Heraldo-Diario de Soria

LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS II

Carlos de la Casa

Hispanidad

“Una nación no se pierde porque unos la ataquen, sino porque quienes la aman no la defienden”, Blas de Lezo y Olavarrieta

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El pasado día 12, mientras en numerosas ciudades españolas y en algunas de América celebraban el día de la Hispanidad, dos «acémilas» entraban en el Museo Naval de Madrid y arrojaban pinturas sobre el cuadro: «Primer homenaje a Cristóbal Colón» (1892) del enguerino José Garnelo (1866-1944), bajo la justificación de que es un homenaje a un genocida.

Al parecer este término está de moda y prueba de ello es que recientemente una asociación, de ignorantes, solicitó que se retirase el busto de Almanzor, ubicado en Calatañazor, por el mismo motivo. A este paso, no tardando mucho, se solicitará que se retire de la docencia la asignatura de «Historia de España».

En definitiva, estamos presenciando, lamentablemente, una vuelta a «La leyenda Negra» y lo que es más grave, es que se está haciendo desde España. ¿Por ignorancia? ¿Por maldad? ¿Por intereses políticos? Posiblemente por una concatenación de las tres.

En algunos países de Hispanoamérica, bajo dictaduras, está aconteciendo algo similar. Ignorantes. «Leyendo las historias de aquella conquista, y sobre todo las de aquella prodigiosa colonización, es como desaparecen todos los pesimismos con que pretenden amargarnos los sabios al uso» decía Julián Juberías. Y coincidimos con él cuando afirmaba que: «Aquellos territorios trescientos años después eran dieciocho países».

Países con la lengua castellana, países con múltiples universidades e infinidad de obras arquitectónicas como catedrales, monasterios, etc. Y lo más importante, con una incuestionable y trascendental mezcla entre las gentes de ambos pueblos.

Los detractores de España y de su labor estamos seguros que hubiesen preferido la actuación de los ingleses o franceses en Norteamérica.

Es más, como ejemplo del sentimiento hispanoamericano, España, actualmente, es un país receptor de ciudadanos de allende del Atlántico y prueba de esta afirmación es que cada día estos, integrados perfectamente en nuestro país, son más números e influyentes en diversos aspectos.

Veamos algunos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística. En España residen actualmente, diciembre del 2024, 4,2 millones de personas nacidas en la América Hispana, es decir el 8,7% de la población total. Siendo Madrid la Comunidad Autónoma donde este efecto es más intenso, residiendo en ella un millón de nacidos al otro lado del Atlántico y ello representa el 14,3% de la población madrileña.

Con respecto a Castilla y León, con datos del año 2022, podemos decir que eran 45.000 los hispanoamericanos, no llegando al 2%, mientras en Soria, a fecha actual, son unos 4.500, representado el 4,97 de los habitantes.

Madrid ha sido la Comunidad española en donde se ha podido ver una mayor celebración del día de la Hispanidad, pues, junto al gran concierto de la cantante cubana Gloria Estefan, han acontecido otros eventos como una gran cabalgata, en la que estuvieron representadas todas las naciones que en su día formaron parte del imperio español.

España tiene las puertas abiertas a estos ciudadanos e incluso la posibilidad de obtener la nacionalidad española a los que lleven en nuestro país dos años. Y este derecho, que también afecta otros países, no es nuevo, ya que data de la reforma del código Civil de 1954 y sigue intacta.

España ha mostrado una vez más que las puertas de la confianza y el cariño están despejadas y que somos un territorio donde nuestros hermanos hispanoamericanos pueden vivir en paz, trabajar y disponer de una vivienda digna e incluso una nación en la que se puede invertir, especialmente en las grandes ciudades como es la «Villa y Corte».

Pero, últimamente, estamos viendo como este fenómeno también se está politizando, muestra clara de una crispación cada vez mayor y más constante. Por ejemplo, desde Cataluña, donde algunos políticos y no políticos, afortunadamente no la sociedad catalana, vienen criticado a Madrid por realizar relevantes acontecimientos para conmemorar la unión de España con los pueblos de la «América latina».

Sin embargo, si volvemos a los datos del INE podremos observar como Cataluña en la misma fecha acogía a 730.000 personas nacidas en Hispanoamérica, es decir el 9,3% de la población total.

Y, para decir la verdad, debemos indicar que no son más los residentes en esa bella y acogedora tierra debido a la política de emigración de sus diferentes gobiernos, ya que prefieren ciudadanos de países no hispanohablantes, especialmente de África, para que a la hora de buscar entenderse lo hagan en lengua catalana y no castellana.

En definitiva, podemos observar como España es un país de acogida en general y especialmente a nuestros hermanos allende del océano y es absurdo insistir en la vulgaridad y falsedades que corren por determinados países de América, dependiendo siempre de la ideología de sus mandatarios, algunos usurpadores del poder, y de sus correligionarios en España.

A este paso a algunos de los españoles fieles, que no leales, de esos países que nos atacan, sacaran a relucir la Santa Inquisición.

Finalizamos parafraseando al hispanista francés Alfred Morel-Fatio cuando escribió: ¿Podemos pedir menos que una interpretación equitativa de nuestra historia y una apreciación justa de nuestro proceder?

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