Heraldo-Diario de Soria

TRIBUNALES

Una anciana a su asesor del Santander: «Igual estoy firmando mi muerte»

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Publicado por
J. R. R.
Soria

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 «Igual estoy firmando mi muerte». De esta manera predijo una vecina de Soria lo que le podía estar ocurriendo con su gestor bancario a quien terminó denunciando ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial. E.L.S. es una anciana residente en la capital que mantuvo durante años una excelente relación con su gestor en el Banco Santander Central Hispano, un periodo en el que  le regaló colonias y corbatas como agradecimiento a la atención.

Sin embargo, esa relación especial se truncó en julio de 2011 y finalizó con una denuncia de la ahorradora, que entonces tenía 93 años de edad, contra Roberto Sañudo Herrera, quien se convirtió en el amable gestor tras la muerte de la hermana de la denunciante y que ayer se sentó en el banquillo de la Audiencia Provincial acusado por el Ministerio Fiscal de un presunto delito continuado de estafa, y por el que solicita una pena de seis años de prisión y una multa de 4.320 euros, además de la inhabilitación para trabajar en la banca durante el tiempo de condena.

La Fiscalía también reclamó ayer durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial alternativamente las mismas penas por un presunto delito continuado de apropiación indebida y que el acusado indemnice a E.L.S. en la cantidad de 339.430 euros y en la suma de 3.240 euros al banco, para el que solicita que sea el responsable civil subsidiario. La denunciante, E.L.S., que ahora tiene 96 años de edad y se encuentra ingresada en el hospital por una rotura de la cadera, no pudo declarar en el juicio que quedó visto para sentencia. Durante la sesión se reprodujeron las declaraciones efectuadas en su día ante el Ministerio Fiscal, el Juzgado de Primera Instancia número 3 y el número 4, en las que negó haber autorizado a su gestor, quien en el tiempo que asesoró a esta cliente se compró un coche de la marca Audi, una moto Yamaha y se sometió a una operación de cirugía estética para poder respirar mejor, realizar reintegros por un importe total de 333.350 euros, una cantidad que desapareció de sus tres cuentas bancarias del Santander en el tiempo que aquel ejerció como gestor con el presunto objetivo de aumentar su patrimonio. La denunciante dijo en sus declaraciones que el gestor le hacía firmar muchísimos documentos, que no le contaba su finalidad y que, en ocasiones, las firmas eran sobre documentos en blanco. Según explicó la mujer que ayuda a la anciana a realizar ciertas tareas y a la que ese mismo año 2011 otorgó poderes notariales, E.L.S. firmaba cuartillas en blanco del Banco Santander y folios con contenido. La denunciante declaró que no recordaba haber autorizado realizar reintegros, hasta 34, por un importe de 333.350 euros, y que firmaba documentos de color amarillo. Reconoció la inversora que «tenía plena confianza» en el gestor, si bien nunca le encargó ninguna inversión concreta y aseguró que nunca había adquirido acciones. Y es que son numerosas las operaciones bursátiles recogidas en el historial bancario de la denunciante en la que aparecen muchas operaciones de compra, y de venta en días posteriores, de empresas. Lo que apuntó la fiscal durante la vista fue que el banco ha sido incapaz de aportar la documentación de contratos de imposiciones de dinero y de cancelaciones entre los años 2008 y 2010 teóricamente suscritos por la denunciante, salvo uno.

Pero, además, entre las operaciones que la representante de la Fiscalía calificó de irregulares figura el pago realizado desde una cuenta de E.L.S. a una asesoría por el concepto de realizar la declaración de la renta de varias personas, además de la de la ahorradora. De la cuenta de E.L.S. se dio la orden de realizar un pago de 200 euros en 2009 a una asesoría y otro de 310 euros en 2010 por la realización de la declaración de la renta de un grupo de personas, unos servicios que fueron financiados sorprendentemente por la nonagenaria. Pero esta no es la única operación «irregular» como la definió la fiscal sino que, además, de una cuenta de la anciana se realizaron dos transferencias a una cuenta de un amigo del gestor. 

Los días 22 y 30 de junio se ingresaron en la cuenta de un ex compañero de Universidad del acusado sendas cantidades de 2.750 y 2.932 euros, dinero que el gestor justificó que le había pagado la anciana en agradecimiento a su labor de asesor bancario. Curioso que en su primera declaración, el acusado negara conocer a ese tercero, cuyas iniciales son J.B.T.M., pese a que fueron compañeros en la Universidad y, durante dos años, en 2009 y 2010, compartieron una cuenta con una aportación inicial de 10.000 euros cada uno para que el gestor invirtiera en bolsa. Ayer, el acusado y J.B.T.M. reconocieron la relación de amistad «sin ser íntimos». 

La acusación particular pidió una pena de ocho años de prisión y una multa de 4.320 euros por un presunto delito de estafa continuado o, alternativamente, por un delito de apropiación indebida.

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