Heraldo-Diario de Soria

TRIBUNALES

Un director de Caja Duero a la juez: «No conocía los riesgos de las subordinadas»

Condenan a la entidad a devolver 170.000 euros a un discapacitado de 85 años y a su sobrina

Una oficina de Caja Duero, en una imagen de archivo. VALENTÍN GUISANDE-

Una oficina de Caja Duero, en una imagen de archivo. VALENTÍN GUISANDE-

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J. RAMÓN RODRÍGUEZ / Soria
Soria

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No sabía lo que eran las obligaciones subordinadas pero se las ofreció a dos clientes, tío y sobrina, de toda la vida, para lo cual se acercó al propio domicilio y les canceló tres depósitos a plazo fijo que no habían vencido.

El director de una oficina de Caja Duero, ahora Banco Ceiss, en El Burgo de Osma colocó 170.000 euros a dos ancianos, ahora tienen 85 y 67 años, con estudios básicos en obligaciones subordinadas a pesar de que declaró en el juicio celebrado el 7 de mayo de 2014 en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Soria que ni él mismo conocía lo que era ese producto, a pesar de ser él quien se acercó al domicilio de los clientes y les llevó toda la documentación para que la firmasen.

Pero aún hay más, este director de la antigua Caja Duero aseguró en la vista celebrada tras la que se declaró la nulidad del contrato suscrito con estos dos clientes que los ahorradores «eran clientes conservadores, que contrataban lo que él les aconsejaba, que tenían plazos fijos, que el dinero invertido en las subordinadas procedía de plazos fijos no vencidos y que tanto la cancelación de los mismos como la contratación de las subordinadas fue a su instancia».

Esta fue la declaración ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4, María Paz Redondo, del empleado y ex director de Caja Duero quien, además, reconoció que el contrato que hizo con estos dos inversores, tío y sobrina, era la primera emisión que suscribía y que «no conocía los riesgos porque de conocerlos no hubiese comercializado el producto».

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Soria ha condenado al Banco Ceiss a devolver a dos vecinos de El Burgo de Osma 170.000 euros depositados en obligaciones subordinadas en 2009 y ha declarado nulo la contratación ya que «no se informó convenientemente del producto, de sus características y de sus riesgos».

Según la sentencia hecha pública ayer, y a la que ha tenido acceso DIARIO DE SORIA / EL MUNDO, Banco Ceiss deberá reintegrar el importe depositado en este producto, que la propia juez califica de «complejo y de alto riesgo», más los intereses legales desde la fecha de entrega hasta la fecha de su reintegro, debiéndose descontar las cantidades que hayan percibido los dos inversores como intereses. Estos dos inversores de El Burgo de Osma contrataron las obligaciones subordinadas el 29 de julio de 2009. El director de una oficina, al que la propia juez agradece en la sentencia su sinceridad en la declaración, se trasladó al domicilio de ambos, máxime cuando uno de ellos está impedido, y les ofreció el producto a pesar de que tenían sus ahorros en tres depósitos a plazo fijo que no habían vencido.

Este empleado, que ya no trabaja en Caja Duero, les canceló un depósito a plazo fijo por 100.000 euros y otros dos por 40.000 y 90.000 euros, si bien no depositó todo el dinero en obligaciones subordinadas. 

En concreto, según se explica en la resolución judicial, el trabajador colocó 170.000 euros en este complejo producto y el resto en un plazo fijo. La cancelación de los tres depósitos a plazo fijo que no habían vencido supuso, además, una penalización de la entidad de ahorros a los dos ahorradores, a los que no realizaron el test de conveniencia que suele realizarse para contratar este tipo de productos.

Según se indica en la sentencia, los dos inversores burgenses firmaron un test de conveniencia facilitado por la propia entidad que ya estaba cumplimentado.

Para la juez, «la información proporcionada» por la entidad a los inversores respecto de los riesgos que implicaba el contrato fue «insuficiente» lo que derivó en que los ahorradores considerasen que el producto «era seguro».

«Es decir fue la falta de información, o la deficiente información de los riesgos que podrían derivarse de la contratación de obligaciones subordinadas lo que originó el error de los inversores respecto a la finalidad perseguida de obtener una mayor rentabilidad de su dinero», argumenta la titular del Juzgado número 4 que recuerda que es Caja Duero la que decide recomendar, a través de un empleado, este producto, y precisamente ese y no otro, máxime cuando le convenía porque se emitieron para financiar la entidad».

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