Oleaginosas
Campaña irregular de girasol, todavía con un 20% por cosechar
Las incesantes lluvias desde mediados de octubre han impedido entrar en las fincas; ahora tiene que secarse la tierra y las plantas
El exceso de precipitaciones en la región ha paralizado la cosecha de girasol durante tres semanas, provocando con ello una ralentización de los trabajos de la sementera para la campaña siguiente. El sector estima que todavía queda un 20%de girasol por recoger en toda la Comunidad, excepto en Soria, donde apenas se ha podido entrar en las fincas hasta ahora, y queda aún un 70% en las tierras. Además, aunque tampoco se puede realizar un balance definitivo, los productores sí que señalan que se trata de una temporada muy irregular y con menos rendimiento del que se esperaba, unos 1.000 kilos por hectárea de media.
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, reconoce que las lluvias generalizadas y de manera incesante desde mediados de octubre han venido muy bien al campo, pero quedaban pendientes por cosechar otros cultivos como el girasol, cuya recogida ha quedado paralizada totalmente. «Había 350.000 hectáreas de girasol y al tener que esperar a ver si dejaba de llover nos hemos presentado a mediados de noviembre con una superficie muy importante todavía por recoger. Y si no para no se podrá terminar, con lo que ello complica la siembra para el año que viene».
Y es que los agricultores no podían entrar en las fincas, anegadas en muchos territorios porque las precipitaciones no paraban día tras día. De hecho, en algunas provincias como Soria se han registrado más de 200 litros por metro cuadrado, según los datos publicados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), si bien cabe señalar que en esas mismas zonas ya se habían contabilizado otros 200 litros durante las tormentas del mes de junio.
Todo esto ha provocado que en la mayor parte de las fincas sorianas todavía esté el girasol sin cosechar. Primero porque se tuvo que sembrar muy tarde, bien entrado el mes de julio, y segundo porque cuando empezó a llover en octubre todavía no estaba seco, de modo que a mediados de noviembre tienen toda la labor por realizar, primero la recogida del girasol y después la preparación de los terrenos para la siembra de la próxima temporada.
Dujo constata que Soria ha sido la provincia más perjudicada, con casi la totalidad del girasol en las fincas, dado que la cosecha debía haber empezado cuando llegaron las tormentas. «A estas alturas ya tenía que estar todo el girasol recogido y aún queda un 20%. Además, ahora hay que esperar a que sanee el tiempo para recoger y luego preparar para el año que viene. Es la situación en la que nos encontramos». Sin olvidar que a esto se le suma que los precios están mucho más bajos de lo que se esperaba, aunque también es cierto que llevan casi un mes sin apenas movimiento «precisamente porque no ha habido siega».
Según los datos de las lonjas, el precio del girasol se mueve en una horquilla de entre los 350 y los 380 euros por tonelada, muy por debajo de los datos del año pasado, entre los 640 y los 650 euros por tonelada. Y por si fuera poco, los rendimientos que se presumían se han quedado en 1.000 kilos por hectárea. «Faltó agua cuando más lo necesitaba y luego los excesos de calor del verano no le han venido demasiado bien», añade Dujo.
La presidenta de Asaja Soria, Ana Pastor, confía en que esta semana puedan entrar las máquinas a cosechar las tortas, después de varios días sin precipitaciones y con rachas de viento moderadas que han permitido secar tanto la planta como la tierra. «Va todo con retraso porque está sin cosechar el girasol, pero tampoco hemos podido entrar a sembrar el barbecho, también lleno de agua. Y parte del cereal está pendiente de la recogida del girasol, que es lo más común de sembrar en una tierra después de la oleaginosa». Sí señala que en la zona norte de la provincia está más adelantada que la zona sur, de modo que confía en los próximos días para acelerar todos los trabajos.
El secretario general de UPA Castilla y León, Aurelio González, habla de “una campaña muy irregular, con siembras muy dispares que han condicionado toda la temporada”. Y es que señala zonas de Zamora, Ávila o Salamanca donde todavía queda al menos un 20% por recoger, y destaca de igual manera a León donde hay más superficie por ser una zona más tardía, e incluso a Soria, con la mayor parte pendiente. Aunque señala que la campaña no va a ser tan mala como la del cereal, que recuerda que fue “catastrófica”, sí que cree que no va a ser como se predecía, dado que había muchas esperanzas puestas en el girasol. Lo que teme es que el retraso en la cosecha de esta oleaginosa pueda provocar una merma en la superficie de cereal para el año que viene, que ya tenía que estar sembrada en su mayoría.
Jesús Manuel González Palacín, coordinador regional de UCCL, también incide en la irregularidad de la campaña y en que además los datos van a ser inferiores a los que se calculaban antes de comenzar la cosecha y las lluvias de octubre. A su juicio, «la sequía también le ha pasado factura, pese a las precipitaciones de mayo y junio». Además, el agua registrada desde mediados del mes pasado hasta hace unos días «complica las cosas porque hay que esperar a que se seque la tierra y la planta para luego meter las máquinas y volver a esperar para sembrar”. Aún así, es optimista porque “queda todo el mes de diciembre». Lo que igual cree es que en muchas zonas tendrán que modificar los cultivos, y habla de que puede apostar por las cebadas de ciclo más corto.
Lorenzo Rivera, secretario general de COAG Castilla y León, cree sin embargo, que este retraso puede beneficiar al cultivo del girasol para la temporada que viene porque se podría aumentar la superficie de esta oleaginosa que lleva menos costes que los cereales. No obstante, critica los precios tan bajos a los que cotiza el girasol esta campaña, la mitad que el año pasado, porque no hay producto, y lo vincula con el hecho de que se han incrementado las importaciones.