Heraldo-Diario de Soria

Buscan una solución a la crisis

Se inicia el diálogo por la reconciliación en el convulsionado Ecuador

Moreno insistió en que la eliminación del subsidio a los combustibles beneficiará a la población

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El Periódico/EFE
Soria

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El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, encabezó este domingo una mesa de diálogos con representantes indígenas para poner fin a once días de violentas manifestaciones contra la elevación del precio de los combustibles en el país andino.

El encuentro comenzó con un minuto de silencio por los fallecidos en las protestas (siete, según la Defensoría del Pueblo), y bajo un tono conciliador entre los participantes pero con la firmeza indígena a su petición de retirar el decreto que eliminó los subsidios.

Moreno insistió en que la eliminación del subsidio a los combustibles beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, y fortalecerá la dolarización, en vigor desde el año 2000.

Y alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más pobres.

Pero el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, insistió en que se derogue el decreto 883 que eliminó los subsidios y fue el detonante de las protestas.

"Somos millones los que ahora le pedimos que apueste por la paz, por la estabilidad, por la recuperación del país. Derogue este decreto 883 y busquemos juntos ese horizonte de prosperidad, justicia social, equidad, paz social", apuntó.

El líder indígena también mostró su esperanza de que se encuentre una solución "definitiva y duradera", pero advirtió que si eso no se cumple seguirán "firmes, unidos y con el compromiso inclaudicable de defender" al pueblo, por lo que están "dispuestos a realizar todos los sacrificios posibles".

Si en este momento se decide la derogatoria del decreto -dijo- "el país se tranquiliza totalmente en todos los territorios".

Correa alienta la ola de violencia

El inicio del diálogo siguió a las protestas que surgieron de nuevo este domingo en el centro de Quito y distintos barrios del sur de la capital, pese al toque de queda que reina en la ciudad desde el sábado y que ha sido respetado parcialmente.

A lo largo de la mañana fueron miles los ciudadanos que salieron a las calles sin que las fuerzas de seguridad los arrestaran, lo que llevó al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas a suspender esa condición entre las 11.30 y 20.00 locales (16.30 y 01.00 GMT).

Pasado el mediodía, miles de manifestantes se concentraron de nuevo en el parque del Arbolito para enfrentarse a las fuerzas del orden.

El gobernante felicitó a los indígenas por haberse desprendido de quienes quisieron aprovechar su "protesta justa" para generar el caos y la situación "terrible" que ha alcanzado el país.

"Ustedes no son responsables de lo que ha pasado estos días", les dijo a los indígenas antes de achacar la violencia a gente relacionada con el expresidente Rafael Correa (2007-2017).

Durante las conversaciones, que se realizan bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador, Moreno anotó que en los actos de violencia se usaron sistemas que usan las FARC en Colombia y consideró que no es casualidad que en el hecho "están dineros del narcotráfico".

Para el canciller ecuatoriano, José Valencia, la violencia registrada fue parte de "un plan preconcebido para causar caos, desorden, forzar una alteración del orden democrático".

"Las manifestaciones violentas en todo el país, pero muy particularmente en Quito, son algo inédito. Nunca Ecuador había experimentado algo similar", dijo en entrevista con Efe.

Y aseguró que "no es la protesta indígena simplemente. Es verdad que hay demandas económicas por parte de asociaciones indígenas, pero los propios indígenas se han desmarcado de esos actos violentos, saqueos, ataques a edificios como el de la Contraloría del Estado, a medios, a personas que pasan por ahí".

Diálogo y reconciliación

El coordinador residente de las Naciones Unidas en Ecuador, Arnaud Peral, felicitó la voluntad de diálogo, paz y reconciliación pues "Ecuador ha sufrido muchísimo estos últimos días".

"Ya llegó el momento de la reconciliación, el momento de ir reconstruyendo un camino de paz y dejar atrás la violencia, el odio", dijo antes de invitar a buscar los puntos que unen y no los que dividen.

En nombre del pueblo ecuatoriano, Luis Cabrera, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, felicitó por la sensibilidad social y la decisión de afrontar los grandes desafíos actuales: "Seamos valientes, apostemos por La Paz!", señaló.

Transparencia, renuncias y Estado de excepción

En un diálogo transmitido en directo por televisión, Vargas pidió al jefe de Estado que se transparenten los acuerdos a los que han llegado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en cuyo marco se eliminaron los subsidios.

Se quejó de la falta de diálogo de los ministros en el último año y particularmente, pidió la separación de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín por la "violencia desmedida" contra el pueblo en las protestas.

En la mesa de negociaciones, el dirigente indígena Abelardo Granda, pidió a Moreno derogar el estado de excepción, en vigor desde el pasado 3 de octubre en el área metropolitana, cuando estallaron las manifestaciones.

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