Una marcha nocturna para pedir justicia

 Trabajadores adscritos al BRIF de Lubia, acompañados de vecinos y de representantes de otras brigadas contraincendios, completaron en la noche de ayer miércoles una marcha nocturna con la que mostraron a las claras su disconformidad con el modo en el que se están llevando las negociaciones con la Tragsa, la empresa gestora, en relación a las tablas salariales que corresponden a los operarios.

El recorrido del grupo se inició a la altura del Alto de la Dehesa, teniendo como meta la plaza del Ayuntamiento, punto en el que se procedió a dar lectura a un manifiesto a través del que se explicó con detalle la situación que atreviesan los operarios de este servicio que está «en peligro».

Los que son los únicos bomberos forestales helitransportados a nivel estatal, pertenecientes al Mapama (Ministerio de Medio Ambiente), y que están bajo la gestión de Tragsa, desgranaron con la lectura del comunicado cuatro puntos fundamentales dentro de los que son sus reivindicaciones esenciales, subrayando que el motivo de la marcha nocturna asumida es el de mostrar abiertamente «nuestro desacuerdo en cómo se está llevando la negociación de nuestro convenio y de cómo está constituida la mesa negociadora».

A juicio de los trabajadores «la empresa ha mostrado «una vez más» lo que se considera «una patente carencia de sensibilidad hacia el personal de este dispositivo», dado que «ahora hará 3 años desde que las BRIF iniciamos una huelga que duró más de 100 días, para reivindicar nuestros derechos», marcándose entonces cuatro líneas rojas que se estiman «innegociables».

En este epígrafe se encuentran conceptos como la categoría profesional, «que es fundamental para el reconocimiento de enfermedades profesionales», la segunda actividad para personal que no pudiera estar en primera línea de fuego, «pudiera continuar dando servicio». De igual modo se demanda la aplicación de pluses, «tóxico, penoso, peligroso: riesgos inherentes a nuestro servicio y fundamentales para poder pelear por los coeficientes reductores». Asimismo se pretende equiparar la percepción económica al resto de helitransportadas autonómicas, «que hoy en día está de media en un 20% menos, con la salvedad de que nosotros podemos volar a cualquier punto de la península. Los derechos se ejercen no se negocian, con esto queremos decir que seguiremos luchando por nuestros derechos», apuntaron.