Heraldo-Diario de Soria

Sociedad

El dinosaurio soriano busca casa

Los investigadores sostienen que hay elementos suficientes para hacer una gran reproducción para su exhibición pública, reiterando la necesidad de que se habilite un museo paleontológico

El grupo investigador suma años de trabajo.-D.S.

El grupo investigador suma años de trabajo.-D.S.

Publicado por
J. M.
Soria

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 Desenterrar los pasos de una de las criaturas más grandes que ha pisado la tierra, un dinosaurio que puede ser el abuelo del iguanodon, es parte de un logro enorme, un espinazo sostenido por un equipo investigador, el compuesto por Carolina Fuentes, Manuel Meijide, Federico Meijide Fuentes y Manuel Meijide Fuentes, entregado durante décadas al estudio y al trabajo, no puede quedar ‘empequeñecido’ por el desinterés y la falta de apoyo institucional.

La grandeza de este descubrimiento «de alcance mundial», el del ‘magnamanus soriaensis’, no puede dormir confinado en la caja de un almacén, sin la posibilidad de recibir la admiración del público en general. Esta idea, defendida por el cuarteto investigador, busca dar visibilidad a un hallazgo que lleva el nombre de la provincia en su código genético, algo que no ocurre en otros puntos del país.

La proyección del hallazgo contiene elementos «más que suficientes» con los que poder conformar una reproducción solvente. «Es una posibilidad que si se dan las condiciones necesarias no nos supondría ningún problema. Se han hecho otras réplicas, en otros muchos lugares, con menos elementos», sostiene Carolina Fuentes, integrante activa del grupo investigador.

«Es una lástima que nada de esto se pueda ver y que el público no tenga acceso. De ahí la necesidad de un museo paleontológico, como realce del turístico de la ciudad, de la ruta de las icnitas y de los demás yacimientos, pueblos y localidades de esta paleontológica provincia», defiende Fuentes «porque llevamos desde 1964 y después de 27.000 publicaciones con esta demanda.

La gran mano de Soria, el ‘magnamanus soriaensis’, es un caso único, sin parangón en otras latitudes. Ni regionales ni nacionales ni mundiales a día de hoy, según Fuentes, quien estima que «en un futuro y en algún sitio» tal vez se pueda encontrar «algo parecido», razón por la que su clasificación se asocia de modo íntimo al territorio provincial.

Asimismo, explica que el equipo Fuentes-Meijide tiene elaborado un anteproyecto, que pretende presentar este año a las administraciones, Ayuntamiento de Soria y Diputación provincial de Soria, en el que expone «la cantidad ingente» de restos fósiles que existen y la versatilidad que conllevaría a la ciudad al exponerlos en un museo paleontológico soriano, como han llevado a cabo numerosas provincias, ciudades y pueblos de España y Portugal, que han visto cómo su atractivo turístico experimentaba un elevado auge. Torralba, Ambrona, Cirujales del Río, Piquera de San Esteban, Mazaterón, Layna, Tierras Altas, Tera, Talveila, Cubilla, Deza, Escobosa de Calatañazor, Calatañazor, Carrascosa de la Sierra, Pantano Cuerda del Pozo, Pico Frentes o Barahona son enclaves referenciales.

«Estamos escribiendo un libro monográfico sobre los dinosaurios de Golmayo y otro de los dinosaurios de Soria y su provincia, a la espera de patrocinadores», advierte.

El equipo Fuentes-Meijide responde a la unión de fuerzas de Carolina Fuentes paleontóloga, Manuel Meijide, biólogo, zoólogo y herpetólogo, Federico Meijide, biólogo y Manuel Meijide, restaurador de restos fósiles y artesano. «Manolo murió el año pasado pero tenía claro que esto saldría a la luz y sería algo muy beneficioso para Soria», confiesa Fuentes.

La dimensión de lugares como Zorralbo ‘peinados’ con un esfuerzo sordo por este equipo hace que atendiendo a su criterio no exista «en el registro mundial una concentración mayor de coprolitos (excrementos fósiles) de cocodrilos de tal envergadura, más de 2800. De igual modo, los restos que siguen todavía en estudio «pueden proporcionar más especies nuevas para la ciencia». Restos de huesos indeterminables entre 1 y 5 centímetros, imposibles de clasificar, «salieron cerca de 3.000».

Fuentes, que mira al futuro con la esperanza de poder ver algún día un museo paleontológico en Soria, también tira de retrovisor: «No os podéis imaginar las dificultades, anécdotas, lloros y risas, esfuerzo y dinero que nos hemos dejado». Muchos sinsabores para buscar casa al dinosaurio soriano.

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