El vestigio más cercano de la nobleza numantina

 La matriarca de la familia Marichalar y condesa viuda de Ripalda, María Concepción Sáenz de Tejada, recibirá hoy un adiós masivo de todos los sorianos con los que se relacionó a pie de calle, y que todos recuerdan por su naturalidad y cariño en sus compras diarias en el mercado o de verla prácticamente a diario en la misa de 12.30 horas en la iglesia de los Padres Franciscanos. 

 

Todo el mundo la recordaba ayer por el trato sencillo y amable, así como por el respeto que inspiraba entre sus vecinos, que recordaban que iba alternando su residencia a temporadas entre la capital de España y la provincia de Soria, tanto en su casa en el centro de la ciudad como en su finca El Garrejo.

Tras cuatro días de permanencia ingresada en el hospital madrileño de La Paz falleció el jueves falleció tras sufrir un ictus, según informaron a Efe fuentes próximas a la familia.

María de la Concepción Sáenz de Tejada, nacida en Logroño el 3 de enero de 1929, contrajo matrimonio en Torrecilla de Cameros el 25 de julio de 1957 con Amalio de Marichalar y Bruguera, VIII conde de Ripalda, con el que tuvo seis hijos, Amalio, Ana, Álvaro, Jaime, Luis María e Ignacio.

La fallecida residía por temporadas en Soria en el palacete de los San Clemente, que perteneció a una de las familias de más abolengo de Soria, los San Clemente  del linaje de Chancilleres, uno de los doce fundadores de la ciudad. En el dintel de la puerta de entrada figura la leyenda ‘Fidele, deo, regi et patria’. El palacio se ubica muy cerca de la iglesia-monasterio de Santo Domingo, donde la familia Marichalar tiene su panteón familiar, construido en sillería y mampostería.

Fue hija de Ignacio Sáenz de Tejada y Gil y de Matilde Fernández de Bobadilla y Echarri. Contrajo matrimonio, en el pueblo natal de su padre, Torrecilla en Cameros y el matrimonio tuvo seis hijos: Amalio Joaquín de Marichalar, IX conde de Ripalda, casado con Amalia de Corral y Rosillo;  Ana de Marichalar, casada con Luis Coronel de Palma y Martínez de Agulló; Álvaro de Marichalar, que se casó el 25 de septiembre de 2010 con Ekhateryna Anikieva; Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, que se casó el 18 de marzo de 1995 con la Infanta Elena de Borbón, duquesa de Lugo, y posteriormente se divorciaron; Luis María de Marichalar, casado con María Belén Fonollá y Gil; e Ignacio de Marichalar, casado con María Fernanda de Fontcuberta.

Fue la madrina de bautismo de su nieto, también nieto mayor de los Reyes de España, Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón.

Los que la conocieron destacaron su gran sencillez y discreción, cualidades que le hicieron granjearse el respeto y afecto de cuantos la trataron, como la reina Sofía y su exnuera, la infanta Elena, entre otras protagonistas de la actualidad social española.

El pasado jueves la Reina y la Infanta accedieron a la Unidad de Ciudados Intensivos de La Paz, donde Sáenz de Tejada se encontraba hospitalizada, y mostraron todo su apoyo y cariño a sus hijos, especialmente a Jaime, el exmarido de doña Elena, con quien estuvieron hablando. 

Ambas han mantenido siempre una relación cordial con la abuela de Felipe y Victoria -los vástagos de los Duques de Lugo-, tanto antes como después de que la hija mayor del Rey y Marichalar se divorciaran.

Aunque las circunstancias son muy distintas, el Duque de Lugo revivió estos días el ictus que sufrió en diciembre de 2001, enfermedad que en su día él mismo calificó como un drama.

Entre sus últimas apariciones públicas destacó su presencia en 2009 en el nombramiento de los Honoris Causa de los Duques de Soria, celebrado en el Convento de la Merced con la presencia de la Reina, donde se dejó constancia del afecto mutuo. También se la pudo ver en la boda de Álvaro de Marichalar en 2010.