Heraldo-Diario de Soria

NAVIDAD

Un Portal regado por el Duero

Una veintena de piragüistas colocan el tradicional Belén en el río tras más de tres décadas de paladas en las frías aguas para quitarse el ‘gusanillo’ también en diciembre

Brindis en torno al Nacimiento recién colocado.-ÁLVARO MARTÍNEZ

Brindis en torno al Nacimiento recién colocado.-ÁLVARO MARTÍNEZ

Publicado por
Toño Carrillo
Soria

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Los aficionados sorianos al piragüismo volvieron a colocar un año más el Portal de Belén en aguas del río Duero, una tradición que sigue afianzándose y que marca, para algunos, el inicio de las fechas navideñas. En la tarde del miércoles, 13 embarcaciones y cerca de una veintena de intrépidos palistas partieron del Soto Playa hacia el Peñón con el Nacimiento para cumplir un año más. Y para quitarse el ‘gusanillo’, claro, aprovechando que la jornada ofreció temperaturas más propias del otoño.

Poco después de las 16.00 horas, las embarcaciones fueron botadas junto a la pasarela más cercana al puente de piedra para comenzar la ruta. A buena velocidad, los aficionados -y algunos acompañantes- fueron avanzando hacia los arcos de San Juan de Duero con un sencillo Nacimiento que esta vez pasó de ubicarse al oeste del río Jordán a hacerlo en el cauce de una de las arterias de la Península Ibérica.

Impulsor del piragüismo soriano y uno de los promotores de esta cita desde sus orígenes, Carlos García Aguilera repasó desde la ribera las singularidades de esta actividad. «Empezamos alrededor de 1982 y luego, en distintos años y debido a inclemencias meteorológicas, tuvimos que suspenderlo». Aunque el miércoles el río bajaba fluido y hasta ‘caliente’ para ser diciembre, «hemos tenido inviernos de verdad, en los cuales ha habido hielo» y se hacía muy complicada la instalación. «Cualquier soriano que conozca los inviernos de Soria sabe que con fríos y con nieves...».

Pero no sólo la climatología de estas fechas está ayudando a que este deporte se vaya popularizando en Soria. «Con la piragua se está haciendo un trabajo bastante bueno desde el Ayuntamiento. Llevamos muchísimos años dando clases», apuntó García Aguilera. «Eso ha contribuido a que en 15 años en Soria haya cerca de 300 piraguas». Eso ha propiciado que ya «haya una afición. En verano bajas por el río y siempre ves piraguas».

La práctica va haciendo una sana adicción y precisamente la colocación del Belén tiene algo que ver con eso. En un mes en el que pudiera parecer una locura navegar por las aguas de un Duero todavía joven, trasladar el nacimiento  ayuda a algo más que a conmemorar la Navidad. «Es una tradición que tiene muchos años y es algo que para los que nos gusta y vivimos aquí en Soria, sigue siendo un placer venir el 24 por la tarde y darse una vuelta en el río. Igual da que haga frío o que haga calor, la cosa es bajar», señaló García Aguilera.

Prueba de esta afición es que ayer, entre los más mayores y los más jóvenes, mediaba tranquilamente medio siglo de diferencia. Sin embargo, todos aprovecharon la ocasión para remojar sus embarcaciones -algunos también algunas partes de su anatomía de forma involuntaria- y dar una vuelta por algunos de los parajes más bucólicos de la capital. Con las coloridas piraguas, los participantes cruzaron bajo el puente de piedra hasta ir perdiéndose en la lontananza. La Navidad, en las aguas que riegan Soria, había comenzado.

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