Verano por el día, invierno por la noche

Las últimas jornadas han dejado en la provincia diferencias de temperatura de hasta 26 grados centígrados entre el día y la noche. Con el sol, numerosos puntos rebasaron con holgura los 25 grados centígrados y apetecía ir de manga corta; tras el ocaso, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha constatado que varias localidades han sufrido heladas, situándose entre las más frías de España.

Durante la última semana las temperaturas máximas han rondado valores más cercanos a lo habitual en junio que en Semana Santa. Así, Arcos de Jalón ya ha visto el mercurio en 26,3 grados y ayer, sin ir más lejos, la capital marcó unos cálidos 25,5 grados, sólo una décima más que Lubia. Sólo en zonas montañosas como San Pedro Manrique los termómetros siguen rondando la veintena de grados en su momento álgido.

Temperaturas, sin duda, que han invitado al paseo, a los primeros helados de la temporada y sobre todo a numerosas actividades al aire libre coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa que se extendieron a la jornada de ayer en seis Comunidades y dejaron actividad en Soria. Según las medias del portal meteorológico AccuWeather, a estas alturas del año las máximas rondan los 17 grados y las mínimas ocho, pero la realidad está alejando los extremos de estas mediciones.

Y es que la última semana no sólo ha sido especialmente cálida si se compara con lo habitual a mediados de marzo. Aunque parezca contradictorio, también ha sido especialmente fría, con heladas en numerosas localidades de la provincia. De hecho ayer dos estaciones de la Aemet en Soria estuvieron entre las cinco más frías de Castilla y León y entre las diez más heladoras de España.

Concretamente a las 7.00 horas San Pedro Manrique amanecía a -0,3 grados y una hora antes en Morón de Almazán se registró una décima bajo cero. Este dato era prácticamente igual al de Vinuesa a pesar de la larga distancia entre ambas localidades, por lo que se puede hablar de una tendencia bastante extendida.

Así, no ha sido extraño ver por las calles a personas en manga corta junto con otras con algo tan soriano como la chaquetilla por si refresca. Con casos como el del domingo en El Burgo de Osma, con 24,5 grados a mediodía y -1,4 grados de madrugada, es difícil acertar con una vestimenta para toda la jornada que evite sufrir el marcado contraste térmico. Casi 26 grados de diferencia son muchos.

Uno de los motivos podría estar en la falta de humedad ambiental, generada tras meses bastante secos. Aunque obviamente para las procesiones y actos religiosos los cielos despejados han sido una bendición, lo cierto es que en las últimas ocho jornadas no ha caído ni una gota en ningún punto de la provincia, según los datos recogidos por la Aemet. De hecho las compuertas de Cuerda del Pozo se han abierto sensiblemente y ya rondan los 10 metros cúbicos por segundo, cuando hace apenas un mes era apenas de 1,5.

Aún queda reserva hídrica, pero bastante menos que el año pasado. El embalse contiene actualmente 160,85 hectómetros cúbicos de agua, el 64,66% de su capacidad total. La semana pasada contenía 162,523 hectómetros cúbicos, el 65,33%. El año pasado por estas mismas fechas el embalse de la cuenca hidrográfica del Duero recogía 225,083 hectómetros cúbicos de agua, el 90,48% de su capacidad. Son ya 26 los puntos de diferencia.