Heraldo-Diario de Soria

CULTIVOS

La colza ‘asoma’ ya en los campos alentada por su buena rentabilidad

Siembra Los agricultores arrancan con esta oleaginosa para garantizar su nascencia. La temporada pasada se incrementó un 42,3% la superficie por los precios y esta campaña apunta a seguir creciendo

Adolfo Calvo Valer, en una de sus fincas de colza que sembró a principios de mes y ya está naciendo el cultivo. / HDS

Adolfo Calvo Valer, en una de sus fincas de colza que sembró a principios de mes y ya está naciendo el cultivo. / HDS

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IRENE LLORENTE YOLDI
Soria

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Si esta temporada los precios están acompañando a los agricultores los de la colza  se llevan la ‘palma’. Su elevada rentabilidad provocó la temporada pasada un incremento en la superficie cultivada de un 42,3% con respecto a la campaña de 2020. Y este año, con la siembra ya prácticamente finalizada, promete seguir en esa línea.

Su interés radica en el mercado creciente de los biocombustibles y en la industria agroalimentaria para la elaboración de aceite, aunque en España su consumo sigue ‘estigmatizado’ por el recuerdo de la tragedia de 1981, cuando por la manipulación de una partida de garrafas procedentes de Francia y vendidas de forma ambulante a un precio barato provocó la muerte de 1.100 personas y el envenenamiento de otras 60.000, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), de las que 25.000 resultaron con secuelas irreversibles. No obstante, poco a poco levanta el vuelo por su utilización para los biocombustibles, como sustituto de los carburantes habituales, y para aceite vegetal, muy valorado entre los países europeos.

Precisamente alentados por unos precios que han rebasado con creces los 500 euros por hectárea (y eso sin olvidar que en el resto de cultivos también están acompañando, aunque se quedan en la mitad) los agricultores ya han sembrado sus fincas de colza para la próxima temporada, y aunque todavía no se conocen cifras oficiales, todo parece apuntar a que la superficie seguirá aumentando en Castilla y León.

En las fincas de Adolfo Calvo Valer, en la zona de Matalebreras, ya está naciendo la colza. Empezó a sembrar a principios de septiembre y en barbecho, aunque habían caído a finales de agosto unos 18 litros. «En barbecho te aseguras la nascencia porque tiene un poco de tempero, aunque no haya llovido nada. Pero también se puede sembrar en cohecho». Adolfo, que lleva la explotación al 50% con su hermano, apostó por la colza hace ya diez años, siguiendo el ejemplo de productores de Madrid, hasta donde se trasladaba a cosechar. «Veía unos rendimientos que no se conseguían con los herbáceos y decidimos probar porque nos parecía un cultivo interesante». Desde entonces no falla la colza (de 70 a 100 hectáreas) entre sus ‘elegidos’, junto con el girasol y el trigo y la cebada, que siguen siendo todavía mayoritarios.

Y es que los gastos son similares a los que hay que invertir en el trigo y la cebada y, sin embargo, los precios están casi al doble que los de los herbáceos. De hecho, asegura que en su zona «aproximadamente el 80% de los agricultores van a sembrar o han sembrado ya la colza».

En la temporada 2020-2021 la superficie de colza en la Comunidad se había incrementado en un 42,3% con respecto a la temporada pasada, según los datos del avance de cultivos de la Junta a 30 de junio. Se sembraron 40.389 hectáreas, frente a las 28.369 hectáreas que se trabajaron el año pasado. 

El cultivo va ganando fuerza en la Comunidad porque los resultados de rentabilidad están más que probados. En 15 años ha conseguido asentarse, teniendo en cuenta que en 2005 apenas se sembraron 344 hectáreas. Y en las últimas campañas la apuesta de los agricultores se ha encaminado a esta oleaginosa por el precio, más del doble que quince años atrás. 

Sigue teniendo el ‘pero’ de la siembra, porque está muy condicionado por las fechas. «Tiene una problemática fundamental agronómica, ya que precisa estar implantada, nacida y en estado de roseta (con varias hojas verdaderas) antes de que empiecen los hielos. Ello obliga a sembrar en septiembre, lo que complica la situación, porque precisa de una preparación del terreno por detrás del cereal y además que haya lluvias para que la nascencia sea rápida», explica Gabriel Villamayor Simón, responsable del Plan de Experimentación Agraria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl). Y es que así la colza afronta mejor las heladas. «Si está justo naciendo resiste muy mal el hielo».

Aumento de plagas

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) lleva realizando ensayos de colza desde el año 2003, donde se evalúa la adaptación de un gran número de variedades a nuestras condiciones agroclimáticas. En la actualidad, prácticamente todas las variedades que se siembran son híbridas, especialmente híbridos restaurados.  En esta campaña, Gabriel Villamayor, responsable del Plan de Experimentación Agraria del Itacyl, constata que las lluvias caídas en septiembre del año pasado favorecieron la nascencia y la buena implantación de la colza. El invierno muy frío, especialmente el mes de enero, con temperaturas por debajo de los diez grados bajo cero durante muchos días, ocasionaron problemas de heladas y disminución de rendimientos, así como las heladas en el mes de abril, que afectaron negativamente en la floración. Posteriormente, las escasas precipitaciones y altas temperaturas de marzo, también influyeron negativamente, si bien las lluvias de abril y mayo, hicieron mejorar los rendimientos finales, aunque muy por debajo de campañas anteriores. En cuanto a las plagas, Villamayor señala que en las últimas campañas, se está observando un importante aumento, especialmente gorgojos (Ceuthorrhynchus napi), que atacan a tallos y silicuas y pulgones (Brevicoryne brassicae) muy perjudiciales en los últimos estadios. «Ambas plagas han aparecido en los ensayos, afectando negativamente los rendimientos». 

En cuanto a enfermedades, los ataques han sido inferiores a la campaña 2019/2020, si bien se ha observado algún ataque de alternaria, causada por Alternaria brassicae y Alternaria brassicicola, si bien no han tenido gran incidencia en los resultados finales.

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