Heraldo-Diario de Soria

DE CUMBRE EN CUMBRE - GILDAR Y CEBOLLEDA (2.078 M,)

Por las fuentes del Río Cares

Una excursión para subir dos cumbres de la Montaña Oriental Leonesa que por su cercanía a los Picos de Europa ofrecen las mejores vistas sobre ese conjunto

Un montañero transita por el cordal con las cumbres del Cebolleda y Gildar al fondo-N.S.

Un montañero transita por el cordal con las cumbres del Cebolleda y Gildar al fondo-N.S.

Publicado por
NACHO SÁEZ
Soria

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La Montaña Oriental de León es una de las zonas que más cumbres acumula a lo largo y ancho de nuestra geografía regional. Allí es donde confluyen las estribaciones de la vieja Cordillera Cantábrica con las altivas y verticales cumbres de los Picos de Europa, repartidas caóticamente en sus tres imponentes macizos (occidental, central y oriental).

La excursión que hoy proponemos nos va a llevar a dos interesantes cumbres, situadas en ese sector de la Montaña Oriental Leonesa que forman parte de la Cordillera Cantábrica, pero que por su proximidad con los Picos de Europa, nos ofrecen las mejores vistas sobre ese grandioso conjunto. Para ello nos desplazaremos hasta el puerto de Panderruedas, paso natural que, desde la comarca de Riaño, da acceso al maravilloso valle de Valdeón.

Una vez aparcado nuestro coche en la explanada del puerto, cruzaremos la carretera hacia la pista que sale al otro lado. El camino nos lleva en dirección sur–suroeste, separándonos poco a poco de la carretera a medida que nos adentramos en un bonito bosque de robles. Llegaremos así muy rápidamente hasta las proximidades de una pequeña subestación eléctrica a la que no tendremos que llegar, pues unos metros antes, tomaremos un buen camino que sale a nuestra izquierda y nos dirige hacia el sureste, en busca del Collado de la Vieja para desembocar poco después en la loma de Poza Perro. A medida que vamos cogiendo altura dejaremos atrás el coqueto bosquecillo, de modo que pronto empezaremos a divisar las cumbres a las que nos dirigimos, en dirección sureste.

El sendero nos lleva por lo alto de las Cerras de Cuénabres, cordal que constituye la divisoria natural entre el valle de la Iglesia (a nuestra derecha) y el de Frañana, (a la izquierda). Al fondo de éste último podremos intuir desde nuestra posición privilegiada el trazado de un modesto arroyo cuyas aguas son las primeras en alimentar el mítico río Cares, el cual, desde aquí toma rumbo hacia Caín, donde le tocará abrirse camino en la piedra por el legendario desfiladero que lleva su nombre en dirección a la asturiana localidad de Poncebos. Si nos giramos hacia atrás podremos ver también desde aquí la inconfundible silueta de Peña Ten y del Pico Jario.

Nuestra ruta prosigue en todo momento por este cordal en dirección sur, hasta alcanzar el cordal de la Sierra de Cebolleda, que se cruza perpendicularmente, ejerciendo de frontera natural entre las tierras de Valdeón –al norte– con las de Burón –al sur–. Desde este punto, situado ya por encima de los 1.800 metros, tomaremos rumbo hacia el este, siguiendo un sendero que nos lleva por un tramo de cresta algo más incómodo que marca el límite del Parque Nacional de Picos de Europa. El sendero en ocasiones se pierde entre los piornos para retornar siempre a la zona de la arista, siendo necesario en algún punto ayudarse con las manos. La rocosa cumbre del Cebolleda (2.050 metros), nos recibe con unas impresionantes vistas sobre los Picos de Europa. Al noroeste se levanta el macizo occidental, presidido por la grandiosidad de Peña Santa, mientras que hacia el norte destaca la blanca caliza de las cumbres del macizo central, con las inconfundibles figuras del Friero, la Torre del Liordes y la Torre de Salinas en primer plano. Hacia el sureste también se distinguen nítidamente otras cumbres como es el caso del pico Corcadas, un poco más allá el Espigüete y otras cumbres palentinas.

Para dirigirnos desde el Cebolleda hacia la vecina cima del Gildar, podemos escoger dos opciones. La primera, para los más acostumbrados a moverse por terreno de alta montaña, supondría seguir por el cordal hacia el este, teniendo en cuenta que nos tocará atravesar por un tramo de arista que, sin revestir especial dificultad, exige tener precaución por resultar un tanto expuesto en algún punto. La otra, mucho más cómoda y segura, nos llevaría a descender por el camino de ascensión hasta llegar al collado donde comienza la arista rocosa (situado a 1.980 metros, aproximadamente), desde donde tomaremos un sendero que bordea la cumbre por su vertiente norte (dejando la cima del Cebolleda a nuestra derecha), perdiendo unos cincuenta metros de altura, para luego remontar hasta el collado Cebolleda (situado a 1.990 metros, en la vertiente este de esa cumbre). Desde aquí ya no tendremos ningún problema en alcanzara la cima del Gildar, que con sus 2.078 metros de altitud, es la más alta de todo este cordal.

Puesto que vamos a realizar un recorrido circular, una vez alcanzada la cumbre volveremos hacia el collado para afrontar el descenso hacia el norte en dirección a las hoyas de Frañana, tomando como referencia la cabaña que se ve en la parte central del valle. Muy cerca de la cabaña ganadera encontraremos ya el camino que se dirige hacia el norte hasta llegar a la pista que va desde Panderruedas a Posada de Valdeón. Ahí giramos a la izquierda y alcanzaremos de nuevo nuestro punto de partida en el puerto.

ALTITUD MÁXIMA: Pico Gildar (2.078 metros)

ZONA: Montaña Oriental Leonesa

SALIDA: Puerto de Panderruedas

DISTANCIA: 14 km, aproximadamente (ida y vuelta)

TIEMPO: unas 7 horas (ida y vuelta)

DESNIVEL: 950 metros, aproximadamente

OBSERVACIONES:

La mejor referencia para llegar al puerto de Panderruedas es la localidad leonesa de Riaño, desde donde tomaremos la N–625 con dirección a Cangas de Onís, durante 17 kms. Justo antes de llegar al Puerto del Pontón un desvío nos coloca en la LE–244 con dirección a Posada de Valdeón. Poco antes de llegar al kilómetro 5 encontraremos el aparcamiento del Puerto.

Salvo el tramo que discurre por la arista del Pico Cebolleda, la ruta que no reviste especial dificultad técnica, aunque hay que tener en cuenta que nos movemos por terreno de alta montaña.

Lo mejor, las impresionantes vistas que tendremos sobre los macizos de Picos de Europa.

La descripción del itinerario es meramente indicativa, siendo necesario en cualquier caso planificar adecuadamente la actividad y adaptarla siempre a las condiciones del día, a nuestra forma física y experiencia en montaña.

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