SENTENCIA POR MALTRATO ANIMAL
Un año de prisión por dejar morir de hambre a su perro
La jueza del caso ha ordenado su ingreso, entre otras, porque entiende que fue muerte lenta y agónica del animal
Muchos perros son abandonados sin comida ni bebida, en condiciones deplorables.-EFE
Una jueza de Palma de Mallorca ha decretado ingreso en prisión por un año para el hombre que dejó morir a su perro de hambre en abril del 2013, según ha informado Cadena Ser. El procesado, que además estaba en prisión preventiva por un asunto de violencia de género, ha entrado en la cárcel y cumplirá la condena impuesta por la muerte del animal.
Andrés F. R. es la segunda persona que cumple esta condena en la ciudad de Palma por maltrato animal. La jueza del caso, María Jesús Campos, que también encarceló al primer maltratador, ha tomado esta decisión después de que fuera el hermano del culpable quien denunciara el hecho.
INGRESO INCONDICIONAL EN PRISIÓN
La jueza ha desestimado la posibilidad de que el acusado cumpliera una condena de servicios comunitarios ya que cree que puede crear precedentes. Así, esta sentencia quiere servir de ejemplo para conductas similares y concienciar que la impunidad por maltrato animal desaparece en España.
En el auto, María Jesús Campos recordó el motivo de la condena al hombre explicando que se produjo "por abandonar a su perro a su suerte, encerrado en un piso, lo que provocó una muerte lenta y agónica del animal por inanición y condiciones de vida insalubres" siendo este tipo de muertes de las más crueles tanto para animales como para humanos.
NO LOGRÓ SOBREVIVIR PESE A SER ENCONTRADO CON VIDA
El animal, que se encontraba en el patio, estaba atado muy corto, limitando su movilidad e impidiendo que pudiera buscar alimento o refugiarse del frío.
Rescatado por la Policía Local de Palma, los miembros del cuerpo de seguridad detallaron como se encontraba el can, un cruce de perros de presa, en el momento en el que lo encontraron y explicaron que "el esqueleto resaltaba bajo la piel". A pesar de que fue encontrado con vida, falleció a los tres días debido a la desnutrición.
En su defensa, el condenado dijo que el animal "no quería comer y él no tenía dinero para llevarlo al veterinario" aunque en su contra, la magistrada replicó que "hay multitud de personas e instituciones en Palma, sin ánimo de lucro y gratuitamente, hubieran estado dispuestas a facilitarle alimento y asistencia".