos que tú previamente has indicado que seleccione», explica Rasillo, quien añade que el asistente necesita instalar una serie de librerías para que todo funcione y se cumpla el objetivo para el que está diseñado.

En su opinión, tiene muchas ventajas. En primer lugar, con un ordenador comercial sería suficiente. «No se necesitaría una cámara específica, cuyo precio en el mercado ronda los 200 euros y supone una gran inversión, que con nuestra herramienta no sería necesaria», recalca el estudiante de Ingeniería Informática, al que sólo le falta el trabajo de fin de grado para terminar la universidad.

Además, tal y como apunta, es «muy sencilla de utilizar, fácil de configurar y de entender el funcionamiento». «Se adapta –continúa– perfectamente a las necesidades de los usuarios; tiene bastante flexibilidad».

De cara al futuro, quiere que su proyecto acabe siendo una realidad. Existen dos fórmulas. Por un lado, la opción de licenciamiento, donde una empresa o una organización compra la licencia y utiliza el programa. Por otro, la herramienta se puede adaptar a las necesidades de los usuarios, eso sí tendría un coste a mayores de la licencia. El proyecto es propiedad de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.

Alberto Rasillo, palentino de 30 años, ganó el VI Concurso de Prototipos Orientados al Mercado, actuación que se encuadra en el Plan TCUE 2015-2017 y ha sido seleccionada en el marco de un programa operativo cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y la Junta de Castilla y León.

En el acto de presentación que tuvo lugar el 27 de septiembre se dieron a conocer otros cuatro proyectos más desarrollados por investigadores, alumnos y egresados de la UEMC. El primero, un sistema para la correcta manipulación de los utensilios de higiene bucodental. Otro fue una plataforma de publicación multilingüe, que se marca como objetivo la construcción de una herramienta software de apoyo a la publicación en varios idiomas en los medios electrónicos, especialmente en las páginas webs y redes sociales. El tercero, una aplicación para dotar a Valladolid de un nuevo mecanismo de promoción turística para lograr una mejor comunicación con el visitante. El círculo lo cerró una invención para acercar la horticultura a todo el mundo.

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