Siete tramos en alarma y alerta en el Duero, Revinuesa y Ucero por desbordamientos

Las constantes lluvias de la jornada de ayer y el desembalse preventivo en el pantano mantuvo en situación de alarma y alerta siete puntos en los cauces del Duero, Revinuesa y Ucero en la provincia de Soria.

La Confederación Hidrográfica del Duero mantuvo los niveles de desembalse en la Cuerda del Pozo en los 100 metros cúbicos por segundo durante la jornada de ayer con el objetivo de recuperar el volumen de resguardo que se había absorbido en estos últimos días.

Las crecidas en los cauces se trasladaron aguas abajo del embalse y siguió creciendo en Garray y en la capital y comenzaron los desbordamientos en el Duero en la zona de Los Rábanos y también en Almazán. También se complicaron las riberas del río Ucero a su paso por Osma y la localidad de Ucero, en el entorno del Cañón.

A pesar de las lluvias que no dieron tregua, en la jornada de ayer disminuyeron las escorrentías en los tramos altos de los ríos dado que la cota de nieve bajó a los 800 metros. Duruelo de la Sierra fue el primer pueblo en notarlo y ayer el cauce del Triguera ya se encontraba normalizado, en comparación al aspecto que había presentado en los días anteriores, según explicó el alcalde, Alberto Abad.

La CHD advirtió que las crecidas se comenzarán a notar en los tramos medios del Duero durante la próxima semana en las provincias de Valladolid y Zamora.

Tres tramos del río Duero estuvieron en alarma, es decir, con un nivel de caudal por encima convenido. El embalse de la Cuerda del Pozo se encontraba ayer al 98,7% de su capacidad y con un nivel de tres metros aunque después de las salidas de agua controladas el pantano, que regula la cabecera del Duero, se regularizó. El aforo de Garray estuvo subiendo a lo largo de toda la jornada y superó los niveles de alarma, con un caudal que alcanzó los 149 metros cúbicos por segundo y con crecidas significativas que inundaron el soto de Garray y la riberas del río hasta la capital. Alarma también en Navapalos, donde el nivel del Duero era muy elevado. El río Ucero se estabilizó ayer en Osma, pero este tramo estuvo en situación de alarma.

En la jornada de ayer entró en alerta el Duero a su paso por Tardajos, con una crecida significativa con un nivel de cuatro metros y un caudal de 127 metros cúbicos. La bajada del Duero anegó las riberas hasta Almazán, donde se hizo visible la crecida en las riberas. Se mantuvo la alerta del Revinuesa en Vinuesa y el Ucero, a la altura del Cañón del Río Lobos.

Las fuertes lluvias y las crecidas de los ríos inundaron cinco carreteras locales, caminos agrícolas y explotaciones en los distintos puntos de la ribera del Duero, cuyos daños se comenzarán a valorar una vez que se eliminen las balsas de agua. Las inundaciones también llegaron ayer a El Royo que estuvo amenazado durante los días anteriores y con la carretera cortada, según informó el 112.

La nieve hizo ayer su aparición en las cotas altas de montaña, en los puertos de Santa Inés y Piqueras, pero no ocasionó problemas en las carreteras. Se espera que a lo largo de la jornada de hoy la situación meteorológica se complique a causa de nevadas que se esperan a 600 metros y la cota bajará hasta los 400 metros, por ese motivo se mantiene la alerta amarilla en la provincia, donde las rachas de viento soplarán a 80 kilómetros por hora. Protección Civil recomendó que se extremen las precauciones a causa de esta situación.