'La Bo-eme', un resurgir de los antiguos cómicos

Los antiguos cómicos, a modo de subsistencia, deambulaban de pueblo en pueblo dibujando sonrisas y despertando emociones en el rostro de asistentes y curiosos. En pleno medievo, el teatro profano ganaba un primer puesto en la moda popular y, en consecuencia, se consagraba como hito de la historia.

 

Siglos después, esta tradición romántica está de actualidad. La caravana ambulante 'La Bo-eme' visita durante el verano diferentes rincones de la provincia de Soria donde, de forma gratuita, deleita a los habitantes del lugar con sus representaciones. A cambio, esta compañía de teatro sólo pide a los ayuntamientos correspondientes una cena y un lugar donde dormir.

Este grupo de dramaturgos aficionados lleva 18 años dedicados en sus ratos libres a lo que más les gusta, hacer teatro. Nicasio Martínez, uno de los fundadores, es auxiliar de laboratorio. Ana Esteban, técnico de sonido, es profesora de ingles. Rafael Herrero y Vicente Laseca, ambos funcionarios, se dedican a las labores de montaje escénico. Padres, madres, mujeres, maridos e hijos viven un verano diferente, es la primera ocasión, tras 17 años de actuaciones, que ‘La Bo-eme’ se lanza en el proyecto de esta caravana ambulante. “En años anteriores, la dinámica de trabajo era distinta cuando teníamos que actuar en un determinado pueblo. Salíamos a las dos o las tres de la tarde para llegar a tiempo, una vez allí montábamos el escenario, hacíamos la representación y, sobre la medianoche regresábamos a nuestros hogares, cada uno al suyo. Mientras tanto nuestras familias se quedaban en casa, a la espera”, explicó Nicasio Martínez.

Esta novedosa gira, que se asemeja a la forma de vida de los antiguos cómicos que viajaban de pueblo en pueblo, busca según afirmó Nicasio “hacer teatro con las familias, de tal forma que los hijos no vean en esta actividad una barrera para disfrutar de la compañía de sus progenitores”.

Gema, Begoña, Pilar, Nicasio y Helena son los cinco actores que forman 'La Bo-eme'. El antecedente de este grupo de teatro se remonta a otro anterior, ‘Gala 13’. Esta pionera formación contaba con cuatro integrantes, a los que se sumaron seis más. Un total de diez componentes configuraba 'La Bo-eme' en sus inicios. A día de hoy esta compañía teatral conserva a seis de sus cabezas pioneras. Tres de éstos son los que actualmente actúan junto con Helena, que desde hace ocho años se convirtió en la última incorporación del grupo.

 

Por su parte, Pablo, Marina, Francisco y Rodrigo son, entre otros, algunos de los retoños, fruto de los integrantes de 'La Bo-eme’. Acompañan a sus padres día a día, no tienen tiempo para aburrirse. Durante las tardes, antes de dar comienzo a la actuación, los más pequeños realizan actividades de arcilla, pintura… “Por ejemplo, en Tajueco fuimos a ver al alfarero. Y ayer, en Casarejos, hicimos arcilla. Mañana es el cumpleaños de Marina (la hermana de Rodrigo) y haremos una fiesta”, explica Pablo, uno de los hijos de Nicasio. Momentos antes de comenzar la función, los niños se convierten en comerciantes y venden las camisetas promocionales de 'La Bo-eme’.

 

El Ayuntamiento, la antigua casa del médico o el polideportivo son algunas de las moradas donde 'La Bo-eme' duerme durante las noches de gira. “Alguien ronca, los demás se despiertan. Llega la hora de desayunar, desmontamos nuestro campamento improvisado de colchones y colchonetas y partimos rumbo al siguiente pueblo”, así describe Pablo la dinámica del día a día.

Tres requisitos de actuación

'La Bo-eme', boca a boca y a través de los medios de comunicación, publicitó la obra de ‘El Abujerito’ y aprovechó, asimismo, para lanzar al aire su nueva mecánica de trabajo. “Los ayuntamientos tienen que solicitar por escrito a 'La Boe-me' la petición de actuar acatando las condiciones establecidas: dar de cenar a los miembros de la caravana y ofrecer un sitio para pasar la noche, donde extender los sacos de dormir”, indicó Nicasio Martínez, quien añade que los criterios de selección son tres: que el pueblo elegido para actuar no se encuentro inmerso en la celebración de sus fiestas, que el número de habitantes sea pequeño -los pueblos con menor población cuentan con más probabilidades de ser escogidos- y, por último, que el lugar propuesto debe entrar en ruta”, añadió.

En cuanto al primero de los requisitos, Nicasio insiste en que “la caravana no quiere rellenar la programación de las fiestas de los municipios”. “Queremos que el teatro sea especial para el pueblo, que la propia representación de 'La Bo-eme' sea motivo de fiesta. Además, tampoco queremos ser competencia desleal con aquellos grupos de teatro que sobreviven gracias a sus actuaciones durante la celebración de los festejos populares”, añadió.

Frente a las cuatro o cinco actuaciones en periodo estival de años anteriores, en este 2011 'La Bo-eme' recibió por parte de diferentes ayuntamientos nueve solicitudes por escrito y varias por teléfono. Estas últimas fueron invalidadas. “Antes, sin caravana, las actuaciones no eran gratuitas, poníamos un precio y organizábamos unas cuatro o cinco representaciones. Ahora, el carácter gratuito de las representaciones ha hecho que incrementemos el número de las misas”, explicó Nicasio.

La obra suele representarse al aire libre, con la luz del día, en la plaza del pueblo, aunque en ocasiones las condiciones meteorológicas lo dificultan. En estos casos, el ayuntamiento correspondiente proporciona un lugar cerrado donde actuar.