Angulo evidencia la existencia de dos PP y carga contra los críticos

El PP de Soria atraviesa el momento más convulso de historia, el partido amenaza con saltar por los aires y ayer quedó demostrado de nuevo. La reunión prevista del sector crítico fue contraprogramada por la dirección, con Marimar Angulo a la cabeza, citando a sus fieles en Almazán. La decisión puso de manifiesto la existencia de dos PP en la provincia, una división que tiene en alerta a los populares tanto en Valladolid como en Madrid.

El sector oficialista eligió reunirse en Almazán y disfrazó el encuentro como una cita preparatoria de cara a las elecciones del 2019. En los días previos desde la dirección se citó a alcaldes, concejales, afiliados y simpatizantes del partido vía sms. El poder de convocatoria de Angulo quedó en entredicho ya que apenas acudieron a la cita unas 30 personas. El resto, hasta el medio centenar que participó en la reunión, eran miembros de la directiva y afiliados de Arcos, localidad que gobierna el secretario general, Jesús Ángel Peregrina. En la reunión también participaron la subdelegada, Yolanda de Gregorio, el procurador Pedro Antonio Heras o la vicesecretaria general de Políticas Sectoriales del PPCyL, María José Heredia.

Angulo fue la primera en hablar y su discurso enseguida enfiló el camino del reproche. La presidenta defendió su decisión de apartar a Ascensión Pérez como portavoz de la Diputación amparándose en los estatutos y volvió a calificar a los seis diputados que han abandonado el PP como «tránsfugas». La presidenta del PPsoriano exhibió su vena más sectaria y con sus críticas demuestra también que su acción difiere mucho de las directrices marcadas desde la dirección regional que apostaba por rebajar el tono y que la tensión interna fuera decreciendo. La guerra en solitario emprendida por Angulo y su directiva únicamente agrava un conflicto ya de por sí muy enconado.

La presidenta popular persigue eliminar todo rastro del sector crítico de su partido a pesar que desde Valladolid se insiste en encontrar una solución por la vía del consenso. La dirección regional ya ha asumido la gestión de la crisis interna del PP de Soria por lo que el empecinamiento de Angulo en su batalla personal debilita aún más su posición a ojos de la dirección regional y de la nacional.

Ni siquiera entre sus fieles tiene Marimar Angulo una tarde tranquila. En el transcurso de la reunión algunos afiliados afearon a la presidenta que si bien la decisión de apartar a Ascensión Pérez de la portavocía de la Diputación se tomó el día 16 en el Comité Ejecutivo del PP de Soria, el día anterior, 15 de junio, se decidió enviar a David Álvarez, diputado raso, a un encuentro de los portavoces de toda las provincias con el presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco. Angulo aseguró que esa cita con Mañueco no era solo de portavoces a pesar que tanto el secretario regional como el propio PPCyL sí consideran, y así lo publicitaron, que era una reunión exclusiva de los encargados de defender las posicionamientos del PP tanto en los ayuntamientos como en las diputaciones.

Por su parte, los denominados críticos vivieron ayer una jornada intensa con multitud de mensajes cruzados entre sus miembros. Inicialmente, se había fijado una reunión en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Garray. A lo largo del día hubo amagos de desconvocar la cita y debido a las presiones, fundamentalmente de los diputados provinciales que dejaron el PP la semana pasada, se decidió que la reunión sería en Almarza, feudo de Ascensión Pérez.

El principal punto de la reunión era definir la estrategia a seguir. Ahora mismo hay dos bandos. Por una parte los afines a los diputados expulsados que consideran que el sector crítico debe abandonar en bloque el PP de forma inmediata. Por otra parte, hay personas que consideran que es mejor seguir trabajando desde dentro del partido, como es el caso del que fuera candidato al pasado congreso provincial, Antonio Pardo.

Según pudo saber este medio los planteamientos ahora mismo pasan porque, a corto plazo, se escenifique la división del partido con un grupo de afiliados que se dará de baja. El resto esperará acontecimientos, aunque consideran que antes de las elecciones de 2019 deberán abandonar la formación popular. Con vistas a esa cita con las urnas, la opción que cuenta más adeptos es la de formar un nuevo partido que defienda los intereses de Soria por encima de cualquier otra cuestión.