Soria ‘cronifica’ su pobreza

 El Banco de Alimentos de Soria solo tiene alimentos para los próximos dos meses, observando su momento más delicado en cuanto a existencias, sin que el número de personas atendidas se haya rebajado en modo alguno. Su presidente, Ángel Crespo, confirmó ayer que la organización sigue prestando ayuda a 3.900 personas en la provincia, mientras Cruz Roja hace lo propio en la capital con 1.400. Esta radiografía viva de la vulnerabilidad ha obligado a que se asuma la celebración de tres eventos extraordinarios con los que revertir la situación, devolviéndola a parámetros más habituales, con un periodo de ‘confort’ más amplio, fijado en cinco meses de reserva.

Esta revelación, que se produjo en la presentación de una iniciativa para recoger durante la jornada de este próximo sábado leche de continuación y leche entera en la plaza Mariano Granados, se suma a anteriores llamadas de atención en materia asistencial con datos que en pleno verano invitan al escalofrío. En este sentido, cabe recordar que en mayo pasado Cáritas dio a conocer que los ‘sin techo’ seguían creciendo en número, sin que ya hubiese distingos en cuanto a origen. Tan es así que por primera vez, y con enorme honestidad, se comentó que había «sorianos que duermen en la calle», un aseveración que se hizo con la única intención de advertir que la pobreza y la exclusión no tiene fronteras ‘infranqueables’, ya que todos los casos tienen la misma consideración

Las 1.061 personas atendidas por Cáritas durante 2015, con alimentos, ropa, medicamentos o ayudas al alquiler, entre otros epígrafes, no llevan camino de tener alivio este año dado el ritmo de atención que se está produciendo en la institución y en las parroquias de la capital, algunas con un destacado número de demandas y con situaciones «extremas» que requieren de enorme dedicación por más que el futuro se presente incierto. Y sin visos de cambios a mejor «porque hay gente que sigue viviendo en unas condiciones terribles y parece que no se quiere ver».

Los análisis técnicos no son más halagüeños, porque estos meses se está observando que «es complicado salir de una situación de vulnerabilidad y riesgo», en lo que se asemeja a una indeseable situación de cronificación. También que se siguen sumando más casos en lo que es una bolsa de pobreza creciente y oculta. En algunos casos por vergüenza.

En cuanto a la comparativa del primer semestre de este año con el correspondiente a 2015 «debemos de decir que se trata de las mismas familias. De esto se deduce que su situación económica y socio-familiar no ha mejorado, puesto que siguen recibiendo los alimentos de forma continuada», explican.

Asimismo, advierten que «al tener cubiertos los alimentos no perecederos desde el Banco de Alimentos y desde el FEAD, demandan productos perecederos como carne, pescado, frutas, verduras o lácteos».

Con este motivo, se ha desarrollado por parte de Cáritas un sistema llamado ‘tarjeta sociedad’, «consiste en darle una tarjeta con dinero a las personas, siendo ellos mismos los que adquieren el producto». La utilización de esta tarjeta requiere un trabajo educativo y de supervisión «con la realización de la lista de la compra, que se hace en privado con el destinatario, respetando su identidad y su persona. Esta fórmula sobre todo, da dignidad al participante, un valor que sustenta el modelo de Acción Social de Cáritas».