Cofrades por herencia

Nahuel no ha cumplido los tres años, pero su destino en Semana Santa está marcado. Tanto que ya lleva algunos meses ensayando, tambor en mano, a pesar de que no llegará a estrenarse. Nahuel es nieto de Mariano Lenguas Gómez de Segura, hermano mayor de la cofradía de la Soledad y el Santo Entierro de Cristo, y con él son ya cuatro generaciones de ‘Lenguas’ que pertenecen a esta hermandad, tres teniendo en cuenta los cofrades vivos: la cofradía de la Soledad fue fundada en 1951 por un grupo de personas, entre ellas José Lenguas Santana.

Pese a la entrega que le pone con los palillos, dirigido por su tía, Carolina Lenguas Lázaro, el pequeño no puede salir en procesión por estatutos, que marcan una edad mayor para estar en la banda. Así empezó el abuelo, apuntado como todos a la cofradía «desde que nació», hace 67 años. Poco menos de la mitad lleva Mariano Lenguas siendo hermano mayor de la hermandad, que dirige «desde hace más de 30 años. Con los nuevos estatutos hay que cambiar los cargos cada cuatro años», añade el hermano mayor, cargo que se someterá a elección el próximo año. Algo que, según su testimonio, no le preocupa: «Estoy a gusto», dice, añadiendo que «tendría que implicarse más gente joven».

Mariano Lenguas califica de «un orgullo» el hecho de pertenecer a la cofradía, con la que procesiona desde hace más de medio siglo. «No he faltado nunca, ni siquiera en los tiempos de la mili porque me tocó hacerla en Soria», explica el cofrade.

 

(Más información en la edición impresa).