Heraldo-Diario de Soria

Tiro al dolor de hombro en balonmano

Investigadores de fisioterapia de la UVa en Soria constatan que la dolencia que sufren los jugadores está relacionada con la rigidez de los músculos y la pérdida de la rotación interna para lo que ensayan técnicas de mejoría. 

Luis Ceballos, coordinador de las investigaciones sobre el dolor de hombro de los jugadores de balonmano.

Luis Ceballos, coordinador de las investigaciones sobre el dolor de hombro de los jugadores de balonmano.MARIO TEJEDOR

Publicado por
Soria

Creado:

Actualizado:

El balonmano es un deporte cada vez más popular. Más de 27 millones de personas lo practican deporte en el mundo, donde España es una de las potencias mundiales por el nivel de deportistas que militan en clubes y en las selecciones nacionales.

La práctica del balonmano requiere de una amplia variedad de gestos de lanzamiento en los cuales el hombro está expuesto a repetidas acciones con amplios brazos de palanca a gran velocidad. Se conoce que los jugadores profesionales pueden lanzar hasta 48.000 veces durante una temporada, entre entrenamientos y partidos.

La repetición continuada de este tipo de lanzamientos está relacionada con numerosas patologías que tienen su reflejo en el hombro, parte de la anatomía del jugador que genera adaptaciones para que los tiros sean cada vez más eficientes, esto dispara la prevalencia del dolor y las lesiones de hombro entre los que juegan a balonmano.

Un grupo de siete investigadores del área de Fisioterapia de la Facultad de Ciencias de la Salud del campus de la Universidad de Valladolid lleva cinco años realizando estudios de investigación con jugadores de balonmano, trabajos que ha coordinado Luis Ceballos, gracias a la colaboración del Cátedra de Investigación de Caja Rural de Soria.

Los investigadores han caracterizado las restricciones del movimiento del hombro de los jugadores y han ensayado unas técnicas de fisioterapia con las que han comprobado que el deportista mejora a corto plazo. La investigación sigue abierta para ensayar tratamientos que permitan mantener la mejoría a largo plazo.

Un patrón común entre los jugadores de balonmano es que pierden el movimiento de rotación interna del hombro y cuando esto supera ciertos límites resulta peligroso porque multiplica el riesgo de lesiones, entre las que son habituales la del labrum del hombro o la rotura del cartílago, entre otras.

«El hombro es como un reloj, en el momento que falla una parte del mecanismo todo falla y el resultado final puede derivar en luxaciones e incluso en intervenciones quirúrgicas para estabilizarlo», explica Ceballos. 

Sobre los problemas de restricción de los hombros de los jugadores de balonmano había información, «pero nosotros queríamos saber qué tejido y qué estructura está relacionada y cuándo comenzaba a mostrarse, si empezaba en edades tempranas o no», puntualiza el experto.

Las investigaciones comenzaron con estudios transversales en el que se incluyeron jugadores de balonmano semiprofesionales, que entrenaban por lo menos tres veces a la semana. 

Se valoró el tiempo de práctica deportiva, la extensibilidad de los tejidos de la parte posterior, el rango de rotación interna y externa y la intensidad del dolor durante el lanzamiento. 

Se cogió una muestra para evaluar y comparar los dos hombros de los jugadores, es decir el que se emplea en los lanzamientos con el que no.

Los fisioterapeutas que forman parte de equipo de investigadores emplearon diversos procedimientos para realizar mediciones, la intensidad del dolor se valoró mediante la escala numérica del dolor (NPRS), la rotación interna y externa se midió mediante un inclinómetro digital que también se empleó para medir la extensibilidad de los tejidos de la parte posterior del hombro. 

La fuerza muscular se registró a través de un dinamómetro manual. Las mediciones tomadas pasaron a formar parte de un análisis estadístico que se tuvo en cuenta en el estudio comparativo.

El resultado de la investigación confirmó un patrón similar entre los deportistas evaluados con dolor en el hombro, todos carecían de rotación interna y rigidez de los músculos de la parte posterior, tanto del rondo mayor, del rondo menor y del infraespinoso, «además vimos una correlación, a mayor rigidez del tejido de la parte posterior, el rango de movimiento era menor y el jugador tenía más dolor·, explica Ceballos.

La dolencia arranca en la adolescencia de los jugadores y se ha observado que lo hace en aquellos que llevan un año jugando hasta los siete u ocho, «cuanto más lanzaban, menos rango tenían y más dolor aparecía», matiza el investigador.

Los fisioterapeutas de la Universidad de Valladolid plantearon otros estudios para evaluar las técnicas más convenientes para el tratamiento de esta dolencia.

Para ello se reclutó una muestra grande de deportistas de Soria y Sevilla. En ellos se estudiaron y compararon los dos hombros de los jugadores de balonmano (con el que lanzan y con el que no) y también se establecieron comparaciones con hombros de personas físicamente activas pero que no practican este deporte.

Una vez que se comprobó un cuadro clínico común (rigidez del tejido posterior y reducción del rango de movimiento interno) plantearon dos tratamientos de fisioterapia diferentes que les permitió evaluar la mejoría de los pacientes y ver si se disminuía la rigidez de los tejidos posteriores de la espalda y el dolor. 

A un primer grupo se le aplicó la técnica de punción, que consiste en la introducción de una aguja en un músculo para generar un espasmo y conseguir una rápida relajación muscular.

A un segundo grupo se le trató con fibrólisis diacutánea que es técnica instrumental mediante unos ganchos sobre la piel, que también genera una rápida relajación. Se eligieron ambas porque está comprobado su poder analgésico a corto plazo.

El tratamiento se les aplicó a los jugadores mientras seguían su rutina de entrenamiento y se observó que con cualquiera de las dos técnicas empleadas los deportistas mejoraban por igual, «eso quiere decir que cualquier técnica que aborde la rigidez de los músculos posteriores mejorará a corto plazo el rango de movimiento del hombro y atenuará el dolor de los jugadores».

Con estos resultados, los investigadores de fisioterapia continuarán con esta línea de investigación para la que van a ensayar tratamientos de fisioterapia, junto con otros de ejercicio, que ayuden al mantenimiento de la mejoría en el tiempo a estos jugadores que requieren una funcionalidad alta.

«Hemos visto que los jugadores pueden mejorar, ahora la pregunta es si podemos mantenerlo en el tiempo», indica Ceballos.

Por ello, el equipo de investigadores ha comenzado a trabajar en un protocolo que incluya técnicas que disminuyan la rigidez, como estiramientos, punción y técnicas manuales, así como trabajos de fuerza y puedan seguir jugando salvaguardando sus hombros.

tracking