Las fuentes como zonas acuáticas

Las fuentes son para el verano. Eso se podría decir de una de las fuentes que se encuentra en el recién reformado Rincón de Bécquer que ha visto como una de sus funciones, la acuática, se está llevando a cabo por los sorianos que en los días calurosos se refrescan con los chorros que salen del suelo. Así lo confirmaron desde el Ayuntamiento de Soria, en concreto el edil socialista Javier Antón, que apuntó que dicha fuente, que es una especie de entramado de chorros que están coordinados a la hora de expulsar el agua, cumplen dos funciones. «Esta fuente tiene una función estética pura y dura para que aquel que vaya a la plaza y se siente pueda ver el juego de chorros y otra para que el que voluntariamente decida meterse en ella y mojarse».

 

La colocación de una fuente de estas características en la que las personas pueden meterse en ella es totalmente novedosa en la capital. No sólo la función estética que cumple en esta plaza fue un elemento a tener en cuenta para decidirse por su colocación sino también «porque el agua da un toque fresco a la plaza cuando los surtidores que están colocados en el suelo expulsan en agua pulverizada que con el viento puede llegar a la plaza».

 

Lo principal de este tipo de fuentes es que no existe ningún tipo de vaso en el que se contenga el agua sino que en el suelo de la misma plaza, sin que exista ningún tipo de desnivel, se colocan unos csurtidores por los que sale el agua. De esta manera el hecho de que las personas se pasen entre unos y otros chorros de agua es mucho más sencillo y una especie de juego al haber diferentes combinaciones cada cierto tiempo, e incluso en algunas otras fuentes, se llega introducir los colores.

 

Teniendo en cuenta esa funcionalidad que cumple una de las fuentes del Rincón de Bécquer, el concejal del Consistorio capitalino quiso recordar a los sorianos y a los turistas que se acerquen a la capital que se trata de una plaza pública por lo que es susceptible de que «cualquiera que pase por allí pueda tirar cosas al lugar donde se encuentra la fuente. Hay que tener precaución con ese tipo de cosas porque normalmente quien usa estas fuentes son los niños y podrían cortarse incluso hacerse daño con los agujeros por los que se expulsa el agua pulverizada». Por este motivo la recomendación de Antón, coincidiendo con las palabras dirigidas ayer a este periódico por Ruiz Liso, es que «todos lleven calzado cuando anden entre los surtidores porque se podrían hacer daño». El aspecto sanitario, tal y como lo advirtió Ruiz Liso, es también importante porque ese tipo de fuentes que se encuentran al aíre libre y que circula el agua, se puede convertir en un foco importante de hongos. De ahí la necesidad de que los niños, los usuarios habituales de estas zonas de recreo acuáticas, usen calzado especial de goma como el habitual en piscinas o playas.

 

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