La lluvia de estos días equivale a la mitad de un mes de octubre normal

La localidad de La Riba de Escalote registró entre el martes y el miércoles pasados hasta 37,8 litros por metro cuadrado en precipitaciones, la mayor cantidad de agua caída en toda la provincia, y un pico que hacía meses que se no contabilizaba en Soria. En El Burgo de Osma se quedaron en 37,6 litros y en Vinuesa en los 35 litros, mientras que la capital vio cómo caían 19 litros por metro cuadrado. «Es mucho para sólo dos días pero se queda muy corto para un mes de octubre normal», reconoce el jefe de previsión y vigilancia de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León, Jesús Gordaliza, quien matiza que desde el martes a las 13.00 hasta el jueves a esa misma hora llovió en la provincia la mitad de todo lo que suele llover en un mes de octubre considerado normal. «Es un mes fuera de lo habitual porque todo indica que ya no va a llover más y que las precipitaciones se van a quedar en esos dos días, cuando octubre suele ser en el que más se espera que llueva», matiza.

Según los periodos de referencia, de 30 años (desde 1981 a 2010), en octubre se espera que caiga una media de 55,3 litros por metro cuadrado, pero es evidente para la Aemet que esta cifra no se va a alcanzar. Con todo, Soria ha registrado un mejor comportamiento que en el conjunto de la comunidad autónoma, como señala Gordaliza.

En lo que va de año, en la provincia se han recogido 352 litros por metro cuadrado, y lo que se espera a final de año es de 512, atendiendo a los valores medios normales, por lo tanto aún restan unos 150 litros para llegar a lo estipulado como habitual.

La Aemet estima que en noviembre y diciembre esos niveles de normalidad se adquirirán si se llega a los 50 litros por metro cuadrado, y a no ser que superen estas tasas, el ejercicio se cerrará por debajo de lo que se estipula como un año tipo.

Habitualmente, mayo es el mes con mayor pluviometría, 67,4 litros por metro cuadrado, y en esta ocasión clavó la cifra ya que se recogieron 67,6 litros.

En junio 122 litros

«Este año el mes de junio ha sido bastante excepcional ya que lo normal es que caigan unos 40 litros por metro cuadrado y en esta ocasión llegaron a caer hasta 122 litros, debido a las tormentas que se produjeron», indica el jefe de previsión y vigilancia de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León. Es decir, sólo en junio se triplicó la precipitación esperada, lo que ha contribuido en gran medida a salvar el año hidrológico.

Tomando como referencia la capital, el mes de febrero también fue atípico, llovió hasta llegar a los 59 litros cuando lo habitual para ese periodo son 35.

Por el contrario, enero tiró a la baja con apenas ocho litros por metro cuadrado a pesar de que la normalidad hubiera exigido 37 litros; en abril se esperaban 54 y sólo se contabilizaron 15 litros y en septiembre, considerado también un mes lluvioso en las estadísticas, únicamente llegó a los tres litros por metro cuadrado frente a los 32 considerados normales.

Gordaliza destaca que también en los años 80 y 90 se registraron periodos de sequía como la que se está viviendo actualmente, y el principal problema son los embalses, muy por debajo de su capacidad máxima. «Ahora se consume mucha más agua, lo que significa que actualmente con un año de sequía ya se producen problemas, lo que antes ocurría pero con sequía durante unos tres años», explica.