Heraldo-Diario de Soria

QUINTA ESQUINA

Daniel Madrid: «Un cofrade sale todos los días del año»

«Somos sobre todo lo que hacemos» /«Aplico el escepticismo ante quien habla sentando cátedra» /«A creer no se enseña, se puede enseñar a vivir»/«Aspiro a una Iglesia que sea asamblea y comunidad de ideales»

Daniel Madrid-V. Guisande

Daniel Madrid-V. Guisande

Publicado por
P. Pérez Soler
Soria

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Su hábito diario es ser el que es y no otro y sabe desde hace tiempo que va a contracorriente. Daniel Madrid Alonso (Soria, 1989) es atípico y hasta radical y aplica un sano escepticismo ante quien habla sentando cátedra. Maestro de Religión, director del coro de la Universidad y hermano mayor de una cofradía, su modus vivendi se asienta en dos palabras: búsqueda y camino.

Pregunta.- Hermano mayor de una cofradía antes de cumplir los 30. Explíquemelo dos veces.

Respuesta.- Porque redacté los estatutos de esa cofradía antes de que lo fuera. Cuando empecé a trabajar en torno a eso tenía 15 años y a base de tener relación con las cofradías, veía que era necesario que hubiera una base estable para que no fuera tan veleta ni dependiera de la voluntad de quien pase.

P.- ¿Sabe siempre lo que quiere?

R.- Me gusta pensar que sí, pero no siempre. Las circunstancias determinan mucho lo que quieres.

P.- ¿Cómo aplaca sus dudas?

R.- Con muchas vueltas, reflexión y viendo a quien pido consejo.

P.- ¿Por qué medir el tiempo?

R.- Lo pienso mucho. Somos muy esclavos del reloj, nos obsesiona perder el tiempo, como si el tiempo fuera nuestro. El tiempo ni lo tienes ni lo dejas de tener.

P.- El sentido del alma se llama...

R.- El sentido del alma se llama amo.

P.- ¿Qué hay en usted de atípico?

R.- (Silencio) Un sentido un poco radical del compromiso. A la hora de responder a un compromiso el sentido de responsabilidad me pesa mucho. No en negativo pero sí.

P.- ¿Por qué los cofrades salen en Semana Santa?

R.- No salen en Semana Santa, se les ve en Semana Santa porque un hábito es reconocible. Ser cofrade implica el seguimiento de una filosofía de vida que no solamente se ciñe a las cofradías, sino a un ámbito más amplio. Un cofrade sale todos los días del año. ¿Un cofrade siente distinto la Semana Santa?, ¿la siente especial?, sí, claro, por eso lo es.

P.- Es profesor de Religión, pero a creer no se enseña, le recuerdo.

R.- No, a creer no se enseña, como Matemáticas o Lengua. Se puede enseñar a vivir una serie de realidades que en el fondo no son tan difíciles, que nacen de la convivencia con los demás, de tener un mínimo de preocupación con el que está contigo. Y eso los niños lo entienden antes que los adultos.

P.- ¿Qué aprenderé si me apunto?

R.- Te lo digo en palabras adultas. Que debes tener opinión sobre todo, y nunca deberías juzgar nada. Estás casi obligado a tener opinión, porque si no, eres indiferente. Pero sin juzgarlo.

P.- ¿Por qué es de Religión?

R.- Primero porque soy maestro, porque mi vocación es la docencia y es cuando más me siento realizado. Y soy de Religión porque se me ha presentado esa oportunidad, porque una guía y una referencia de vida es el Evangelio, es el mensaje de Jesús. Entonces tiene sentido ser profesor de Religión.

P.- ¿Lo más difícil en la tarea?

R.- De lo más difícil que resulta hablar es el perdón.

P.- Oiga, ser cristiano no está de moda.

R.- Es que ser cristiano nunca ha estado de moda. Seguir el Evangelio nunca ha estado de moda. Ha estado de moda seguir una corriente. Seguir el ejemplo del maestro no puede ser fácil.

P.- ¿Qué Iglesia practica?

R.- ¿Se puede precisar? (No). Practico una Iglesia que sea... practico, busco, espero, aspiro a una Iglesia que sea asamblea, comunidad de ideales y de intenciones.

P.- ¿Qué hace con sus tentaciones?

R.- Pienso sobre ellas, las reflexiono, las medito. Rechazarlas de plano no suele servir para nada.

P.- ¿Sabe usted que en el CIS Dios no aparece en las preocupaciones de los españoles?

R.- Si en las preocupaciones de cada uno aparece el bienestar de los demás, aparece Dios pese a quien pese.

P.- ¿Tiene intacta la fe infantil o en qué le ha cambiado?

R.- Nooooo! Me ha cambiado afortunadamente. Aspiro a que mi fe sea adulta y para eso la pienso, la repienso y la someto a todas las pruebas a las que me somete la vida, porque si no.... Pero luego vienen todas las experiencias que vivimos hasta que uno se muere. Si no maduramos no podemos vivir en sociedad. La fe tiene que madurar como maduramos nosotros.

P.- ¿Ante qué es escéptico?

R.- Ante quien habla sentando cátedra. Ante quien se planta ante ti y lo primero que te transmite antes de lo que te va a decir es que lo que te va a decir es absolutamente cierto, incuestionable y no tiene ninguna duda sobre ello. Y por lo tanto tú no puedes rechazarlo. Eso me provoca mucho escepticismo porque no hay humildad.

P.- ¿Somos lo que creemos, decimos o hacemos?

R.- Somos sobre todo lo que hacemos. Intentamos ser lo que queremos y demasiadas veces se nos juzga por lo que decimos.

P.- ¿En qué mundo aspira a vivir?

R.- En uno en el que la preocupación por los demás sea mucho menos con intención de crítica.

P.- ¿Y si al final resulta que está equivocado?

R.- Es tan probable en muchas cosas... ¿Si al final estoy equivocado? Lo último que importa es que haya vivido mi vida con coherencia.

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