Heraldo-Diario de Soria

SORIANOS POR EL MUNDO

Profesor de mente abierta en el ‘lejano Oeste’

Sus ganas de aprender y de renovarse le llevaron hace dos años a dar clases en Dallas / Lleva el ‘caballito’ en su Chevrolet, pero la NBA no suple su pasión por el volei

Nacho Martínez frente al ‘skyline’ de Dallas junto a una bandera de Estados Unidos.-

Nacho Martínez frente al ‘skyline’ de Dallas junto a una bandera de Estados Unidos.-

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T.C. / SORIA
Soria

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Nacho tenía inquietudes profesionales, así que decidió concurrir a una iniciativa que le permitiese seguir aprendiendo como enseñante. Gracias a ello «este es mi segundo año en Dallas y me encuentro dentro de un programa internacional de intercambio de maestros y profesores entre España, Canadá y Estados Unidos».

Requisitos, entrevistas y mucho ‘papeleo’ le llevaron al ‘lejano Oeste’ de Estados Unidos, donde aterrizó con la mente abierta para desenvolverse como un ciudadano americano más. En su aventura intenta integrarse adoptando las costumbres texanas, pero también interesándose por su origen o motivación. Establecer relaciones es fácil, pero la hospitalidad no es la misma que en España. «Como ejemplo», explica Nacho, «diré que, en Dallas, hay grupos llamados ‘meet up’ que consisten en reuniones de personas interesadas en las mismas cosas.

No tienes más que apuntarte e ir a practicar inglés. Este año también tengo el estadio de los Dallas Mavericks (NBA) a 20 minutos de mi casa por lo que puedo ir caminando a disfrutar del mejor baloncesto del mundo por unos 10 dólares. Disfrutar de Nowitzki por ese precio aunque sea desde el gallinero es casi tan apasionante como lo era ver el equipo de voleibol Río Duero de Soria en los Pajaritos».

Además de soriano, es ‘sorianista’ militante. «Cuando voy a cualquier reunión procuro llevarme mi boina castellana y mi bota de vino. También llevo el caballito de Numancia en mi Chevrolet Cobalt así que enseguida hay alguien que descubre lo mucho que representa nuestro espíritu sanjuanero. Lo último que se me ha ocurrido es presentar una exposición fotográfica con obras sobre Soria en gran formato recordando los trabajos que realizaron conjuntamente mi padre y el fotógrafo soriano Manuel Lafuente Caloto», apunta Nacho.

Pero, eso sí, no disimula que su pasión es enseñar y educar. «Personalmente, llevo muchos años interesado en perfeccionar el inglés como segunda lengua y, además, pienso que, cuanto antes empecemos a estudiar, mejor. De ahí la importancia que tiene consensuar un sistema educativo serio y consecuente con la realidad española que se preocupara por mejorar el nivel, sobre todo hablado de nuestras generaciones más jóvenes».

También pesaron en su decisión «factores personales relacionados con la necesidad de una continua renovación pedagógica». Respecto a los aspectos más ‘chocantes’ de su aventura, «aquí se piden disculpas unos a otros continuamente por cosas banales e insignificantes. Si pasas cerca de alguien en el supermercado oirás ‘excuse me’ y si hablas por teléfono te dirán ‘sorry’ con muchísima más frecuencia que en España».

«SE AÑORA UN SIMPLE CAFÉ EN ‘EL COLLAO’»

AÑORANZAS. «Cuando escucho la pregunta de qué me llevaría de Soria empiezo a salivar como el perrito de Paulov», confiesa Nacho Martínez. «En Dallas se puede encontrar todo tipo de restaurantes étnicos y productos de todos los rincones del mundo pero, aun así, el sentarte en un restaurante como Casa Toño o Los Quintanares de Rioseco, por ejemplo, y disfrutar de un simple menú del día con sus dos platos y el postre además de una copita de buen vino es algo que se echa mucho de menos en Texas. 

También echo de menos el mercado soriano y sus productos artesanos: los huevos de gallina campera, la mantequilla (en peligro como el voleibol), el chorizo y el lomo adobado de Almarza, los vinos sorianos, el pan de Almajano, de Gómara, de Martialay, de Valdeavellano y otras muchas cosas que estaré olvidando. 

La verdad es que un simple café en ‘el Collao’ es algo que se añora muchísimo», confiesa. También «es algo bastante objetivo el asegurar que aquí se trabajan más horas que en España» y esa ‘falta de horas’ para otras cosas se nota. «Cuando compras comida debes pensar que productos no perecederos puedes acumular para no tener que ir a comprar en mucho tiempo. Todo está pensado para que nadie falte a trabajar. Incluso las escuelas tienen enfermera para que se solucionen pequeños problemas sin necesidad de que los padres pierdan tiempo de trabajo». 

Además «casi todo el mundo tiene uno o varios coches porque es una herramienta que no puede fallar. Se depende del transporte en vehículo propio mucho más que en España. El tráfico sobre ruedas en este estado podría definirse como ‘el salvaje Oeste’. Conseguir el carnet es mucho más sencillo y barato. El galón de gasolina cuesta alrededor de dos euros. Un galón son unos 3,8 litros por lo que estaríamos hablando de unos 50 céntimos de euro el litro. Increíble ¿no?».

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