Soria no aprende y podría volver a perder ayudas europeas

Esta semana se ha conocido el peligroso momento que atraviesa el proyecto de la nueva depuradora de Soria. Con la financiación sin definir y con unos plazos de ejecución que superan todos los márgenes previstos el proyecto camina, tal y como comentó el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, esta semana «directo hacia el acantilado». La situación actual pone en grave riesgo la pérdida de los fondos europeos, 36,7 millones nada más y nada menos, y lo que es peor, la construcción de una infraestructura necesaria para la ciudad. Desgraciadamente, no sería la primera vez que la ciudad pierde un proyecto con financiación europea. En 2010 ya se dejaron escapar 2,2 millones de euros de la recuperación del casco histórico de la ciudad. 

En los retrasos de la depuradora han intervenido varios factores. Cambios de financiación, nueva ubicación, plazos incumplidos y en última instancia, unas elecciones europeas que imposibilitan que desde el Gobierno puedan conocerse como van a repartirse las aportaciones tanto de la UE como de los ayuntamientos beneficiarios.  

Desde el Ayuntamiento de Soria se ha mantenido siempre una línea sensata que aboga por la construcción de la instalación, pero sin que esto suponga un coste excesivo para los ciudadanos. La postura municipal pasa inexorablemente porque la financiación de la infraestructura sea al 80% por parte de la UE y el 20% restante por los ayuntamientos. Hoy, cuando restan menos de 18 meses para que llegue la conclusión de los plazos, todo apunta que la aportación de los municipios, si finalmente se construye, será mayor. El propio Ayuntamiento de Soria ha estimado que se pasará de pagar 7 millones a 25. 

El primer paso para la depuradora se dio en febrero de 2006 cuando desde el Ayuntamiento, con el apoyo de PP y PSOE, se aprueba el Convenio Marco entre  la Junta, Soria y Golmayo en materia de abastecimiento de agua. El acuerdo, que preveía que el gobierno regional asumiera el 80% de la financiación, no se llega a firmar en esos términos. Tras las negociaciones pertinentes, en 2007 se firma un acuerdo que establece que la Junta asumirá el 50% del coste y el Ayuntamiento, el otro 50%. 

Ya en 2008, desde el PPse presenta una moción en el Ayuntamiento en el que se solicita al Gobierno Central, en aquel momento del PSOE, que apoye la depuradora con una ayuda directa del 50% del coste. La respuesta llega en diciembre de 2009 cuando se declarara  la infraestructura de InterésGeneral por lo que el Ejecutivo asume la financiación, la tramitación y la ejecución de la obra. 

En 2011 la obra estuvo a punto de licitarse. En aquel momento la depuradora iba a instalarse en donde está la actual planta y se contemplaba un emisario para Los Rábanos. El presupuesto ascendía a unos 42 millones, 6 más de los 36 previstos con anterioridad. 

A partir de ese momento el proyecto se complicó. En mayo de 2012 se conoció que la financiación del Gobierno ya no era al 100% sino que el 80% lo pagaría Europa y el restante 20% los ayuntamientos beneficiarios. Desde el Ayuntamiento se aprobó una moción, con la abstención del PP,  para volver a la financiación  del 100% por parte del Gobierno, pero los porcentajes no variaron y finalmente fueron asumidos por los municipios. 

La siguiente sorpresa llegó a finales de 2012. En ese momento se da a conocer el borrador de convenio y se anuncia que ha finalizado el anteproyecto que sitúa la EDAR en Sinova, municipio de Los Rábanos. En ese documento también se recoge que los Ayuntamientos asumirán el 20% del coste de la obra. Tras meses de reuniones el acuerdo definitivo se cierra en mayo de 2013, aunque en el texto se excluye la construcción del túnel. En junio se licita la depuradora y se adjudica en octubre. 

Tras meses de dudas y anuncios de fechas para el inicio de las obras esta semana se comunica que las intervención no comenzará hasta la firma de una adenda al convenio que establezca la financiación de la segunda parte de la obra, el túnel, cuyo precio final es de 35 millones de euros.  Además, se advierte que la financiación no se fijará hasta que se forme el nuevo gobierno europeo resultante de las elecciones del próximo 25 de mayo. 

Desde la sociedad estatal Acuaes, promotora de la obra, se indica que la financiación podría conocerse a finales de junio o julio aunque un cronograma redactado por sus técnicos establece que las obras de la planta depuradora no comenzarán hasta diciembre. Atendiendo a esas fechas parece imposible que la obra esté terminada para finales de 2015, con lo que además de perderse dinero de los 36,7 millones de euros  el proyecto entraría en el nuevo periodo de financiación cuyas condiciones se desconocen, pero que todo apunta a que el reparto será al 50%. Esta circunstancia aumentaría la factura a los ayuntamientos y el proyecto podría ser inviable.