Heraldo-Diario de Soria

Creado:

Actualizado:

NO PUEDO sino manifestar mi satisfacción, en estos momentos convulsos e inquietantes en la política, del ascenso de Ciudadanos, tanto a nivel nacional como en nuestra provincia, donde ha doblado su militancia. Y es que el partido que en España lidera Albert Rivera y en Soria Jesús de Lózar, plantea una alternativa realista de gobierno que, por cierto, no es pedir lo imposible, a pesar del ‘Che’, su supuesto autor.

La formación de Albert Rivera plantea una regeneración sin rupturas traumáticas, sustituyendo las células enfermas del sistema. Los partidos políticos, al fin y al cabo, son mercaderes que venden ideas. Aunque no siempre, porque en ocasiones nos encontramos con envoltorios, más o menos vistosos, dentro del cual no hay sino humo que desaparece al abrirlo. Por eso no es bueno quedarse en el primer mensaje prefabricado, muy bien preparado en un laboratorio, eso sí, pero tras el que nada hay. Lo primero que debemos exigir los potenciales votantes a los políticos es la idea de nación que nos ofrecen.

Sin esta idea previa, sobran las demás. El votante, como el consumidor, ciudadanos unos y otros al fin y al cabo, son cada día más exigentes y no han de conformarse con el titular que enfáticamente da el político a la prensa. A quienes hablan, por ejemplo, de estado federal, se les debe exigir no mayor sino total concreción de su propuesta, así como de las diferencias con el actual estado de las autonomías. Por supuesto que más, si cabe, debe exigirse a quienes afinando se refieren a un desconocido, por inexistente, federalismo asimétrico.

Y qué decir de quienes reclaman el también inexistente derecho de autodeterminación para Cataluña, País Vasco, Galicia y Baleares. No entiendo que quién desconoce la historia de su nación pretenda vendernos una idea de la misma. Es mucho lo que nos jugamos ante una urna, por lo que no nos podemos dejar seducir por el primer canto de sirena que aparezca en la pantalla de nuestro televisor. El mal llamado voto indeciso no es en realidad sino un voto reflexivo.

tracking