Heraldo-Diario de Soria

Creado:

Actualizado:

SI ALGO tengo claro con respecto a la última sentencia judicial que afecta a la Ciudad del Medio Ambiente es que era perfectamente previsible. Después de la que anulaba la licencia de obras del edificio de la cúpula de la energía y, sobre todo, tras la resolución del Tribunal Constitucional que supuso la nulidad del planeamiento urbano de la zona, ¿qué otra cosa se podía esperar? Entiendo perfectamente que quienes no comparten el contenido de la sentencia tomen la decisión de presentar un recurso, la legalidad les ampara. Pero lo que no tiene ningún sentido es sorprenderse por lo que ha pasado. El contenido de la sentencia duele, por supuesto. También a quienes hemos apoyado siempre esta actuación por pensar que era algo bueno para el desarrollo de Soria, igual que la cárcel, proyectos ambos que pueden contribuir a crear riqueza en este desierto poblacional que es nuestra provincia. Y duele más, si cabe, porque estamos comprobando poco a poco, sentencia judicial tras sentencia judicial, que la Ciudad del Medio Ambiente ha sido una gran chapuza administrativa. La forma en que se ha gestionado el proyecto, a la vista está, ha sido un completo desastre. No tengo duda de que esa iniciativa surge con el fin de traer a Soria algo diferenciador y que pueda contribuir a dar un importante impulso económico a la provincia. Sigo pensando que era algo bueno. Pero eso no quita para que no sea capaz de reconocer que las cosas, sentencias judiciales de por medio, se hicieron muy mal. Y de aquellos polvos, estos lodos. La resolución que ahora ve la luz es, en mi opinión, el resultado de aplicar el sentido común a todo lo que ha venido ocurriendo. Poco lugar, pues, para las sorpresas. Por cierto, el mismo sentido común que este juez aplicó hace apenas un mes a la sentencia que dictó sobre la mina de Borobia, reconociendo el claro interés público del proyecto por lo que supone de actividad económica en una zona despoblada y carente de tejido industrial y empresarial, y avalando que las cosas se han hecho bien. Reconforta ver que la justicia y el sentido común tienen mucho que ver.

tracking