Antígona se vuelca en los colegios para educar en la igualdad de género

La presidenta de la Asociación para la Defensa de las Mujeres Víctimas de Violencia de Género Antígona, Concha Baena, aboga porque los asesinos de mujeres cumplan íntegras las penas que se les impongan y que se vigile no a la víctima sino al maltratador, ya que, en muchos casos, ellas son las que se recluyen en casa ante el peligro de que su expareja se les acerque. En su opinión, los hijos de las víctimas corren riesgos innecesarios, ya que el sistema permite que el maltratador con orden de alejamientos vigentes puedan verlos.

Durante la presentación del programa de actos para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra mañana sábado, Baena indicó que la asociación centrará este año su trabajo en los centros escolares de Soria, que deben «educar en la igualdad de género», ya que, hasta la fecha, se realizaba «con bastante desigualdad». Volverá a repartir 16.000 pulseras malvas entre los escolares y la sociedad soriana con el fin de llamar la atención sobre este problema.

La concentración para celebrar el Día Internacional tendrá lugar mañana en la plaza de San Esteban, a partir de las 19.00 horas, con la lectura de un manifiesto por una mujer y un hombre. Antígona pretende incorporar la figura masculina en sus actividades y, por ello, serán los que se encarguen de poner las rosas sobre las cruces que representan a las 50 mujeres y niños asesinados este año. El lema de la campaña de este año es Deja tu huella contra la violencia de género, con el fin de que los ciudadanos estampen su huella en un mural y manifiesten así su rechazo a la violencia.

Baena detalló que en Soria, a pesar de que la situación ha mejorado de forma considerable, hay un hombre «catalogado de alto riesgo» y su víctima está vigilada las 24 horas, algo, que a su modo de ver, «no es la solución», informa Ical. «La solución es meter al hombre en la cárcel y vigilarlo a él. Las policías en segunda actividad hacen esa función de vigilancia, las llaman de vez en cuando, y esto es postureo de cara a la prensa y a la sociedad», criticó.

Asimismo, también mostró su disconformidad con la evaluación del riesgo que el sistema realiza, ya que, en su opinión, se debería medir en función del miedo que tiene la mujer y establecer un mayor número de órdenes de protección.