En la provincia nacen la mitad de las personas que fallecen

El problema demográfico que sufre la provincia de Soria es evidente y cada nueva cifra relacionada con la población supone un grito de auxilio. Esta semana el Instituto Nacional de Estadística INE) ha publicado los datos provisionales de los movimientos naturales de la población y los datos no pueden ser más demoledores. En los seis primeros meses del año en Soria murieron el doble de personas de las que nacieron.

Según los datos publicados por el INE entre los meses de enero y junio en la provincia se registraron 319 nacimientos siendo junio, con 71, el mes en el que se contabilizaron más alumbramientos. Por contra, en el mismo periodo de tiempo murieron en Soria 637 personas siendo enero, con 114, el mes con más fallecimientos en lo que llevamos de año.

Las cifras, desgraciadamente, no son sorpresivas ya que ratifican una tendencia que se ha visualizado en los últimos años con una provincia que pierde cada año en el entorno de un millar de habitantes. Analizando los datos de nacimientos y defunciones, ya el año pasado la cifra de fallecimientos estuvo cerca de doblar el número de nacimientos. En el 2014, según la información facilitada por el INE, en la provincia de Soria nacieron 643 personas. El mes en el que se registraron un mayor número de nacimientos fue marzo con 72. En cuanto a los fallecimiento, la estadística del INE indica que en la provincia de Soria murieron el año pasado 1.144 personas.

A nivel regional la sangría poblacional por el envejecimiento y la baja natalidad se intensifica. Los datos que publicados por Instituto Nacional de Estadística sobre Movimiento Natural de Población reflejan que en el primer semestre del año, la Comunidad registró un crecimiento vegetativo negativo (nacimiento menos defunciones) de 7.064 personas. Es decir, nacieron 8.795 bebés pero murieron 15.859 habitantes.

La pérdida de ciudadanos se intensifica respecto a 2014, cuando el saldo vegetativo también fue negativo entre enero y junio pero en 5.471 personas. En términos porcentuales, el número de nacimientos en el periodo de análisis mermó un 0,3 por ciento, mientras que las defunciones crecieron un once por ciento. Castilla y León fue la segunda autonomía con un saldo vegetativo más negativo, sólo superada por Galicia, donde se situó en 7.130 personas.