La oposición critica a Mínguez cambiar la ‘tarta’ sin ‘consenso’

«Sorprendida». Esa fue la primera reacción de la edil del PP de Soria, María Victoria Hernández Candeal, al conocer a través de los medios de comunicación la decisión del equipo de Gobierno de trasladar el monumento a los Doce Linajes de Soria, más conocido por la plaza de la ‘tarta’ al entorno del Palacio de los Condes de Gómara y colocar en su lugar un reloj de agua. Esta «maravillosa idea», dicho por Candeal con sarcasmo, fue tomada por el PSOE, según lo argumentado por la edil popular, «sin  consultar a nadie».

 

El hecho de que este movimiento sea el primero que desde el Consistorio soriano se va a remitir a la Junta de Castilla y León para financiarlo con los 2,6 millones que se comprometieron en el protocolo de las dos instituciones, es motivo suficiente para Candeal para que «como mínimo lo que impone este dinero es negociar con la oposición. Sospecho que no va a haber vuelta atrás con las decisiones que se tomen desde el equipo de Gobierno para destinar los 2,6 millones de euros de la Junta».

 

Una de las primeras medidas que se tomarán mañana por parte de los concejales del PP será la decisión de pedir formalmente explicaciones y la documentación sobre esta petición porque «no han dicho nada en comisión aunque lo sorprendete sería que lo dijesen. Con una inversión importante no se pueden tomar las decisiones por su cuenta. No sabemos ni cómo ni dónde ni cuánto costará». Este hecho de «poca verguenza del alcalde», como lo apuntó Candeal, se pone más de relieve para la edil por la «mala situación en la que se encuentra la ciudad en cuanto a pavimentación» y más cuando esta cantidad de dinero responde, según Candeal, «a un convenio de peatonalización por lo que se debería destinar a pavimentar y no a caprichos del alcalde».

 

Por su parte el concejal de IU, Enrique García, afirmó que este hecho se trata de un «proyecto electoral porque no hay tiempo de hacer nada». «El alcalde ha sido muy dado a hacer cosas sin ton ni son y a hacer, volver a hacer y al final no acabar las cosas como un paso elevado por encima del Ayuntamiento que se hizo en 2010 con una inversión de unos 4.000 o 5.000 euros y ahora se ha levantado de nuevo para poner adoquines». García calificó este proyecto como «de cara a la galería» y que se estaba «tirando el dinero sin consensuar ni pensar nada como la plaza San Clemente que ha quedado horrible». Esta línea de «plazas frías» será la que, según el edil de IU, «seguirá seguramente la plaza del Carmen que son muy calurosas en verano y en invierno se hielan».

 

Una petición del concejal de IU del Ayuntamiento de Soria fue que al final de la legislatura, Carlos Martínez tuviera una «cura de humildad» al pedir que se «consensuarán los proyectos» porque, para García sería «gravísimo» que el regidor soriano estuviera adelantando los proyectos destinados al protocolo con la Junta porque «dejaría hipotecada a la siguiente corporación». Por este motivo, sumado a otras tomas de decisiones de «grandes proyectos que han pasado directamente por Junta de Gobierno local», el alcalde tiene, para García, una «falta de fundamento democrático, porque no cree que la ciudad haya que construirla entre todos».

 

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