Heraldo-Diario de Soria

PERSONAJES ÚNICOS / MERCEDES MARTÍNEZ

La Sherlock Holmes de la docencia

Estudió Medicina en la UVA pero cambió el bisturí por la tiza para explicar a sus alumnos las cuestiones legales y forenses que tienen lugar en el hospital / En mayo fue nombrada académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid

La profesora Mercedes Martínez en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.-- PHOTOGENIC

La profesora Mercedes Martínez en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.-- PHOTOGENIC

Publicado por
E.L.
Soria

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No, no lleva gabardina, ni una lupa ni un periódico con agujeros para los ojos. Viste bata blanca y con la tiza explica cómo la forma de las lesiones queda impresa en los huesos de tal manera que se puede llegar a adivinar el arma, y a través de esa información, la policía puede acabar dando con el culpable. Pero también enseña cómo actuar ante una violación o un caso de violencia machista en el servicio de Urgencias. Mercedes Martínez no es detective, sin embargo, sus lecciones ayudan, en muchas ocasiones, a cerrar el círculo criminal.

Estudió Medicina en la Universidad de Valladolid porque desde muy niña se enamoró de la profesión. «Ver a mi abuelo materno cómo trababa y ayudaba a sus enfermos y cómo ellos le querían marcó mi vocación», rememora muy emocionada. Así que se decidió que su futuro sería ese, si bien cambió el bisturí por la docencia y tras licenciarse en su ciudad natal, se lanzó al mundo para empaparse de todo el conocimiento posible. Madrid, Valencia y Coimbra figuran en su pasaporte formativo.

Dentro de sus grandes líneas de investigación ha ido desarrollando diferentes proyectos relacionados con la medicina del trabajo, derecho médico y ética, patología forense, violencia en el ámbito familiar, violencia machista y malos tratos en ancianos. Sobre el tema de la violencia sobre la mujer, Martínez considera que «ha mejorado en muchos aspectos» y pone como ejemplo que se han creado juzgados específicos, no obstante, considera que aún es un «problema muy desconocido», ya que no se denuncia. Por ello, forma a sus alumnos, sobre todo a los que van a dedicarse a la Atención Primaria, puesto que las mujeres maltratadas acuden al médico de Familia porque «se sienten mal» y a partir de ahí se puede atajar la situación.

Sus lecciones se centran en los aspectos médicos al servicio de la justicia. Por un lado, enseña derechos sanitarios y aspectos de la tanatología, es decir, procesos cadavéricos después de la muerte. En este punto, manifiesta que lo más conocido es la autopsia. Por otro, muestra los entresijos de la patología forense. Por ejemplo, la diferencia entre las lesiones realizadas con arma blanca o con arma de fuego, el protocolo de actuación para un lesionado de arma blanca... También imparte lecciones sobre medicina laboral o psiquiatría forense. La toxicología forense y la criminalística cierran su programa educativo.

Aparte del área de conocimiento Medicina Legal y Forense, la vallisoletana ha apostado por la innovación docente. Y dentro de esa faceta ha participado en diversos proyectos relacionados con la temática. Uno de ellos, que tuvo lugar en el curso 2011-2012, versó sobre la innovación en los materiales y métodos docentes en medicina legal y su adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior. Otro se centró en aplicar un programa neuroeducativo en educación primaria y analizar los cambios productivos. Además, Martínez trabajó en el curso 2014-2015 en el grupo de Innovación Docente para enseñar y aprender ciencias desde la motivación y la innovación.

También ha sido directora de varias tesis doctorales, entre las que destacan ‘El Estudio Médico-Jurídico de Asuntos de Violencia de Género en los Juzgados en Castilla y León en el periodo 2004-2008’ o ‘La responsabilidad profesional del odontólogo, análisis de las sentencias judiciales en la práctica odontológica en España’.

Toda su trayectoria ha estado vinculada a Valladolid, puesto que, según reconoce, siempre se ha sentido muy a gusto en la ciudad donde nació, creció y se desarrolló personal y profesionalmente. «Como decía Miguel Delibes: ‘Yo soy como un árbol que crece donde le plantan’», apostilla. Una ciudad a la que da mucho y de la que recibe mucho también. Su último reconocimiento tuvo lugar en mayo, la nombraron académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid.

Para Mercedes Martínez, la investigación y la innovación en Castilla y León se han ido desarrollando «adecuadamente» a pesar de la escasez de recursos materiales y económicos por parte de las administraciones públicas. En este sentido, explica que en la Comunidad existe una formación de calidad tanto en la universidad como en las especialidades médicas a través del sistema MIR. El problema, tal y como señala, surge después de terminar toda la formación, ya que no se pueden quedar en la región porque no encuentran trabajo como facultativos o médicos especialistas y se tienen que ir fuera, incluso a otros países europeos en los que existe escasez de médicos.

La profesora del Área de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina de la UVA tiene claro que la sociedad ni premia el talento ni la innovación. «El gran esfuerzo que hacen los profesionales no se compensa ni se incentiva ni económicamente ni laboralmente», sentencia.

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