El 50% de los 4.327 demandantes de dependencia reciben prestaciones

La mitad de las 4.327 personas que solicitaron ayudas a la dependencia a fecha 28 de febrero de 2014, últimos datos de los que se dispone, recibieron la valoración positiva para percibir esta aportación, lo que suma un total de 2.389, la mayoría con un grado dos o tres de gravedad, que son los que mayores dificultades de autonomía tienen. En cambio los del grado uno, en cuyo apartado están incluidos buena parte de los disminuidos psíquicos, no empezarán a cobrar hasta enero de 2015 de acuerdo a la normativa estatal, según señaló el gerente regional de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, Jesús Fuertes.

Esto viene en consonancia con la reducción del reconocimiento de ayudas que se viene registrando en los últimos años, y que pasó de las 3.056 en 2010 a las 2.685 en 2011, a las 2.523 en 2012, y a las 2.417 el año pasado. A fecha de febrero había reconocidas un total de 2.389. Esto supone un descenso del 22% en los últimos cuatro años, 667 menos.

Esto lo justificó el gerente de servicios sociales con el argumento de que los nuevos dependientes de grado uno, los menos graves, no se están incluyendo en estas listas, si bien se mantienen los inscritos anteriormente a la actual reglamentación.

 

Las ayudas se sitúan en torno a los 320 euros para los gran dependientes (grado 3), 221 para los dependientes severos (grado 2) y 125 para los dependientes moderados (grado 1). De las 2.389 personas dependientes con derecho a prestación que hay en la actualidad, un total de 2.358 tienen identificadas y reconocidas 3.045 prestaciones, ya que una persona puede tener varias. De este modo en Soria el 98,70% de las personas dependientes con derecho a prestación ya la reciben.Desde la Junta añadieron que las personas que esperan recibir la prestación suponen el 1,30% del total, 18 puntos menos que la media nacional, que se sitúa en el 20%.

Fuertes señaló que, no obstante, estas personas de grado uno pueden recibir prestaciones «a través de los servicios sociales tradicionales de la Junta de Castilla y León. Por ejemplo hay muchas personas de grado uno que están recibiendo ayudas a domicilio pero no tienen derecho a la ley de dependencia, pero sí que tienen prestaciones de la Comunidad». También añadió que «hay muchas personas en residencias que no tienen derechoal grado uno pero la Comunidad ya les ayuda con sus propios recursos y medios». En cuanto al descenso explicó que «una persona que deja de recibir prestaciones del grado uno no se repone por otras nuevas, eso explica una parte de las bajadas».

El gerente no quiso hacer una estimación de en que medida ha podido incidir el descenso de ayudas a la dependencia en la pérdida de empleos, «ya que las personas siempre son atendidas por los servicios sociales al margen de que tengan prestaciones. Nosotros no recibimos dinero del estado por estas personas, pero sí que damos ayudas de acuerdo a la normativa económica, por lo que no existe una pérdida de empleo». Por otra parte declaró que se está dando un trasvase en la modalidad de las ayudas, de tal manera que si antes se daban prestaciones para que las atendiese la familia, actualmente la gente prefiere optar por servicios profesionales. Así,  el 72% de las personas reciben servicios profesionales y el 27% en domicilio. En 2010 el 42% recibían ayudas económicas y el 57% en servicios.