La Policía halló manchas de sangre en la pared de la casa de Rachida

En la pared, en el marco de una puerta, también en una mesilla del dormitorio y en el albornoz y las sábanas de la cama encontraron los agentes de policía judicial restos de sangre cuando realizaron la inspección ocular del domicilio donde residían Rachida Nour y Driss Faseh hasta el fallecimiento de la primera a manos presuntamente de su marido, acusado de asesinato y que se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel.

Los restos de sangre fueron hallados en la pared entre el baño y la cocina, en la puerta del salón, la mesita y en ropa de la víctima. La de la cama se atribuyó directamente a los hilos de sangre que presentaba la fallecida en la boca y el oído, pero el resto no tenían origen confirmado.

Las pesquisas se llevaron a cabo al día siguiente del supuesto crimen, ya de día, para facilitar la investigación policial que había comenzado la noche anterior. Los agentes de Policía judicial que declararon ayer como testigos, hasta un total de seis, corroboraron lo que el lunes ya manifestaron agentes de la científica, que la ducha estaba totalmente seca, que el baño aparecía ordenado, incluidos los productos de higiene, y que no existía ningún indicio de que alguien se hubiera caído en la bañera, la versión que defiende el encausado porque, según dijo en el primer interrogatorio, fue la propia víctima quien se lo dijo.

Lo que sí llamó la atención de los policías es que había en el piso mucha ropa mojada, incluidos los cojines que reposaban en un diván, y que aún lo estaban un día después de los hechos. Desde la acusación, tanto la Fiscalía como la abogada de la familia de la víctima, explican esta circunstancia porque tanto el acusado como su hermana se encargaron de limpiar para eliminar pruebas, según sostienen en sus calificaciones.

La sesión de ayer, la séptima que se celebra del juicio contra Driss Faseh, también sirvió para poner de manifiesto que el acusado realizó varias llamadas con el teléfono móvil esa noche. La primera, a las 21.37 horas, a su hermana Naia Faseh, que vivía a 105 metros de distancia, a apenas dos minutos y siete segundos, exactamente el tiempo que tardaron los dos policías que reprodujeron el trayecto para certificar lo que necesitó para llegar.

La segunda llamada tuvo lugar casi una hora después, a las 22.35 horas, para avisar a la sobrina del encausado, según su versión, porque sabía hablar mejor el español y podía informar convenientemente al servicio de emergencias 112. Él llevaba año y medio residiendo en España. Ese aviso se produjo ya a las 22.46 horas.

La última llamada se produjo ya a las 23.03, cuando Driss Faseh llamó a su cuñada (la mujer del hermano de Rachida Nour) para advertirle del fallecimiento. A esa hora los servicios médicos ya habían certificado la muerte de la mujer, de 36 años de edad. De hecho, ni siquiera habían iniciado las maniobras de reanimación al constatar que llevaba ya tiempo de cuerpo presente, al menos 20 minutos, según testificó la semana pasada el facultativo del 112 en el juicio.

Uno de los agentes que trasladó a la Comisaría de Policía Nacional a la hermana del acusado, Naia Faseh, constató que ésta comprendía el español, después de 17 años viviendo en España, afianzando la tesis de la acusación de que ella misma podría haber avisado al servicio 112 porque su comprensión del idioma era suficiente para pedir ayuda.

Por otro lado, los agentes que realizaron la inspección ocular manifestaron la presencia de media cebolla en la habitación del matrimonio, en cuya cama se encontraba la fallecida cuando llegaron los sanitarios y la Policía Nacional, así como en la cocina, algo que refuerza el argumento del abogado defensor, quien sostiene que su cliente, de oficio, no mató a su mujer y que cuando la encontró tendida en el suelo del pasillo, tras haberse caído en la ducha, trató de reanimarla acercándole ese fuerte olor a la nariz. Según el testimonio del acusado en la primera declaración ante la Policía, fue él quien la ayudó a llegar al dormitorio levantándola del suelo entre el baño y el pasillo.

El juicio contra Driss Faseh continúa a lo largo del día de hoy en la Audiencia Provincial de Soria con la testifical de los forenses y expertos químicos y de histopatología. Mañana jueves es cuando está previsto que el acusado preste declaración, una vez acabada la ronda de todos los testigos.