Excursionistas en Urgencias tras un ataque de avispas en la Vía Verde

La Asociación de Vecinos de Las Camaretas celebró el pasado fin de semana una ruta senderista por la Vía Verde. Hasta ahí, una actividad más para socializar y pasar un buen rato dentro de las numerosas actividades del colectivo. Sin embargo, a la vuelta, un avispero decidió amargarles el día. Una decena de personas acabó en urgencias tras el ataque de las himenópteras. Las autoridades ya han tomado cartas en el asunto y van a ‘desalojar’ a los insectos.

Sonia Gómez fue una de las participantes en el recorrido y también es una de las personas que se han movido para que la zona ya esté señalizada con carteles avisando del peligro y se haya anunciado la retirada del avispero en cuestión. Teniendo en cuenta la alta afluencia a este espacio de ocio, deporte y naturaleza, a buen seguro más de un ciclista o peatón lo agradecerá.

Todo ocurrió el día 10, cuando un grupo de vecinos participaba en la ruta senderista. A la ida «no vimos avispas» y todo transcurría con la normalidad de una actividad lúdica. Gómez iba unos metros por detrás para acompañar a sus hijas, y esa distancia le permitió librarse del repentino zafarrancho.

«A la vuelta sí que debieron pasar por un nido de avispas. Vi que venían corriendo y sacudiéndose», relata. Obviamente el resto de la comitiva estuvo «intentando quitarlas, pero era imposible». Al final, las avispas dejaron un buen balance de picotazos a «unas ocho o diez personas», varias de ellas niños.

Ante la «molestia y el dolor» acabaron unos cuantos en Urgencias. Algunos se reincorporaron al almuerzo y otros se fueron a casa por el malestar causado por el veneno inoculado. No obstante Gómez lo difundió para que tuviesen conocimiento Protección Civil y el Ayuntamiento de Golmayo.

El martes ya se les trasladó a los vecinos que desde Medio Ambiente se habían tomado cartas en el asunto. Tras analizar qué tipo de avispa había causado el altercado se dictaminó que era la europea y por tanto autóctona, y no «la asiática o la africana». La picadura de las alóctonas es más peligrosa, pero «como estas están tan agresivas, decidieron eliminarlas».

La zona concreta está pasando Camaretas, hacia Golmayo y Fuentetoba, nada más rebasar el paso canadiense. El camino hace una curva y queda enmarcado por dos taludes de roca. Ahí precisamente moran las avispas y, a tenor de lo visto, tienen bastante mala leche. Cabe recordar que la Vía Verde, por ser novedosa y no tener curvas o pendientes duras, es el lugar elegidos por cientos de sorianos cada fin de semana para hacer deporte o darse un paseo. Pronto lo podrán hacer un poco más seguros después del susto entre los vecinos de las Camaretas. «Lo peor fueron las picaduras a los niños», resume Gómez. Por lo menos, quedó en anécdota y no hubo que lamentar lesiones más allá de los picotazos de las avispas y el tratamiento aplicado por los sanitarios a los preocupados camareteños, que desconocían qué tipo de véspido les había atacado.

No es el primer caso en el que los usuarios de la Vía Verde terminan encontrándose con las avispas de la zona de Fuentetoba. Algunos ciclistas ya se han quejado de que llegan a meterse en los huecos de ventilación del casco, con el consiguiente riesgo de causar un accidente y acordándose de la reina que las desovó, valga la expresión.

Las avispas europeas presentan varias especies dentro de la familia Vespidae. Generalmente viven en sociedad elaborando nidos o aprovechando oquedades. Precisamente por su carácter grupal un ataque de avispas puede incluir bastantes picotazos en caso de sentirse molestas, dado que pueden defenderse en grupo si interpretan que están amenazadas.

Las avispas pueden tanto morder como atacar con su aguijón venenoso. Por lo general su ataque causa hinchazón y dolor, si bien se calcula que una de cada 35 personas es alérgica y puede sufrir reacciones mucho más graves. Hay que sacar el aguijón con la máxima higiene posible y no presionar.