Esquelas por los toros ‘caídos’ en la provincia

El exterior de la plaza de toros de Soria fue ayer el escenario de una singular protesta antitaurina. Una decena de animalistas congregados a título particular colocaron en la puerta de los tendidos de sol una esquela por cada uno de los toros ‘caídos’ en los festejos de San Juan y San Saturio, así como del Toro Jubilo de Medinaceli o el Toro de la Vega, caso emblemático de la corriente contra los espectáculos taurinos. Tres velas rojas recordaron a los animales, cada uno identificado con nombre, fecha de nacimiento y muerte y origen.

Para la portavoz de los congregados, Inma de Imaña, «Soria es una provincia realmente taurina, muy anclada en el pasado, en la que las tradiciones son el maltrato y la tortura. Pero pienso que también tiene una Soria moderna, distinta, que lo que quiere es que no haya maltrato y que no quiere que los impuestos de los sorianos vayan a toros. Se dejan muchísimo dinero que haría falta para otro tipo de cosas», indicó.

A su juicio «el soriano joven yo no veo que vaya a la plaza de toros». Por ello rebatió el argumento de que «‘es que es el pueblo, es la tradición’. No señor, no son tradiciones. Tenemos que dejar esto y tener una sociedad más abierta y acorde con el mundo actual».

A pesar de que los participantes mantuvieron en todo momento una actitud pacífica y tranquila, DIARIO DE SORIA/EL MUNDO pudo comprobar las malas palabras recibidas por parte de algunos viandantes, invitándoles incluso a que se metiesen en la plaza con los toros para compartir su destino.

De Imaña denunció que «no puede ser que ahora mismo hemos comprobado que ha venido un señor a insultarnos simplemente por poner unos carteles. Ni siquiera toleran. La gente mayor, la gente tradicional, ni siquiera tolera que pensamos distinto», lamentó la portavoz del grupo de manifestantes.

Para ella «simplemente estamos diciendo que pensamos distinto. Pero es difícil. Soria es además de los últimos reductos de España. Tenemos manifestaciones en Zaragoza, en Bilbao, en Barcelona y se ve la diferencia y la amplitud de miras» en el apoyo popular, especialmente de los jóvenes.

De Imaña recordó que «no hemos abierto la boca, estábamos en silencio haciendo nuestra performance y se creen con el derecho de decirnos en una actitud paternalista y machista lo que debemos de hacer. Sabemos lo que hacemos. Estoy asombrada de este tipo de comentario». Por ello reflexionó que «creo que Soria tendría que mirar un poquito a este futuro».

Otros de los participantes iban más allá y ponían fecha de caducidad al mundo taurino. «Yo creo que esto ha desaparecido en 15 años», apuntó uno de los antitaurinos. Sea como fuere, ayer casi medio centenar de esquelas hicieron visibles sus opiniones junto a San Benito.