Heraldo-Diario de Soria

Fernando G. Córdoba

Por Año Nuevo... promesas

Creado:

Actualizado:

EN ESTAS primeras fechas del año, los ciudadanos de a pie nos parecemos a los políticos. ¿Saben en qué? En que ni unos ni otros cumplen (cumplimos) sus promesas. Claro que, los primeros nos engañamos sólo a nosotros mismos y los segundos, aunque lo intentan, creo que ya a nadie o a casi nadie. En estos primeros días de enero, el que más y el que menos se promete aquello de hacer más ejercicio, llevar una vida más sana, dejar de fumar si es que lo hace, aprender inglés, perder menos el sueño delante de la televisión… y otra serie de cosas que seguramente volverá a prometerse de aquí a un año. Y en este año, plagado de citas electorales, a los políticos les pasa exactamente lo mismo: nos van a hacer, nos van a dar, nos van a facilitar… todo aquello que saben nos gustaría. Y a los cuatro años… tres cuartos de lo mismo, porque todo sigue igual. En vista del panorama, prefiero no hacerme ninguna promesa de las que tengo la total seguridad que no cumpliré; es más, de que ni tan siquiera lo intentaré.  Por no prometer, ni siquiera prometo que vaya a votar en unas y otras elecciones.

Aunque es posible que tampoco eso pueda cumplirlo y tenga que acudir a las urnas con mi voto. Me explico. La estadística es, como saben, esa ciencia que afirma que si usted se come dos pollos y yo ninguno, resulta que nos hemos comido uno cada uno. Pues bien, lo mismo sucede con las encuestas, basadas en cálculos estadísticos. Supongamos que hacen cien o doscientas encuestas en Soria; a partir de ellas, extrapolan los datos (eso de extrapolar debe ser una especie de birlibirloque, es decir, de mágico hechizo) de tal manera que ¡abracadabra, abracadabra! nos confirman lo que vamos a votar todos y cada uno de los habitantes de Soria. No sé qué extraño encantamiento hay en esto o es, simplemente, que somos tan transparentes que enseñamos todo lo que creíamos a buen recaudo.

En cualquier caso, no estaría nada mal que hiciéramos esforzarse un poco más a los políticos, viejos y nuevos, no para que les diésemos su voto, sino para que se lo ganaran.

tracking