Heraldo-Diario de Soria

J. Antonio Martín de Marco

Julián Marías y Soria

Creado:

Actualizado:

PASO del autismo político de esta triste España, más pesimista que la del 98, en la que, ellos, los trincones y sus compañeros de poltrona sobran. No tengo duda, este síndrome de inmunodeficiencia social les pasará factura y, lo malo no, lo peor está por venir. Estamos sumergidos en el irracionismo que anida más y más irracionalidad: desprecio del pensamiento crítico, expansión del fanatismo en todas sus variantes, auge de la superstición, desconfianza total en las instituciones…Unamuno opuso ya lo que denominaba ‘verdad vital’ a ‘verdad racional’ llegando a decir que ‘la razón es enemiga de la vida, la razón mata’. Por eso, me sumerjo en la lectura de un ya clásico a pesar de la vigencia de su pensamiento. Un personaje de enjundia que quiso y amó a Soria, que fue un soldado republicano en tareas de propaganda lo que le supuso estar postergado en medios académicos una vez terminada la Guerra Incivil. Hablo de Julián Marías, que, rehabilitado, ingresó en la Real Academia Española, enseñó en la Universidad de Madrid y nos legó una obra inmensa tanto en la renovación histórica del pensamiento, por su intensa labor intelectual, como en la filosofía, itinerario que recorrió en sus más de sesenta obras, explorando los valores personales en un mundo en el que cada uno nos instalamos en el tiempo que nos ha tocado vivir, en nuestro destino que debemos aceptar a pesar de que no nos guste.

El Ayuntamiento capitalino, el 11 de octubre del 2007, nombró Hijo Adoptivo de Soria a este discípulo de Ortega y Gasset quien le animara, 1946 – dos años antes de que ambos fundaran el Instituto de Humanidades de Madrid, del que sería Secretario – a conocer Soria, Ciudad que llegó a definirla como ‘de la Cultura’.

Y en este año que vivimos, centenario de su nacimiento, ¿ qué se ha hecho? Pues ha sido la Fundación Científica de la Caja Rural, de la mano de su Consejo Ejecutivo y, a propuesta del incombustible, de ese amigo ‘hacedor de Soria’, el Dr. Juan Manuel Ruiz Liso, incansable generador de ideas pro-Soria, se le ha nombrado ‘Soriano Saludable del Siglo XX’ dedicándole la XX Edición de Soria Saludable 2014. Feliz acierto. Sí, es de encomiar tal recuerdo y tan justo reconocimiento al profesor que en los veranos 1972- 1977 dirigió en nuestra Ciudad los Cursos de Estudios Hispánicos organizados por el Centro de Estudios Sorianos, con la presencia de personalidades de primera talla que respiraron paisaje y paisanaje para luego hacer de correa de transmisión de Soria, siendo Julián Marías nuestro mejor embajador.

Vivió prácticamente ya todos los veranos desde que llegara en 1946 al añorado Hotel Las Heras ( murió el 15 de diciembre del 2005 ). Se enamoró de Soria, ‘un azar decisivo’ en su vida según dejó escrito en sus Memorias ( I. 364), ciudad ‘fresquísima y atractiva’.

Aquí escribió la ‘Introducción a la Filosofía’ en una mesa que le facilitaron en el Museo Numantino (101 años aunque su inauguración real fuera en septiembre de 1919 con el boato de la presencia del Rey Alfonso XIII), y tal vez, escribiera ‘Antonio Machado y su interpretación poética de las cosas’, ‘Viaje al año mil’, ‘Ensayos de convivencia’ y, ‘El mirador’. He vuelto a releer sus artículos ‘Entre San Polo y San Saturio’ – El País, 10 de agosto de 1979- y su entrañable ‘Soria de nuevo’ – ABC, 6 de septiembre del 2001 – en el que alaba el trato recibido en el Hospital soriano y en el que reconoce que parte de su obra la escribió en Soria, ‘un lugar de convivencia… de relación humana imposible en las grandes ciudades’. Gracias y reconocimiento a este embajador que fue de Soria, y es que, la vida de los muertos está en la memoria de los vivos, Cicerón dixit.

tracking