TRIBUNALES
Condenan a la capital a indemnizar a un socorrista por un accidente en Playa Pita
La víctima es un voluntario de Cruz Roja que impartía un curso y fue arrollada por una lancha
Playa Pita. / V.G.-
El Juzgado Contencioso Administrativo de Soria ha condenado solidariamente al Ayuntamiento de Soria y a la aseguradora Zurich Insurance PLC a abonar a un socorrista voluntario de Cruz Roja la cantidad de 30.956 euros, más los intereses legales desde la fecha de la reclamación administrativa, por un accidente que sufrió éste en el pantano de la Cuerda del Pozo cuando realizaba labores de formador en un curso que impartía la institución humanitaria.
La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación, absuelve a la institución Cruz Roja que organizó dicho curso que se desarrollaba en verano de 2011.
El suceso ocurrió el 15 de agosto de 2011 cuando el formador participaba en un curso organizado por Cruz Roja y se estaba realizando una maniobra de rescate en la que intervenía una lancha que conducía un bombero del Servicio de Extinción de Incendios de Soria. Sobre las 11.30 horas de ese día, la lancha, asegurada por Zurich colisionó con el formador del curso de Cruz Roja que estaba en el agua y como consecuencia del impacto fue trasladado al hospital. Meses más tarde, en concreto el 14 de diciembre, la aseguradora Mapfre pagó al formador un 5.769 euros en calidad de compañía del Ayuntamiento de la capital.
El formador reclamó, no obstante, indemnización por la estancia hospitalaria, por estar de baja, por el factor corrector y las lesiones.
El Ayuntamiento de la capital contestó que, junto con la Mancomunidad de los 150 Pueblos de la Tierra de Soria, se firmó un convenio con Cruz Roja por el que se regulaba el socorrismo terrestre y acuático en Playa Pita, obligando a la institución humanitaria a prestar el servicio con los medios personales y materiales.
La corporación local explicó en su contestación que al haberse averiado la lancha de Cruz Roja se pidió al Ayuntamiento de Soria poner a disposición del curso una embarcación del Servicio de Extinción de Incendios y un empleado del parque.
En este sentido, matizó en la contestación que la actividad estaba dirigida por Cruz Roja y que la persona que resultó accidentada desempeñaba funciones de formador de esta última institución. El Ayuntamiento entendió que la actividad era ajena al Consistorio y que es Cruz Roja la que debería asumir la responsabilidad.
Por su parte, Cruz Roja señaló en un escrito que la embarcación era del Ayuntamiento y «no hay relación de causalidad con la actuación de la Cruz Roja» y añadió que «lo que estaba desarrollando era un curso de formación de socorristas, no una labor de socorrismo propiamente dicha». Ahora, el titular del Juzgado Contencioso Administrativo, Carlos Sánchez, estima que «la causa del accidente fue una mala ejecución por el patrón de la embarcación de la maniobra de aproximación al formador, que desempañaba el papel de la víctima», en un simulacro de rescate.
El juez argumenta en los Fundamentos de Derecho de la sentencia que «este no sólo se desprende de las manifestaciones del formador y de un testigo, sino que el mismo patrón de la embarcación ha reconocido que lo perdió de vista y que puede que no guardara la distancia exigida».
Para el magistrado, «se trata de un lamentable accidente sin intencionalidad alguna pero que produce las lesiones por las que se sigue este pleito». Además, indica en la resolución judicial que «existe una defectuosa prestación del servicio que genera un accidente».
Para el juez del Contencioso Administrativo, «estamos ante un servicio que es voluntariamente prestado por el Ayuntamiento y por ello no puede eximirse de responsabilidad a la hora de asumir las consecuencias del accidente», al tiempo que estima que ningún miembro de Cruz Roja «coadyuvó a la producción del resultado dañoso».