La Mesa de la Memoria Histórica analizará calle a calle la capital

La Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad registró ayer en el Ayuntamiento los nombres de las tres personas que a propuesta de la misma se incluirán en la Mesa de Trabajo para la Aplicación de la Ley de la Memoria Histórica de la Ciudad de Soria, encargada de ‘peinar’ el callejero para detectar y cambiar la denominación a aquellas vías con reminiscencias franquistas. Estará presidida por el Alcalde Carlos Martínez, e incluirá entre otros al historiador Carmelo Romero, al jurista y presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España Jacinto Lara y al presidente de la Asociación Recuerdo y Dignidad Iván Aparicio.

Se trata de un grupo de trabajo con carácter consultivo, que deberá evaluar y proponer acciones y medidas para la Aplicación de la Ley de la Memoria Histórica. Entre ellas está la revisión de nombres de calles, plazas, parques, etcétera cuya denominación se relacione con el levantamiento militar de 18 de julio de 1936 o la posterior dictadura. En los próximos meses se constituirá la Mesa Institucional con sus integrantes y se perfilará el funcionamiento de la misma.

Según explicó ayer el propio Aparicio, «hemos cogido un listado de calles de las cuáles sacaremos entre el historiador y yo las calles susceptibles de estar incumpliendo la Ley de Memoria Histórica. Con el secretario y el abogado valoraremos si esas calles realmente la incumplen o no» el texto. En sus palabras, «entendemos que entre los años 40 y 60 había que estar cerca del régimen para poder hacer algo, y ahí tenemos el ejemplo de Gaya Nuño. Por no jurar el movimiento tuvo muy mermadas sus posibilidades».

La ‘criba’ intentará alterar lo menos posible el callejero. «Vamos a ceñirnos exclusivamente a las calles que se hayan puesto como exaltación del régimen, de la dictadura y de la Guerra Civil», explicó Aparicio. «Otras calles dedicadas a gente del régimen pero que no se las pusieron por eso las vamos a dejar. Si una persona ha escrito unos libros y por eso le han puesto una calle, aunque fuera adepto al régimen, no vamos a pedir la retirada. Vamos a hacer algo tranquilo y para que todo el mundo esté contento» señaló en la mañana de ayer.

Por el momento no parece que los cambios vayan a ser muy numerosos. «Se ha ido corrigiendo poco a poco en Soria. Se retiró la cruz de la Dehesa, quitaron el monumento al general Yagüe y han ido quitando calles. Pero hemos pensado que se cumplen 80 años y ya está bien. No hay que hacer otra cosa que cumplir la Ley, no estamos pidiendo nada del otro mundo. Se ha decido hacer así, de golpe, y acabar con todas las que pudieran quedar que tampoco serán demasiadas».

Asimismo propuso por ejemplo dedicar una calle a Gaya Tovar pero «sin cambiar una por otra», en referencia a las calles que dejarían su denominación franquista. «Eso podría no entenderse». Por ello la propuesta pasa por «recuperar la toponimia anterior» al golpe de Estado siempre que sea posible.

El Pleno del Ayuntamiento de Soria celebrado el pasado jueves retiraba la Medalla de Oro de la Ciudad y el título de Alcalde Honorario a Francisco Franco, al tiempo que se condenaba el alzamiento fratricida del 18 de julio de 1936, la represión que le acompañó y la dictadura militar del fascista del General Franco.

Jesús Bárez, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Soria, recordó algunas de las palabras de la declaración institucional aprobada el pasado 14 de junio. «Los valores democráticos son incompatibles con cualquier sentimiento hacia una dictadura. No se puede ser demócrata en el Estado español si no se es antifranquista. Parte de la debilidad de nuestra democracia está directamente relacionada con la falta de reparación de las víctimas del franquismo, la falta de formación sobre ese pasado de la ciudadanía educada tras la muerte del dictador, y la ausencia en las instituciones públicas de actos simbólicos que rechacen sin fisuras esos años de persecución del diferente y de falta de libertades».

Por otro lado, Recuerdo y Dignidad celebró ayer varios actos en memoria de los represaliados. Por la mañana, cerca de una veintena de personas depositaron flores rojas, amarillas y moradas en las zonas de la tapia del cementerio antiguo donde se produjeron varios de los fusilamientos. Los descendientes de las víctimas recordaron algunos de los casos tanto en Soria como entre familiares de otras provincias.

Por la tarde, la plaza Mariano Granados albergó una lectura de poemas en la que también se puso nombre y apellidos a las 585 personas que figuran como asesinadas durante la represión, dándose además la circunstancia que no hubo frente de guerra como tal. Según recordaron desde la asociación, se trataba de civiles.